InfoCatólica / Tomás de la Torre / Archivos para: 2009

10.04.09

El profesor Calleja abandona RD

El señor don José Ignacio Calleja Sáenz de Navarrete, profesor de la facultad de teologia de Vitoria, donde imparte la asignatura de Teologia Moral Social, y que ha publicado: “Discurso eclesial para la transición democrática (1975-1982)”
Victoriensia 51
“Ética y sociedad. Homenaje al profesor Rodríguez de Yurre”
Victoriensia 52.
Ha tomado la decisión de abandonar Religión Digital. El mismo señor Calleja lo explica así en su blog:

“Amigos y amigas, cuantos os habéis asomado a La mirada samaritana desde el 21 de marzo de 2007, me habéis acompañado con vuestras opiniones y con el rastro de vuestras entradas, hasta hoy. Han sido dos años, a razón de seis u ocho colaboraciones al mes. No las he contado, pero calculo que unas 150 intervenciones. El que haya querido, ya me conoce.
Hace tiempo que vengo dándole vueltas a este compromiso con Religión Digital y estimo que ha llegado la hora de dejarlo aquí. La razón más inmediata es sencilla.

Me distrae demasiado de otros compromisos que considero más importantes y hasta “debidos” para mí; pienso en la vida universitaria, y pienso en mi encargo pastoral. Otras razones podrían dar más empaque a esta salida, pero temo caer en el peor de los ridículos, el de la presunción. Es tan sencillo como eso.

Agradezco mucho a Religión Digital, particularmente, a José Manuel Vidal, su invitación para colgar La mirada samaritana en esta página. Supongo que, de vez en cuando, volveré a contar con su acogida en comentarios de ocasión.
Profesor Calleja

Agradezco más si cabe la entrada de aquéllos que han dejado sus comentarios. Creo que he respondido a todos y, en ocasiones, extensamente. Demasiado, tal vez. A algunos en concreto, debería haberlos conocido personalmente para hacerles ver que no pienso como ellos, pero sí veo bien que me critiquen. Nadie es buen juez en su causa.

He defendido una idea razonada, ¡y creo que no me la invento a la medida de mis gustos personales!, sobre las preferencias del Evangelio; especialmente de su amor por los pobres, los sencillos, los compasivos y los pecadores, y a ella he dicho que quisiera atenerme; corregido desde ella por otros hermanos en la fe, y urgido a proponerla ante todos, si la sintiera olvidada donde fuese; en el mundo, desde luego; en la Iglesia, si preciso es.
Gracias a todos, amigos y amigas. Un abrazo.
José Ignacio Calleja Sáenz de Navarrete”

Religión Digital que conquista a obispos y cardenales, nacionales y extranjeros, para que cuelguen sus homilías o cartas pastorales, ahora se queda sin el blog del profesor Calleja.

Ante esta ausencia, seguramente saldrá otro brillante fichaje para que este portal siga adelante. Claro, sin pedir la salida de Federico y César, algo que lo han conseguido ellos, siempre yendo detrás de la información, que daban otros por delante.

Tomás de la Torre Lendínez

9.04.09

Una noticia buena para todos

A los penitentes que se visten de nazareno, a los que portan a su imagen venerada bajo el trono, como costaleros, o anderos, a los que tocan la trompeta o el tambor, a los que rezan detrás de Cristo en la cruz, a los que van descalzos en la procesión por una promesa personal o familiar, a los que llevan una vela y se llenan de sus manchas, a las personas que se visten de mantilla y llevan luto, a los caballeros legionarios, a los agentes de la guardia civil, a los agentes de policia nacional o local, a todos los que componen una procesión de penitencia….

A los que se han quedado con Cristo sacramentado en el monumento de su iglesia, a los que están participando en la hora santa, a los que estarán de rodillas mucho rato ante el Sagrario, a los que han estado en los oficios religiosos de esta tarde de Jueves Santo, a los enfermos que están siguiendo las procesiones por la televisión en sus casas, a las personas hospitalizadas por cualquier motivo, a los que estén solos en sus casas, a los moribundos, a los que duermen al raso en el centro de Italia victimas del terremoto, a los que mueren de hambre, a los que pasan sed, a los que están conduciendo su coche por la carretera, a los que esta tarde no les dice nada y es un jueves más….

A todos los nuevos ministros del gobierno que no se han ido de vacaciones, a los millones de personas paradas laboralmente, a las madres que se parten las manos de trabajar para alimentar a sus hijos, a las mujeres que sufren maltratos físicos o psíquicos, a los niños con deficiencias mentales o físicas, a las madres embarazadas, a las personas que han abortado un hijo que venia a nacer, a los que maquinan como hacer daño a la humanidad con nuevas armas de destrucción…..

A toda la Iglesia, a toda la humanidad: la noticia de hoy es que Cristo acaba de instituir la Eucaristía, el pan que ya no es pan, sino su Cuerpo, y el vino que ya no es vino, sino su Sangre. Lo ha hecho porque nos quiere tanto que ha deseado quedarse con nosotros, con todos sin excepción alguna, para que comamos la Eucaristía y la fe, la esperanza y el amor de cada uno pueda agrandarse, y podamos volar con el corazón y los sentimientos más humanos y cristianos a consolar al triste, alegrar al alegre, alimentar al hambriento, visitar al encarcelado, compadecer al enfermo, vestir al desnudo….sabiendo en el final de otra tarde seremos examinados en el Amor y por el mismo Amor, que hoy se entrega por nosotros para nuestra salvación.

Tomás de la Torre Lendínez

Colecta por los Santos Lugares

La Semana Santa vivida en Tierra Santa me impactó para siempre. Una observación recogida y grabada a fuego en mi corazón fue: la progresiva bajada del número de cristianos con nacimiento y domicilio en las diferentes ciudades situadas en el país de Jesús. De una fecha a otra los cristianos han emigrado a otros paises. Hoy son una minoría con vertiente descendente sin parar.

Los motivos de esta siuación son varios. El primero es el crecimiento fuerte del judaismo y de la abundante población que llega de fuera a las colonias de asentamientos israelíes. El segundo es la gran implantación de la religión musulmana y su altísimo nivel de natalidad. El tercero es la situación de convivencia casi bélica existente entre los judíos y los palestinos. El cuarto ha sido el levantamiento del muro que separa la parte israelí de la palestina.

Por todos estos motivos, y varios más, la población joven cristiana se encuentra amparada por los padres franciscanos, custodios de los Santos Lugares, y varias organizaciones no gubernamentales que trabajan para que la comunidad cristiana permanezca en Israel. Los oficios litúrgicos del Triduo Sacro congregan en los santuarios a una minoría cristiana y una mayoría de peregrinos, procedentes de todo el mundo, que desean vivir el Misterio Pascual del Señor en la tierra donde tuvieron lugar los hechos históricos que conmemoramos los cristianos estos días.

Cuando mañana, en España, celebremos los oficios religiosos de la Muerte del Señor en la Cruz, la colecta que se hace es para mantener las necesidades de los Santos Lugares, tanto en todos los edificios de los diversos santuarios, como en ayudar a la comunidad cristiana a formar cooperativas y similares para que el trabajo no falte y se abandone la tentación de buscar mejores espacios laborales fuera de Tierra Santa.

Cuando se está en Israel se oye esta frase en boca de todos, padres franciscanos y laicos: “El día que no existan cristianos en el país de Jesús, los diversos santuarios se convertirán en museos, que solamente se abrirán cuando lleguen los peregrinos y turistas".

Por lo tanto, desde aquí podemos ayudar a nuestros hermanos de los Santos Lugares. La manera prática es siendo generosos en la colecta de mañana en los oficios litúrgicos de la tarde del Viernes Santo.

Tomás de la Torre Lendínez

8.04.09

No el diez, sino el treinta por ciento

En la última Cena del Señor con los apóstoles, éste instituyó dos sacramentos esenciales: la Eucaristía y el Sacerdocio. Los doce, presentes en el Cenáculo, comulgaron por primera vez en sus vidas y además fueron constituidos los primeros obispos de la naciente Iglesia, asentada sobre la roca de Pedro, quienes tras pasar por todo el drama de la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor y la siguiente Ascensión a los cielos, llegó el día de Pentecostés, la Pascua del Espíritu Santo, donde recibieron, en forma de lenguas de fuego, la fuerza del Espiritu del Señor para evangelizar hasta el último confín de la tierra.

En estas fechas, varios obispos han rogado a los sacerdotes suyos, colaboradores en el ministerio pastoral de sus diócesis, que, ante la crisis tan enorme que vive España, sean generosos y solidarios con los que sufren y aporten el diez por ciento de sus sueldos para que se canalicen en favor de los más necesitados.

Esta petición es muy interesante, porque seríamos los sacerdotes, los primeros que de modo real, libre y colectivo, dieramos esta cantidad para los sufrientes de la crisis económica que asola y quema a muchos españoles.

Pero, el hecho es que ya hace mucho tiempo, un buen número de sacerdotes entregan no el diez sino el treinta por ciento de sus nóminas a Cáritas. Aparecen como donativo anónimo. En las comunidades parroquiales no conocen esta donación nadie. Ni tampoco en la administración diocesana. Pero, la realidad es que en España, el número de curas que tienen este gesto de solidaridad ha subido mucho. Solamente lo sabe Dios y la conciencia propia de quien realiza esa obra de caridad y misericordia. En todo caso, solamente el confesor del donante es el despositario de un secreto guardado por el sigilo sacramental.

Nosotros lo publicamos porque es bueno que ante la fecha del Jueves Santo, jornada eminentemente sacerdotal, se conozca que los curas españoles somos unos pobres pecadores, pero también unos libres cooperantes, desde hace años, de la acción caritativa de la Iglesia que es Cáritas, quien está siempre al lado de los más necesitados.

Cuando, ahora, varios obispos han pedido ese gesto a sus sacerdotes es porque, a la vez, estos pastores de equis diócesis también lo hacen sin que la mano derecha sepa lo que hace la izquierda.

A quien lea estas líneas le rogamos, solamente, una oración por los curas españoles. Por todos sin excepción. Gracias.

Tomás de la Torre Lendínez

El padre Bru ha sido amenazado de muerte

Me ha llamado un amigo para indicarme lo que leen ustedes en el título: El padre Bru ha sido amenazado de muerte. Veanlo por sí mismos, está en su blog de cope.es. Corresponde al pasado dia 4. Dice así:

• diosesprovidente Dice:
4-6-2009 @ 19:08
No entiendo que tiene que ver la descripción de la Iglesia, por otra parte intachable, con esas acusaciones sobre las propuestas hechas a un comunicador por una empresa, que son tan dignas y tan legales, tan normales y tan naturales, como cualquier otro tipo de propuesta (que yo sepa aquí nadie se ha cargado a nadie, aunque yo ya he recibido amenazas de muerte por quienes piensan igual que ustedes). No lo entiendo. Y menos entiendo que tiene esto que ver con lo que yo cuento en mi blog, pero esa es la historia de siempre.
• Fandor Dice:
4-6-2009 @ 19:57
A mí estos dobles sentidos, estas segundas intenciones, no me gustan nada en un sacerdote de la Iglesia. Si usted quiere hablar de Federico, ¡hágalo!, pero no lo embadurne con argumentos teológicos.



Comprenda, D. Manuel Mª, que para muchos católicos, oyentes de “La Mañana” no nos son gratas las últimas noticias. No es que crea que Federico es un santo. Se equivocará cien mil veces, como todos (¡Cómo no hacerlo en 6 horas diarias de emisión en directo!). Tampoco creo que tenga nadie que eternizarse en antena pero, tal como están las cosas, no me parece que fuera el momento oportuno para el relevo. Así que no veo los motivos para tomar tal decisión. Salidas de tono y desmanes, los podemos encontrar en otros programas. A cierto colaborador le escuché decir una vez: “¿Es que en esta casa no cagan?” Y lo decía por los obispos, con toda la intención. ¡Caramba si se llega a escuchar semejante cosa en “La Mañana”! ¿No cree?
Dicho sea con todo mi respeto hacia usted como sacerdote, pero así es como veo las cosas.

Por nuestra parte deseamos dar a conocer una situación que seguramente no es conocida por la mayoría de los lectores de El Olivo, que, ahora, serán los que saquen sus propias conclusiones.

Tomás de la Torre Lendínez