Libro muy prescindible de Vidal y Bastante
Acabo de leer el último libro firmado por Vidal y Bastante, en formato e-Book. Lo ha pagado ese amigo fidelísimo quien me costea unas penitencias mentales de agarrare y no te menees. Al ser hoy Domingo de Ramos la penitencia la doy por bien empleada, pues si Cristo entra en Jerusalén vitoreado sabe que será clavado en la Cruz, donde morirá y resucitará al tercer día de entre los muertos. Así me uno al Señor en los días de su Pasión. El libro es absolutamente prescindible.
El título es la prueba de cómo se inventan una fabula: Francisco, el nuevo Juan XXIII, el primer pontífice americano para una nueva primavera de la Iglesia. La edición en papel estará en los próximos días. Ahora está en formato e-Book, editado por Descleé de Brouwer.
Tanto Vidal como Bastante son dos mercachifles de la información religiosa. No saben hacer otra cosa. Esto es el libro: una estafa mental tan grande como las tierras argentinas que no conocen ni en el mapa.
El libro es una recopilación de todas las crónicas que tanto Vidal y Bastante, como “enviados especiales en Roma”, mandados por ellos mismos, han escrito y colgado en su portal de multirreligión pseudorreligiosa y medio digital. No busquen, amigos lectores, nada más.
Desde que conozco a Vidal y Bastante, digitalmente, siempre les he leído un déficit interno: querían una primavera para una iglesia inventada por ellos mismos.
La renuncia de Benedicto XVI, el precónclave, el cónclave, la elección del Papa Francisco, les ha venido como anillo y agua de mayo adelantada al 13 de marzo, cuando aún no había llegado la primavera climatológica, ambos escribas, Vidal y Bastante, han visto la opción de llevarse unas perras a la buchaca y han montado el tenderete del negociete, fabulando que esta es la ocasión de sacar su iglesia mental a pasear por los aires invisibles de la Red, presumiendo ser los primeros que escriben sobre el nuevo Papa. El libro es por lo tanto prescindible de todas maneras.
Esa primavera que tanto anhelan raya en una serie de espejismos que parecen inverosímiles en un par de personas adultas a quienes se les supone en perfecto estado mental.
Si el libro es prescindible, el prologuista firmante lo es más: es un rico pobre llamado José Bono, perejil de todas las salsas, quien pontifica, desde su autoridad en decadencia y retirada, que el futuro es tan igual al de hace sesenta años y que las señales del prodigio están por todas partes, al menos él las ve todas.
Así que, amigos lectores, no pierdan el tiempo en leer una obra que no tiene nada nuevo que comunicar. Es una fábula inventada por dos pillastres en unas noches romanas. No vale más de eso.
Para conocer más hagan clic aquí.
Tomás de la Torre Lendínez
11 comentarios
Para la estufa, para la pata de la mesa que cojea, para lanzárselo a la suegra, etc...
Así que no exagere D. Tomás, ya ve usted que no es prescindible....claro que usted no tiene suegra, no lo necesita.
En cuanto al comentario de Raul creo que ellos no tendrán mayor problema en seguir inventándose este Papa a su medida e intereses y tampoco lo tendrán en seguir contándolo de tal modo que se confirmen sus expectativas, demostrando así la razón que se arrogan ahora mismo; este tipo de fábulas no tienen ni secreto ni problema alguno para ellos. Y vamos a ver la interpretación que hacen de las decisiones normales de gobierno del Papa, que ellos harán en función de los intereses relativistas y progres: nada que ver con la realidad. Y así, mientras ello produzca réditos, y haya monseñores que les bailen el agua.
La verdad,ese dinero prefiero dedicarlo a Cáritas,que no es mal uso.
Un abrazo cariñoso,don Tomás.
Mi Semana Santa,en Canfranc con los amigos de "La Llanura de Palmaria" de facebook. Tenga por seguro que rezaremos por un buen sacerdote de Jaén que escribe en Internet...
Un abrazo.
¿ Ha reparado alguien que Vastante (Sí, con uve, pero fonéticamente es igual)es el participio presente del verbo vasto, vastas,vastare, vastavi,vastatum,y se puede traducir como "el que arruina, el que destruye, el que devasta, el que asola" ?
Lo dicho, más morro que un oso hormiguero tiene la moza.
Pero vamos, que pueden acudir a ella los señores Vidal y Bastante para conocer el pensamiento de Francisco I en cuestiones morales.
Los comentarios están cerrados para esta publicación.