Dos católicos, uno parlanchín, otro reza y calla
La actualidad nos trae dos figuras. Son dos católicos. Uno de ellos habla en demasía. El otro calla y reza con gran silencio. Cada uno está en su derecho de parlar o cerrar la boca, según le convenga. Son adultos y conocen sus propias responsabilidades.
El primero se trata del exembajador de España ante la Santa Sede, don Francisco Vázquez, católico confeso, militante del partido socialista, quien está aburrido pues esperaba ser nombrado Defensor del Pueblo, pero los miembros de su militancia política le han cerrado la puerta de ese cargo.
El segundo es don Carlos Dívar, presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial, católico callado, fervoroso miembro instituciones eclesiales. Ha sido denunciado por utilizar dinero público en viajes privados. La Fiscalía no había visto ninguna irregularidad y había archivado el caso. Ahora una asociación donde prima el laicismo más visceral contra todo lo cristiano le ha puesto una denuncia en el Tribunal Supremo.
Veamos ambos casos con detención.