Las quinielas no se detienen. Los nombres que barajan en Cope para dirigir La Mañana pasan y pasan. Desean encargarlo a alguien con prestigio, dado el fracaso estrepitoso de Nacho Villa, que era el primero menos apto para cubrir el hueco de la salida de Federico. Tras tirar la toalla el señor Villa, el gerente económico de la cadena busca y ofrece ese puesto estrella de la Cope, y les responden que no.
El último ha sido Ernesto Sáenz de Buruaga, quien no ha decido nada a fecha de hoy. Lo podemos leer pinchando aquí:
Estamos de acuerdo que dirigir La Mañana de Cope, que atraviesa el ERE temporal en sus trabajadores, con el cierre de emisoras por un tiempo, por ejemplo, en Andalucía, no es un plato de buen gusto para nadie.
Pero, hoy, deseamos señalar que dentro de la misma cadena Cope deberían encontrar una persona capaz, que las hay en provincias sobre todo, de dirigir el programa mañanero, dándole un largo margen de confianza que le sirva de preparación para competir en las mañanas radiofónicas de España.
Creo que está siendo un error buscar una estrella rutilante que desee montarse en un caballo viejo y cansado, sabiendo que va a ser el último de la carrera, ante los corceles tan impetuosos que tiene la competencia.
El “error Villa” ha sido que se montó en un caballo sin haberse montado en su vida sobre un équido, solamente lo conocía de las películas del oeste americano. El fracaso ha tenido un saldo de cerca de un millón de oyentes perdidos de las ondas de Cope.
Por el contrario, si se buscase entre el personal a alguien de la propia Casa, que no esté señalado por heridas de venganzas personales, ni busque obtener la gloria del laurel en la inmediatez, ni se haya cambiado de chaqueta ideológica nunca, es probable que con humildad, trabajo, constancia y mucha cultura personal llegue, con el tiempo, a tomar el pulso a la radio mañanera.
He dicho antes “mucha cultura”, porque aquí es donde encuentro la diferencia entre unos y otros. Contar y leer noticias lo sabe cualquiera. Pero opinar sobre las noticias con “cultura amplia personal” eso lo hacen los que tienen esa “cultura” que se extrae de la lectura, del pensamiento propio, de la fidelidad a uno mismo, de saber escribir con soltura, de publicar obras honestas, y de ser, con el tiempo, un profesional de la comunicación radiada.
Lo demás son parches. Y Cope no puede permitirse caer por una cuesta sin frenos. Aún queda tiempo. El gerente económico no tiene un pelo de tonto. Seguro que encuentra la solución dentro de la propia Casa. Adelante don Fernando.
Tomás de la Torre Lendínez