Los pioneros en la red en el 95
Tal día como hoy, en el año 1995, Microsoft lanzó su sistema operativo Window 95. Desde aquella fecha el mundo de la informática pegó un cambiazo impresionante. La red de Internet entró en la casa de algunos iluminados que, ni siquiera sospechabamos a donde nos llevaría aquella aventura.
Pudimos navegar, a través de Infovía, el único colector de salida al exterior de la casa de cualquier particular. La lentitud de los medios y de los aparatos ya es legendaria. A veces, tenía uno que confesar, soto voce, que era un “internauta", algo que parecía un pecado nefando. Los oyentes se lanzaban a preguntarte y la casa de uno era una posada y una parada para convencer a los tibios, a los incrédulos y a los valientes que apostaron por crear las primeras páginas webs de las parroquias, obispados….
Ahora, monseñor Claudio Maria Celli, Presidente del Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales, ha hablado sobre la era digital, en donde vivimos ahora mismo. Y afirma tajante:” Las tecnologías digitales con sus aplicaciones en Internet que configuran la sociedad actual, deben promover y defender, por encima de todo, la naturaleza y dignidad del ser humano, asegurando su adecuado desarrollo a través de la comunicación real, la verdadera amistad y el diálogo honesto.”
Al señalar que estas realidades poseen “grandes posibilidades y grandes límites", el presidente del mencionado dicasterio afirma que cuando el Papa “expresa su aprecio positivo por las nuevas tecnologías no es un ingenuo, pues no olvida las dificultades y problemas que estas tecnologías pueden crear".
Un ejemplo lo tenemos en este vídeo:
En este sentido apunta tres aspectos:
La primera referencia, “es el valor de la persona humana. El Papa también para este propósito no es ingenuo y sabe muy bien qué cosas circulan en las grandes redes de la comunicación. Por ello dice que se debe tener cuidado con palabras e imágenes degradantes para el ser humano, cerrar el ingreso a lo que alimenta el odio y la intolerancia, lo que agrede la belleza y la intimidad de la sexualidad humana".
“La segunda dimensión es el diálogo entre personas de países, cultura y religiones diferentes. Un diálogo que no es un esconder quiénes somos, porque no sería eso algo respetuoso para con la persona con la que dialogamos. Pero es un diálogo atento y respetuoso que busca sinceramente la verdad. Creo que el hombre puede encontrar la plenitud de su vida, sabiendo que la vida no es una línea recta por donde caminar, sino un continuo itinerario para buscar lo verdadero, lo bueno y lo bello".
Al hablar de la tercera dimensión del mensaje, la amistad, monseñor Celli explica que “en el nuevo vocabulario de las redes digitales es un término que se contrabandea fácilmente".
Seguidamente el Arzobispo se refirió a la presencia de Benedicto XVI en Youtube e indicó que “el Papa deseaba estar presente en un diálogo respetuoso de los hombres que se encuentran, no para confundirse, no para diluirse, ni anularse; sino para que su presencia sea un momento sincero de diálogo".
Si hace catorce años, los pioneros en la red, hubieramos encontrado una autoridad vaticana tan importante en el mundo de los medios de comunicación, como monseñor Celli, afirmando lo anterior, hubieramos creido que soñabamos despiertos.
Acabamos afirmando que la Iglesia siempre debe estar en la vanguardia de las comunicaciones sociales. Es algo esencial en su misión evangelizadora y salvadora hasta el último rincón de la tierra.
Tomás de la Torre Lendínez