La “iglesia caótica”
El mundo de la Red de Internet es un saco de sorpresas. En vez de unir separa. En lugar de anhelar la unidad y la verdad, se trabaja por la implantación de la envidia y el disparo a los hermanos en la misma fe dentro de la comunidad de la Iglesia Católica.
Han parido una “iglesia caótica” a modo de infierno cibernético donde pasan los que no son de la cuerda equis, donde arden las fobias impropias de alguien que dice ser cristiano. Es el “caotismo”, un privilegiado mirador desde donde vigilan y viven como aves carroñeras de los trozos de caza que un transeúnte deja, o un opinador cuelga en la Red.
Por esa línea “caótica eclesial” es mejor no encontrarse, aunque sus prebostes llevan a quienes son blanco de sus tiros digitales, a quienes, a veces, desean disparar con fuego real, porque, rápidamente, hacen burla, escarnio, farsa y parodia de un cualquier inocente que firma con su nombre y apellidos.