El tesoro del secreto del sacramento de la confesión
El gobierno de Irlanda lleva tiempo hablando de legislar contra el secreto de la confesión en los sacerdotes y obispos, quienes rompiéndolo delaten a los pederastas que se hayan confesado con ellos. El político irlandés, cuyo nombre no deseo escribir, es un bravucón del oeste americano con dos pistolones al cinto metiendo miedo a todo lo que se mueve dentro de la cantina sobre cuyo mostrador está echado.
Desde aquí le emplazo a que proponga esa ley lesiva de la libertad de conciencia individual cristiana, y perderá el gobierno en las siguientes elecciones. Le emplazo a que presente ya el proyecto de ley, y se deje de soltar bravuconadas en emisoras de radio de su país.
El secreto de la confesión sacramental ha sido siempre un tesoro que han deseado arrebatar los perseguidores de la Iglesia a los sacerdotes antes de llevarlos al pelotón de fusilamiento. Nunca lo han conseguido conquistar.