Nombres de los españoles, vuelta a las fuentes
Buscar un nombre para los niños recién nacidos tenía un rito en las casas de estirpe cristiana española: era elegir el nombre del padre, de la madre, de los abuelos y de los padrinos.
La secularización, la llegada de turistas a España, los viajes a tierras anglosajonas, trajeron las costumbres de extranjerizar los nombres de los españoles, es cuando aparecen como nombre propio lo más raro.
Un compañero sacerdote se encontró con el siguiente caso: una pareja había estado de viaje de novios en las playas de Ipanema en Brasil. Lo habían pasado muy bien. Cuando tuvieron su primera hija desearon bautizarla como Ipanema. Tras la consulta del asunto en el obispado correspondiente, la respuesta fue la siguiente: Debe colocar el nombre de María delante del nombre de la playa brasileña. Los padres salieron haciendo fu como los gatos de la iglesia. En el registro civil la inscribieron como Ipanema.
Ahora se ha publicado un informe, extraído de los datos del INE, de los nombres propios de los españoles, como es muy interesante y está muy claramente expresado cuelgo los datos completos:
“María, Carmen, Ana, Isabel y Dolores son los cinco nombres que más se repiten entre las mujeres de España, al igual que ocurre entre los hombres con José, Antonio, Juan, Manuel y Francisco, según la clasificación difundida por el Instituto Nacional de Estadística (INE) y elaborada a partir de los datos del Padrón Municipal.
En total, en España viven 6.398.966 mujeres que se llaman María, ya sea en solitario o como parte de un nombre compuesto. Esto significa que 267 ciudadanas de cada mil fueron inscritas de este modo, por lo que no sólo es el nombre más común, sino que está muy por encima del segundo más frecuente, Carmen, repetido en 53 de cada 1.000 casos, es decir, en un millón doscientas mil mujeres.
A más distancia se encuentran Ana, el tercer nombre de mujer más habitual, con 824.301 tocayas (34,4 de cada mil); Isabel, repetido en 692.137 ciudadanas (28,9 por millar) y Dolores, con 535.145 (22,3 de cada mil). El ‘top’ ten lo completan 490.145 que se llaman Pilar, 447.440 ‘Josefas’, 443.098 ‘Teresas’, 420.612 llamadas Rosa y 335.410 ‘Cristinas’.
Esto en lo que a nombres simples se refiere, porque si se toma de referencia la clasificación que incluye nombres compuestos el ‘ranking’ varía, convirtiendo en los nombres más frecuentes a María Carmen, María, Carmen, Josefa, Isabel, Ana María, María Dolores, María Pilar, María Teresa y Ana.
De hecho, María y María Carmen son los nombres más frecuentes en todas las provincias españolas excepto en Huesca y Zaragoza, donde es más habitual el nombre de María Pilar, y en la ciudad autónoma de Melilla, donde el número más amplio de mujeres inscritas se llaman Fátima, conforme el desagregado del INE por provincias.
José, entre los hombres
En cuanto a los varones, el equivalente de María es José: España viven 2,89 millones de hombres que llevan este nombre, ya sea su forma simple o en la compuesta (124,4 por cada mil habitantes).
El segundo más habitual es Antonio, con 1,5 millones de hombres (65,6 por millar) y le siguen Juan, que tiene 1,3 millones de usuarios (59,4 de cada mil); Manuel, con 1,3 millones (58,2 de cada mil) y Francisco, con el que se han inscrito 1,2 millones de ciudadanos (52,6 de cada mil).
Entre el quinto y el décimo puesto están 857.437 que se llaman Luis (36,8 por mil), 741.054 inscritos como Javier (31,8), 720.948 ‘Migueles’ (30,9), 655.975 registrados como Ángel (28,2) y un total de 643.344 que responden al nombre de Carlos (27,6 de cada mil).
No obstante, si se toman como referencia tanto los nombres simples como los compuestos, el ránking de los diez más frecuentes está encabezado por Antonio (752.596 varones en España se llaman así) y le siguen José (689.554), Manuel (648.131), Francisco (561.332), Juan (388.323), David (354.156), José Antonio (321.317), José Luis (309.769), Javier (299.226) y Jesús (292.893), que entra en el décimo puesto de la clasificación.
Por provincias, en todos los casos los ránkings están encabezados por José Luis, Antonio, Jesús, Manuel, José o José María, salvo en Navarra, donde el más común es Francisco José y en las ciudades autónomas, donde Mohamed es el que tiene más adeptos.”
Conclusión
Parece que en las familias españolas se vuelve a la vieja costumbre de poner nombres comunes y corrientes a sus hijos, huyendo de los extranjerismos de los años anteriores.
Espero que esta vuelta a las fuentes se mantenga largo tiempo, ya que los españoles del presente no deben distanciarse mucho de sus antepasados a la hora de elegir un nombre propio para los niños actuales y del futuro.
Fuente
El informe está situado pulsando aquí.
Tomás de la Torre Lendínez
6 comentarios
Rápidamente pude asimilarlo a S.Martín de Tours,el santo generoso.
Creo que dotar de nombre es algo más que un capricho. Mi hijo,nacido el 31 de Julio,es Ignacio por los cuatro costados.
Un abrazo,pater.
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