El Corazón de Jesús y el año de la santidad sacerdotal
Un principio clásico en comunicación es: lo que no se escribe en la prensa, no se habla en la radio, no se ve en televisión, ni aparece por internet, es que interesa poco o se desea, desde la empresa de comunicación, que no tenga eco ninguno.
Llevo unos diez días observando el seguimiento informativo sobre el fin de semana conmemorativo del nonagésimo aniversario de la Consagración de España al Sagrado Corazón de Jesús, que se inicia mañana en el Cerro de los Ángeles. He notado que la izquierda eclesial aposentada en sus propias terminales mediáticas han optado por el silencio absoluto. Y en el resto he encontrado de todo un poco.
En la izquierda religiosa, solamente una persona, llega hasta confundir la devoción al Corazón de Jesús con el clásico patriotismo español. En el lado contrario están los que cuentan quienes son los obispos que irán a la misa del domingo próximo en el Cerro de los Ángeles.
En el centro, la prensa seria y responsable, está aportando una actualizada devoción al Sagrado Corazón de Jesús, destacando su teología, sus prácticas de piedad, su relación con la historia española, su entramado con la próxima beatificación del padre Hoyos.
Y lo más importante es que hoy, festividad litúrgica del Corazón de Jesús, el Papa ha deseado que él y todos los obispos del mundo abran el año de la santificación de los sacerdotes, teniendo como telón de fondo el aniversario del santo cura de Ars, patrón de todos los sacerdotes del mundo.
Para quien firma estas líneas, la carta que el Papa ha dirigido a todos los sacerdotes con motivo de esta efemérides es una obra maestra de cómo debe ser el cura de hoy y mañana, siguiendo a la persona de Cristo, Sumo y Eterno Sacerdote.
Recomiendo su lectura, su reflexión, su meditación, y ruego a todos que pidamos por los sacerdotes actuales y del futuro, que somos vasijas de barro en manos del alfarero, el Señor, nos dejemos moldear por sus manos y por los sentimientos que emana de su Sagrado Corazón.
Así se puede entender, con responsabilidad, todos los actos que tendrán lugar en el Cerro de los Ángeles, junto a la histórica imagen del Corazón de Cristo.
Tomás de la Torre Lendínez