La vejez de los curas y los militares
En tiempos de crisis la imaginación humana vuela muy rápido para encontrar solución a las personas impedidas, solas, enfermas y ancianas. En el campo eclesial Cáritas y sus servicios son ejemplares.
En el campo civil, toda iniciativa que nazca bienvenida será para los beneficiados.
Siendo joven seminarista, acudí con mis padres a visitar la casa de un teniente retirado del Ejército Español, viejo amigo de mi familia. Vivía solo. No tenía descendencia. Una asistenta iba por las mañanas unas horas.
En el transcurso de la conversación, espetó esta frase dirigida a mí:
- ¿Te has dado cuenta que has elegido una vocación que te llevará a pasar una vida de soledad y una vejez de mayor soledad?. Porque la vejez de un sacerdote y un militar es de las más tristes que conozco.
Un capotazo largo de mi padre me sacó de aquel callejón sin salida y sin respuesta.