Quien titula una mentira no merece ser leido
Cuando dos o tres desquiciados emiten un comunicado contra tal o cual acontecimiento eclesial, los focos televisivos y los micrófonos buscan el protagonismo al precio que sea. La presentación de estos ilusos, por parte de los medios adictos a meter el dedo en el ojo de la Iglesia de Cristo, salen a todo trapo titulando así:
TODOS LOS CURAS DE UNA DIOCESIS ESTAN CONTRA SU OBISPO
Cuando uno se entera tranquilamente de esa “exclusiva” copiada de un diario de papel, y cuando uno echa mano del teléfono buscando a compañeros para verificar ese total levantamiento clerical contra su obispo, encuentro que la mentira es como una catedral.