Rasgos clínicos del exmayordomo del Papa
La historia de la Iglesia Católica está llena de “redentores”, algunos eran clérigos y otros laicos. Todos tienen un común denominador: salvar a la Iglesia y sus ministros de los tejemanejes y tamareos a los que tienen acceso por razón de su cargo.
Ahora tenemos extractos de prensa de las declaraciones del exmayordomo de Benedicto XVI, cuyo juicio se está celebrando en Roma.
El cuadro que ha dibujado esta persona de sí mismo y de su acción encaja casi a la perfección con el perfil de los viejos “redentores” de tiempos atrás.
Expongo los rasgos siguientes:
1.- Dice amar mucho a Benedicto XVI, como “ a un padre”. Mal amor tiene quien roba papeles de alta importancia sabedor de sus consecuencias.
2.- Afirma que le daba lástima que el Papa estuviera ajeno a los cabildeos que le rodeaban. La solución a esa posible situación no es robarle documentos realmente comprometidos e incluso un cheque monetario.
3.- Reconoce ser el fotocopiador de los papeles, pero no el que los sacó fuera de los muros vaticanos. Todos los “redentores” pasados padecían de esquizofrenia. Este la tiene en grado subido.
4.- Señala que nadie le ha pagado nada por ser un ladrón de documentos oficiales. Esto es otro rasgo de la esquizofrenia: hacerse el tonto, y encima el pobre de solemnidad.
5.- Anuncia que no se explica cómo en su casa se encontraban los documentos, el cheque, la pieza de oro, una edición de La Eneida de 1512, además de papeles sobre espionaje y asuntos similares. Otra prueba de la esquizofrenia es la amnesia temporal simulada de forma magistral por el paciente.
6.- Insistió en que en toda su maniobra delictiva no contó con cómplices. Otra clarísima razón de los “redentores”: apechar con todas las culpas para limpiar la cara de los que pudieran estar en el ajo o sospechar algo de esos movimientos extraños en la oscuridad de las dependencias vaticanas.
7.- Su demostrada esquizofrenia le lleva a afirmar esta frase: “Es difícil encontrar una razón para un hecho irracional como me ha sucedido a mi". El dualismo en el que vive esta persona le lleva a estar como una cabra.
8.- La esquizofrenia no conduce a estar tonto, ni mucho menos. Ha entrado en el manejo de la abogada defensora de resaltar las incomodidades de la prisión y las presiones recibidas por la gendarmería cuando fue pillado con las manos en la masa.
La opinión pública mundial actual es muy sensible a los “derechos humanos” de los presos preventivos. De camino se suelta un camión de basura en la puerta de la Iglesia Católica, quien en su Doctrina Social defiende todos los derechos de la persona humana.
9.- Como este sujeto no es tonto afirma tajante: “No era tan iluso como para no saber que pagaría las consecuencias, pero no me considero el único que ha pasado documentos (sobre el Vaticano) a la prensa".
Otro rasgo del esquizofrénico: si me cogen con el cuerpo del delito, afirmo que lo hacen otros, así extiendo la mancha de la sospecha sobre más gente y lo hace sin pruebas.
10.- Estos “redentores” esquizofrénicos son numerosos en la sociedad actual, no solamente en el campo religioso, sino en el industrial, en el comercial y no digamos en el sector de la política. Ahí crecen como las setas ahora en el otoño en el bosque mediterráneo.
Conclusión
Aquí dejo mis apreciaciones personales, tras haber conocido a muchos “redentores” a lo largo de mi vida. Haberlos estudiado con lupa. Comentarlos con médicos amigos.
En este caso agradezco el diálogo con un buen amigo médico, quien me ha dicho al final:
Este señor es un actor de teatro extraordinario con una doble vida revestida de un fariseísmo religioso en grado sumo.
Para saber más hagan clic aquí.
Tomás de la Torre Lendínez
5 comentarios
Ha cometido delitos civiles sufcientes para estar en la trena un tiempo importante.
Un abrazo,pater.
espero no estar ante una futura estrella de la televisión o de los "libros" de memorias y demás...
ha tirado a la esposa de Cristo a los pies de los caballos
Los comentarios están cerrados para esta publicación.