Un autobús circula con un cadáver todo un día sin que nadie lo note
Paso unas horas en la sala de espera del odontólogo. Para matar el rato le doy un vistazo a un folleto gratuito de compras y ventas y demás informaciones de estos medios de información. Leo una noticia que me deja helado con el siguiente título y texto:
“Un autobús circula con un cadáver todo un día sin que nadie lo note”
“La Fiscalía de Magdedubrgo, este de Alemania, confirmó que un autobús de línea de la ciudad viajó con el cadáver de un hombre durante horas sin que nadie se apercibieran de ello.
La noticia la ofrece el popular tabloide “Bild", que asegura que los chóferes de los dos turnos se dieron el relevo ya con el cuerpo en el interior del autobús.
Tampoco ningún pasajero de los que subían y bajaban, adviertieron que el hombre habia fallecido.
El periódico asegura que el hombre sufrió un ataque al corazón poco después de subir al vehículo. El caso se produjo en el mes de marzo, informó la Fiscalía, pero no fue difundido hasta ahora".
Conforme pasaban los minutos me preguntaba en que sociedad estamos, en la que nadie nota que un cadaver está sentado en un autobús de línea.
¿Tanta insensibilidad hemos perdido en esta Europa vieja y casi atea?. ¿Ni siquiera los conductores al cambio de turno pudieron observar a un hombre muerto sentado en su asiento?
Cuando me llega el momento paso a la revisión dentaria. Lo comento con el doctor, quien con toda serenidad me dice que algo parecido ocurrió en su sala de espera, la diferencia estuvo en que el posible “muerto” se había dormido plácidamente y fue despertado por el mismo médico.
Y termina el ondontólogo afirmando que nadie se había percatado del sueño del cliente.
He salido de allí reafirmándome que esta sociedad ha perdido un montón de valores humanos y cristianos, que solamente los podemos sembrar los seguidores de la persona de Jesús de Nazaret.
Tomás de la Torre Lendínez