El libro del Papa convierte a Gala en su vocero
Ayer tarde me embaulé todo el libro titulado Corrupción y Pecado, escrito por el cardenal Bergoglio, cuando estaba al frente de la sede de Buenos Aires. Ha sido publicado por la biblioteca del diario El Mundo. Iba encartado con el ejemplar de ayer.
Antonio Gala, en La Tronera, en la páginna 22 del diario El Mundo, de ayer, que siempre ha sido su trinchera para disparar a toda la Iglesia Católica, durante muchos años, me dejó perplejo cómo alabó el libro papal y cómo se ofreció al final en ser el “vocero” de todas las siguientes intervenciones que el Papa haga.
A lo largo de 64 páginas, el actual Papa Francisco, hace un alegato contra la corrupción como final de una contumacia en el pecado. Tiene un lenguaje muy sencillo, elegante, coloquial y entretenido.
Usa las fuentes bíblicas necesarias, cita al teólogo Laurentin, y al cardenal Henri de Lubac. Las notas a pie de página aclararan, igual, las citas del libro de los Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola.
¿Qué conclusiones he sacado de la lectura de Corrupción y Pecado?
1.- El telón de fondo de todo el libro es el estado de corrupción impuesto en las tierras argentinas con el peronismo y el posperonismo. No cita en absoluto nada de esto, pero entrelineas hace unas descripciones que están demostrando la atmósfera de la corrupción en el país andino hasta el año 2005, en que está fechado el prologo.
2.- Parte, el cardenal Bergoglio, que el pecador siempre busca el perdón de sus pecados, sabiendo salir de su estado de ofensa a Dios y a los hermanos.
3.- Deteniéndose en la parábola del fariseo y publicano concluye que el fariseo, junto a otros grupos de la época del Señor en tierras israelitas, son el cuadro perfecto de la corrupción de aquella sociedad de hace dos mil años.
4.- Afirma, y lo dice, que puede parecer atrevido, que la corrupción no se puede perdonar porque es la contumacia en el estado de pecado permanente y pernicioso.
5.- Hace un perfil humano y social de los corruptos, a quienes describe como gentes, aparentemente, normales, pero esclavos del poder contra el resto de los que no tienen nada, porque la trama corrupta roba los caudales del resto de la sociedad.
6.- Aplica, siguiendo al cardenal Henri de Lubac, la corrupción a la gente religiosa: consagrados, sacerdotes y obispos, a quienes retrata con lápiz rápido y contundente, viviendo en la llamada por de Lubac, en “la mundanidad espiritual como un paganismo disfrazado eclesiásticamente”.
7.- El final es una llamada a la esperanza, que nunca defrauda, porque el Señor nunca se cansa de llamar.
Conclusión
Recomiendo la lectura del libro Corrupción y Pecado. Se lee de un tirón y con gancho literario que subyuga al lector.
Si, como parece, ha convertido a Gala, puede servir para remover las conciencias de muchos corruptos que circulan por las calles de la España actual.
A mi persona, confieso, me ha hecho mucho bien espiritual y moral.
Recomendación
Invito a leer la novela titulada:
El hombre que nunca votó
Prologada por don Juan Manuel de Prada
http://marianojv.awardspace.com/novela.html
Tomás de la Torre Lendínez
13 comentarios
Bueno,bien está el final,aunque el camino sea duro,don Tomás.
Un abrazo.
Aunque, claro, reconozco que soy, estoy seguro de eso, demasiado visceral con ciertas cosas y también reconozco que me falta cierto espíritu comprensivo. Pero es que, con ciertas cosas... no puedo.
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-A mi también me parece un poco atrevido decir que la corrupción del dinero y bienes materiales se entiende no se pueda perdonar. A propósito de esto me viene a "Quien blasfemare contra el Espíritu Santo no tendrá perdón ni en esta vida ni en la otra. cuando a Zaqueo subido en la higuera Jesús le dice que vendrá a cenar a su casa.
- Pues al fin y cabo los corruptos de hoy que tan insolentemente gobiernan el pan y la hacienda de los que no tienen, los eligen el "pueblo soberano".
-Claro que si el corrupto en abominable desolación atenta contra la Vida que el Espíritu Santo vivifica en el ser llamado hombre. Entonces el Evangelio es claro. "Quien blasfemare contra el Espíritu Santo no tendrá perdón ni en esta vida ni en la otra." (Mc.3.29; Mt.12,31)
Uno de los motivos por los que dejé de comprar El Mundo los domingos fue porque ese día Gala escupía sus mayores insultos contra Cristo, la Iglesia y el Papa.
¡Ah, si los católicos hubiésemos actuado así desde hace años, dejando de dar dinero a quienes nos insultan, otro gallo nos habría cantado!
Por lo demás, yo recuerdo lo de los pecados capitales, siendo el primero el de la soberbia, pero veo que tendré que comprarme un catecismo nuevo.
Siguen sin entender que el Papa Francisco no es ni "pobre" ni "rico" es el Vicario de Cristo en la tierra, como lo era Benedicto XVI.
Que la corrupción es un pecado igual que redimible que el resto de pecados, por la sangre de Cristo en la Cruz de la que este diario se rie en su ignorancia.
Que el presunto libro no lo habría escrito por el Santo Padre que no ha tenido tiempo, sino, si acaso, por el padre Bergoglio.
Que la derecha masona libertal también estaba muy contenta en 1846 con la elección del cardenal Mastai Ferretti como nuevo Papa, ... y al final acabó siendo el Beato Pio IX, autor del Syllabus.
Jesús vuelve pronto.
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