1.06.10

La "media" Memoria Histórica

A bombo y platillo ayer se presentó en Madrid el portal de Víctimas de la Guerra Civil y Represaliados del Franquismo, esta situado en la página web del ministerio de cultura.

La dirección es la siguiente:

http://www.mcu.es/novedades/2010/novedades_Pares_Victimas.html

Una vez más se demuestra que todos los que trabajan en el asunto de la Memoria Histórica o han olvidado, o se les ha perdido por el ciberespacio el nombre y apellidos de aquellos que fueron fusilados, literalmente, por las fuerzas republicanas.

En la nota de prensa con motivo de esta noticia se recoge estas solemnes palabras:

“El Portal nace con el propósito de hacer posible que los ciudadanos y
ciudadanas de nuestro país honren y recuperen para siempre a todos los que
directamente padecieron las injusticias y agravios producidos por motivos
políticos, ideológicos o religiosos.”

He introducido en las ventanas correspondientes nombres y apellidos de personas, que fueron masacradas en el bando republicano. No aparecen ningún vestigio de de ellos.

Ante este asunto, en el diario elmundo.es la noticia se presenta de esta forma:

http://www.elmundo.es/elmundo/2010/05/31/espana/1275323998.html

“Los datos personales de 750.000 víctimas documentadas de la Guerra Civil española de ambos bandos figuran en el portal digital ‘Víctimas de la Guerra Civil y Represaliados del Franquismo’, que ha sido incorporado a la página web del Ministerio de Cultura (www.mcu.es).”

Yo me pregunto: ¿De ambos bandos?. Respuesta: No.

Por favor que no sigan engañando. Ya está bien. Dejemos a los muertos de todos los bandos descansar en paz. Se lo merecen después de setenta y cinco años.

Tomás de la Torre Lendínez

31.05.10

Los curas en Internet: resultados de la encuesta

Hoy se han presentado los resultados de la encuesta realizada a todos los sacerdotes del mundo sobre el uso pastoral de Internet.

La noticia se puede leer pinchando aquí

Una de las conclusiones que he extraido es que solamente hemos contestado a la encuesta un poco más del uno por ciento de los curas del mundo.

Todavía falta mucho camino para que los sacerdotes estemos en el mundo digital. Al menos eso pienso yo. Loa amigos lectores es posible que vean algo más,

Tomás de la Torre Lendínez

Los obispos deben impartir la Confirmación

Ha terminado el tiempo pascual, fechas en las que todas las comunidades cristianas colocan el día para recibir el sacramento de la Confirmación. La mayoría de los receptores suelen ser chicos de cuarto de secundaria, que vienen preparándose desde que acabaron su primera Comunión.

Hoy nos vamos a fijar no en el sujeto del sacramento, sino en el ministro del mismo. Según la normativa litúrgica y el Código de Derecho Canónico debe ser el obispo diocesano el celebrante principal, el cual puede delegar en algún sacerdote colaborador directo, como un vicario general o episcopal.

Y aquí es donde está la clave pastoral. ¿Qué interesa más al pastor diocesano estar fuera de la diócesis en tales o cuales reuniones siempre necesarias o no, o acercarse, con una agenda apretada, a impartir un sacramento que le es propio a las comunidades cristianas para conocer a sus ovejas?.

Son muchas las parroquias que pierden una ocasión de oro, cuando el obispo del lugar envía a un vicario en sustitución suya. Opino que en la agenda pastoral de cualquier obispo debe primar más el acercamiento directo a los jóvenes que se confirman y a sus familiares. Creo que, en la misma Eucaristía, durante la cual se imparte el sacramento de la Confirmación, puede dar como fruto valioso y milagroso que algunos de esos chicos no se pongan al día siguiente en la pendiente de la “apostasía” que muchos pastoralistas, con mucha razón, suman a la recepción del propio sacramento.

Seamos, todos, consecuentes: la Iglesia particular, la diócesis, tiene una única cabeza: el obispo, sucesor de los apóstoles, quien impartiendo la Confirmación puede hacer mucho bien pastoral a todos. La experiencia nos lo demuestra y la historia lo confirma.

Claro, entonces, se necesita que los obispos sean más pastores que dirigentes de una empresa; más cercanos que alejados; más padres que personas desconocidas; más obispos del lugar que viajeros por otros sitios por equis motivos.

Dejo aquí esta real situación que se encuentra en cualquier diócesis. Los comentarios de los lectores enriquecerán mucho más este post. Muchas gracias.

Tomás de la Torre Lendínez

30.05.10

Los contemplativos: el Valle de los Caídos

Artículo publicado hoy en el Diario Ideal, edición de Jaén, página 29

A la altura de la solemnidad de la fiesta de la Santísima Trinidad
que es hoy, la Iglesia en España se acuerda de unas personas, más
mujeres que hombres, que fueron llamados por Dios a seguirle dentro del
claustro de un monasterio. Son los monjes y monjas de clausura o de
vida contemplativa, quienes con su trabajo y oración buscan a Dios, su
propia santidad y rezan por el resto de las personas que estamos fuera
de los muros de su convento.

Es cierto que las vocaciones a esta vida religiosa no son numerosas
en estos tiempos. Aunque sí existen monasterios que se mantienen en un
nivel realmente positivo. Estoy siguiendo, durante los últimos meses,
la vida de los monjes benedictinos de una comunidad concreta.

Estos hijos de San Benito, que fue su fundador, siguen la conocida
Regla resumida en la siguiente sentencia: Ora et labora. Disponen el
horario del día distribuido en tres tramos: ocho horas para trabajar
en su estudio y vida intelectual; ocho horas para su encuentro don Dios
en la oración y en el rezo del Oficio Divino; y las últimas para el
descanso del cuerpo y del alma.

El santo patrono de Europa, San Benito les pide a sus hijos que se
consagren a Dios con los votos de pobreza, castidad y obediencia. Les
suma un cuarto voto: la stabilitas loci, es decir, la permanencia en el
lugar, la estabilidad en el monasterio en el que vivan hasta el final
de sus días.

De esta manera, vive la comunidad benedictina a la que me refiero
desde hace cincuenta años que crearon el monasterio o abadía. Han
contribuido a mantener una escolanía muy famosa por sus voces blancas
que han cantado en la liturgia monástica y han grabado discos de canto
gregoriano.

Además, poseen dentro una rica biblioteca que se ha ido actualizando
progresivamente, sobre todo con las propias publicaciones, que los
religiosos han escrito, tras horas de investigación en archivos de
facultades de Teología, de Historia y Liturgia. Muchos de ellos son
profesores invitados a impartir cursos en diversas universidades de
España y de fuera, donde se los rifan por su profundo saber y
conocimiento de su propia especialidad intelectual dentro del
pensamiento cristiano.

Esta comunidad monástica es un lugar a donde acuden muchos cristianos
buscando a través de la dirección espiritual llenar sus vidas de la
gracia de Dios por la recepción del sacramento de la Penitencia y por
la participación en la Eucaristía tomando el Cuerpo y la Sangre del
Señor. Otros han acudido solamente a visitar aquel lugar por su
historia y su arte moderno. Medio millón de visitantes han llegado
anualmente.

De pronto, alguien de la cúpula del poder ha decidido poner una
entrada a cuentagotas a la Abadía Benedictina de la Santa Cruz del
Valle de los Caídos, justificando unas reparaciones en la Piedad que
corona la entrada a la Iglesia. Y en esas estamos a fecha de hoy. Los
monjes de allí siguen rezando a Dios por todos, a pesar de todo.

Tomás de la Torre Lendínez

De la prensa a la música coral en el Sacromonte

En el marco de los actos organizados con motivo del IV Centenario de la Fundación de la Abadía del Sacromonte, de Granada hoy domingo 30 de mayo tendrá lugar un concierto de música sacra en la Abadía del Sacromonte, titulado “Espiritualidad sacromontana”.

El Coro litúrgico de la Abadía del Sacromonte, que dirige el sacerdote diocesano y canónigo D. Jesús Blanco Zuloaga, será el encargado de ofrecer este concierto, que tendrá lugar a las 12:30 horas, en la Iglesia Colegiata, tras la Eucaristía. La entrada es libre.

D. Jesús Blanco introducirá cada pieza musical con una explicación. El programa musical comprende: “Gaudeamus omnes” (gregoriano), Himno Laudes San Cecilio” y “María Magdalena” (J. Blanco), “Ave María” (Victoria), “Ecce panis” (J. A García), “O salutaris” (Ruiz Aznar), “Envía tu Espíritu” (A. Peinado), “Cielos lloved” (L. Deiss), “Cómo podría…” (con letra de F.R. Ratia y música de J. Blanco), “Un prodigio, pastores” (anónimo), “Miserere” (Otaño) y “Subir al Sacromonte” (con letra de A. Pérez Casanova y música de A. Peinado).

Hace unas semanas, aquí en El Olivo, dejé escrito que el señor Blanco Zuloaga era uno de mis maestros. En aquella fecha presentaba un libro con sus últimos artículos de prensa, a la que abandonaba por motivos de una afección ocular.

Hoy, es noticia porque hace la introducción a cada pieza musical del concierto de esta mañana en la abadía sacromontana. Admiro mucho a los curas que trabajan hasta el último suspiro. Son curas todoterreno. Se les cierra una puerta y abren otras tantas para seguir con las manos puestas en el arado sin poner la vista atrás, sin rendirse ante ninguna dificultad.

El sentido clásico de su formación le lleva a don Jesús Blanco a encontrar, ahora en la música y sus comentarios, el servicio pastoral e intelectual que lleva dentro.

Esperemos que el acto sea un éxito musical, pastoral y espiritual.

Tomás de la Torre Lendínez