La espiritualidad en los Seminarios de España
A partir de mañana comienza en Madrid un cursillo para superiores de los seminarios mayores de España. El objetivo general es: Psicología y dirección espiritual en la formación de los futuros sacerdotes. Se nota que estamos en el Año de la Espiritualidad Sacerdotal, organizado por el Papa Benedicto XVI, quien a diario está recordando la necesidad de una recta formación espiritual en la vida de los presbíteros.
Esta vida espiritual debe prepararse desde los mismos seminarios, donde se forman los futuros sacerdotes. En la educación influye hondamente una sabia dirección espiritual de los candidatos a ser curas realizada con una adecuada forma psicológica de atención individualizada a los varios alumnos del seminario.
El objetivo general del cursillo es: proporcionar algunos criterios y medios para garantizar una adecuada una formación humana y espiritual de los futuros sacerdotes.
Las ponencias que se van a impartir son las siguientes: Orientaciones para el uso de las competencias de la psicología en la admisión y en la formación de los candidatos al sacerdocio; la psicología en los procesos formativos; y la dirección espiritual en los procesos formativos. Los respectivos conferenciantes son profesores y asesores de la Comisión Pontificia de la Educación Católica de Roma.
Se intercalan en el programa mesas redondas con personas dedicadas directamente en la formación de los seminaristas, por ejemplo: rectores y directores espirituales de seminarios de varios puntos de España. Desgraciadamente nadie de Andalucía.
El último día habrá una mesa redonda que presidirá don Enrique Rojas, doctor en psiquiatría, con el que podrán dialogar todos los presentes en estas jornadas, que están organizadas por la Comisión Episcopal de Seminarios y Universidades, dependiente de la Conferencia Episcopal Española.
Nosotros recomendamos a los lectores que pidamos al Señor por el fruto de estas jornadas a celebrar en Madrid. Y que los asistentes saquen en claro que un seminarista sensato humana y espiritualmente será un sacerdote sensato y entregado a su misión pastoral en la Iglesia del Señor.
Tomás de la Torre Lendínez