El obispo Piris desea irse de Lérida
Solamente una vez he hablado con el obispo Piris, ordinario de Lérida. Mantuve una conversación sobre su vinculación a la pastoral en los medios de comunicación social. Saqué en claro que no tenía las ideas claras sobre un asunto tan importante.
Su extracción valenciana de origen, cuando en esa tierra salían obispos como amapolas en los trigales verdes primaverales, fue tardía. A monseñor Piris le quedan dos años para jubilarse ante lo mandado por el Código de Derecho Canónico.
Ahora se ha reunido con los medios de comunicación y ha demostrado su impericia pastoral para estar con la tropa periodística. La confesión de este valenciano residente en Lérida, pasando antes por Menorca, está llena de contradicciones y de unas ganas de salir corriendo de Lérida que si pudiera lo hacía mañana mismo.