El enfado socialista es gordo
Recojo el editorial que la Cadena Cope ha emitido a las tres y seis minutos de esta tarde, está situado en cope.es:
“El primer objetivo de la campaña “¡Protege mi vida”!, que ha puesto en marcha la Conferencia Episcopal Española, se ha cumplido con creces. Con unos medios muy modestos, la repercusión en la opinión pública está siendo enorme y se está generando debate sobre la protección de la vida de los seres humanos que van a nacer; un debate sano y necesario para la vida democrática, que curiosamente, hasta ahora no se había producido.
Sorprende sin embargo que el Gobierno, en lugar de aprovechar la oportunidad que nos brinda la campaña para propiciar un debate sereno con argumentos de razón, haya tenido una reacción tan impropia. Sorprende, en primer lugar, porque la campaña es una afirmación de la vida, de toda la vida, y una interpelación a todos para protegerla adecuadamente.
Por otra parte, no hay en la imagen de la campaña ninguna referencia política explícita, y sin embargo el Gobierno y el Partido Socialista se han dado inmediatamente por aludidos.
El ministro Bernat Soria, con una pobreza argumental notable, sólo ha alcanzado a decir que la sociedad española va por un lado y la Conferencia Episcopal por otro, mientras que el portavoz socialista en el Congreso, José Antonio Alonso ha tenido que recurrir a la mentira y decir que la Iglesia quiere meter en la cárcel a las mujeres que abortan. Ante tales respuestas, cabe formularles una pregunta: ¿están enfadados porque la Conferencia Episcopal ha generado, con su campaña, el debate que el Gobierno quería hurtarle a la sociedad española?”
El editorialista acaba con una pregunta que yo puedo contestar. En mi coche, conduciendo yo, iba sentado a mi lado un diputado socialista de fuste. Somos antiguos amigos. El no desea que le vean nunca con un cura. Por esto, cuando quiere que nos veamos buscamos un lugar neutral, hacia ese sitio nos dirigiamos para comer juntos. Y al oir, la pregunta final, me ha respondido tajante:
-!Mira, sí, es verdad estamos enfadados por eso he venido hablar contigo¡
Pausadamente, le pregunto que me diera los motivos, y me responde:
-!Son varios, el primero, es que tenemos una fuerte convicción de que la sociedad no desea la nueva ley de plazos sobre el aborto; el segundo, es que, tras las elecciones del uno de marzo, vemos la aritmética parlamentaria muy debilitada; el tercero, es que la gente solamente piensa en que solucionemos la crisis económica y de modo singular el aumento del paro laboral….¡
Tras, volcar todos estas razones, llegamos al lugar elegido para almorzar. Nos sentamos, y muy nervioso, continúa contándome cómo el partido socialista se encuentra atrapado en sus propias contradicciones, pues creían que la situación económica no les iba a coger tan pronto y, por esto, podrían desarrollar su programa, aunque en él no aparecía tan radicalmente planteado el asunto del aborto.
Por lo tanto, me comenta, “la campaña de tus jefes", no nos ha gustado porque no la esperabamos, y además, la han hecho con una visión perfecta de una ecología total, algo que los socialistas y el pueblo votante de ellos siempre defendemos. Por eso, afirma, “los obispos nos han dado en la línea de flotación".
Le escucho atentamente, mientras comemos, y le argumento que la Iglesia es muy sabia, pues tiene una historia bimilenaria, y que la campaña de los obispos solamente busca que la sociedad participe, conozca, debata, dialogue, reflexione y comparta las razones de una ley del aborto, que es infumable, sobre todo con la propuesta de las niñas de 16 años, y compare que desde el gobierno se defiende a las plantas, a los animales y a la naturaleza más que a la vida humana, algo que clama a la propia comunidad científica que ha lanzado en mayoría el Manifiesto de Madrid.
Llegados a este punto, se ha puesto como una pantera, y me dice:
-!Ah, y encima esos que no saben “nada” y se apuntan a una campaña contra los socialistas¡
Le hago saber que la campaña de los obispos no va contra el gobierno, ni contra nadie en particular, sino a favor de un debate social sobre la vida del no nacido y nada más.
Mientras tomamos café, le suena el teléfono móvil, es su señora que pasa a recogerlo con el coche. Al rato, ella llega, me saluda y los dos se marchan. Me quedo pagando, y vengo a casa a tomar el ordenador y contar el asunto del enfado socialista, que es gordo.
Tomás de la Torre Lendínez
PD. La Agrupación de cofradías de Jaén sigue muda sobre el asunto que hablamos en este artículo: www.cofradiasjaen.org