Cope busca "comunicadores libres de ataduras ideológicas"
Desde la carta de los derechos humanos del ciudadano, creada por los revolucionarios franceses, a finales del siglo XVIII, hasta hoy, la lucha de las personas por ser libres y hacer un recto uso de sus derechos ha llenado de páginas muchos libros firmados por los mejores pensadores contemporáneos.
Estos pensamientos pasaron al cuerpo ideológico de las constituciones de todos los países buscadores y mantenedores del sistema demócratico, como el menos malo posible para entenderse entre sí los ciudadanos.
Uno de los derechos fue el de la libre expresión de ideas, o libertad de imprenta como entonces se llamaba. Este derecho siempre ha tenido un cuadro jurídico claro: el código penal, que ha sido usado para secuestrar periódicos, cerrar emisoras de radio y televisión, y multar a periodistas que se pasaran la raya de lo lícito. El caso más claro es el de Federico y el alcalde de Madrid.
Los periodistas cuando cuentan noticias y dan su opinión con la rapidez de la radio, sacan a relucir su ideologia, sus fobias y sus filias. El panorama de los medios informativos españoles está lleno de estos casos.
Esta mañana un cura, de cuyo nombre no quiero acordarme, ha lanzado desde la Cope este eminente mensaje: “En cambio ganaremos cuotas de una libertad por nosotros mismos secuestrada, si además de dar el relevo a nuevos comunicadores libres de ataduras ideológicas, afrontamos con valentía y confianza el gran desafío que la Iglesia nos hace. A saber, contar la verdad duela a quien duela, hacerlo en la caridad, también duela a quien duela, y atrevernos a hacer un juicio propiamente cristiano de la actualidad, aunque nos equivoquemos una y mil veces. Y esto, por ejemplo, en la actual crisis económica, significa ahondar en sus causas, hasta cuestionar, porque no, la convencional idolatría de una libertad de mercado que no reconozca ni la necesidad de límites a la especulación del dinero, ni la necesidad de repensar el mismo sistema desde la misión propia de la economía, que no es servirse a sí misma, sino al ser humano, a su dignidad, integridad y felicidad auténticas.”
A estas palabras una persona le ha contestado así:
“Maria74619 Dice:
5-24-2009 @ 9:21 Señor Bru, cuan equivocado está usted. Mi familia es católica, va a misa, yo no, ni creo ni nada, pero escucho la cope y como solo escuchamos la cope, nos tragamos el espejo. Ni siquiera mi familia lo soporta. Nos cae bien la iglesia, los buenos, sin embargo somos conscientes que es el mayor nido de sociatas y prosociatas del pais. Su “cambio”, que para otros es una “claudicación” cobarde, pondrá de manifiesto como la iglesia está impregnada del totalitarismo ideologico que los socialistas practican. O se cree en la libertad o no se cree, y ustedes creen en la libertad borbonita. Dejan a mucha gente huerfana y sin apoyo moral, pero no creo que corran a la iglesia a buscarlo, ni marquen la casilla. Al igual que no votaré PP hasta que no rectifiquen, tampoco marcaré la casilla ni incitaré a ATEOS a hacerlo. Gracias Bru, su disputa con Cesar Vidal y Federico me ha mostrado como los cuatro que comiais de ellos, os los habeis comido. Dios no bendecirá ordenadores, pero tampoco ha bendecido actos de infamia. Esperaremos, Dios es paciente, pero al final, apoyará a los buenos, siempre lo ha hecho, jajajaja, o no?
PD: “Por qué soy cristiano” de C.Vidal es mas leido que oyentes sumados tiene usted a lo largo de todo un año. Que ascazo me da el Opus Dei y el resto de masones. Estais llenitos.”
Nosotros acabamos dejando constancia de la locura de perseguir la utopía de encontrar unos comunicadores “libres de ataduras idelógicas” solamente la tienen los ausentes de esta tierra. Porque toda persona es fruto de su educación, de su evolución vital, de su manera de pensar, y desear encontrar comunicadores limpios como el jaspe, es como querer tapar el sol con un dedo.
Tomás de la Torre Lendínez