La dulcería de las Hermanas de Iesu Communio en Carrefour
Días pasados el conductor de un programa de radio, conocido por su agnosticismo militante, habló unos minutos del maravilloso acontecimiento de las monjas de Iesu Communio. En la opinión de este locutor, la fundadora Sor Verónica Berzosa, goza de las grandes dotes de las mejores fundadoras y reformadoras de la historia de la vida religiosa en España y el mundo.
No es posible, decía, que un grupo de chicas jóvenes con carreras terminadas, con tesis defendidas en sus estudios, dejen todo y se marchen a Lerma o La Aguilera a contemplar a Dios y a trabajar en la dulcería mojil, que ahora se vende en la cadena de supermercados Carrefour.
Aunque las monjas no dejan de vender en su Pequeña Repostería on line en la siguiente dirección
:
http://www.pequeñareposteria.es/
Este gran paso ha sido posible gracias a la colaboración de Milford y supondrá una gran ayuda económica para este instituto, que, pese a que tiene aun pocos años de vida, desde 2010, no para de acoger jóvenes y nuevas vocaciones.
Una joven abogada escribe a este Blog desde hace unos meses buscando consejo espiritual y vocacional. Cuando ella vea clara la llamada del Señor es posible que camine hacia las Hermanas de Iesu Communio. Dios dirá.
Por otra parte, también tienen disponibles los productos típicos y cestas de navidad. Las ganancias obtenidas de estas ventas estarán destinadas al mantenimiento de los conventos y miembros de Iesu Communio, instituto religioso femenino de derecho pontificio fundado por Verónica Berzosa, aprobado el 8 de diciembre, justamente ayer hizo dos años, de 2010 por la Santa Sede Apostólica.
Algunos descreídos que pululan por la Red tomaron a guasa esta fundación, se mofaron de la tela con la que se hicieron los hábitos, e, incluso, motejó a estas hermanas religiosas contemplativas con un remoquete que no ha tenido ningún éxito. Lo mismo que le ocurre con todas sus genialidades en su refrito medio de comunicación.
Confieso, a nivel personal, que estas monjas me tienen ganado el corazón por muchos motivos. El esencial es porque veo la mano de Dios en esa obra de la Iglesia del Señor en los años del comienzo de este siglo XXI. Esta observación me asegura que todas las vocaciones que allí están son felices alabando a Dios y deleitando el paladar de todos los que les compramos sus productos tan dulces y divinos como sus manos monjiles.
Tomás de la Torre Lendínez
8 comentarios
No es bueno ver la mano de Dios desde nuestro subjetivismo, se pierde discernimiento.
Por empezar por algo, a los vecinos de la Aguilera, que ya no pueden acudir al santuario como antes. También la misma orden franciscana está dolida, aunque no lo digan públicamente, ya que les cedieron los conventos de Briviesca y la Aguilera (con el santuario de san Pedro Regalado nada menos) porque eran clarisas y, ahora, tras la nueva fundación, y haber abandonado la Orden, lo correcto sería devolver lo que se les cedió por su pertenencia a la misma. Uno, cuando quiere fundar algo, no se debería aprovechar de las infraestructuras pertenecientes a la Orden que quiere abandonar.
También algún experto en derecho canónico se ha inquietado por el tema de los votos: ¿qué pasa con los votos solemnes profesados por muchas en las clarisas? Al pertenecer a una nueva congregación pasan a perpetuos, que no solemnes, bajando, para entendernos, de exigencia canónica. Es algo sorprendente, cuando además algunas clarisas mayores, que no se pasaron a las Iesu, viven en la misma comunidad. ¿Dos institutos de vida consagrada en la misma comunidad?¿Con votos, vida y hábitos distintos? Es, al menos, algo raro. ¿Y que pasa si una joven quiere ingresar en la Aguilera como clarisa y no como Iesu?
Y por no hablar de los problemas urbanísticos que están teniendo con su auditorio y el albergue, multas incluidas...
Me alegro que al menos hayan metido la cabeza en Carrefour y puedan tener ingresos. Dar de desayunar, comer y cenar a más de doscientas monjas y pagar los gastos corrientes debe ser muy caro. No era sostenible.¡Qué Dios conduzca todo esto a buen puerto!
Puede encontrarse por internet.
Aunque no hay más que ver a quienes atacaron de verdad a Iesu Communio, como ha señalado D. Tomás, gente progre, que en muchísimos casos, hasta contaban maravillas del carisma de las clarisas, elogios envenenados provenientes de gente que hasta entonces veían la vida competmplativa como algo inútil.
Pero para criticar a los carismas fieles a la Iglesia que funcionan, vale todo.
¡ Están riquísimos ¡. La Iessu Communio Instituto religioso de Derecho Pontificio es una moderna manera de alabar a Dios, siempre muy cerca del Santo Padre. Es una delicia pensar que los tienen en exclusiva en Carrefour. Así los tendremos más a mano.
Hay que ayudar a estas entrañables monjas; se lo merecen.
Todavía es muy pronto.
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