Cuando defendí a César Vidal estaba cegato
Ayer domingo recibí el sacramento de la Penitencia, con motivo del aniversario de mi ordenación sacerdotal.
Un lector, avispa que aparece y se marcha, me ha dejado este correo electrónico:
“Para estar contento debe usted pedir perdón por su defensa de César Vidal. Se lo llevo rogando hace largo tiempo.”
Tiene razón. Aquí dejo escrito mi arrepentimiento por haber defendido a un enemigo de la Iglesia Católica, ya sin máscara, sino con un florete en la mano con el que semanalmente hiere a todos los católicos españoles.
¿Qué escribí sobre este persona tan pesadamente hiriente contra los católicos?. Pueden leerlo. Está en la hemeroteca de este portal. Era el 17 de agosto de 2010.