El fanatismo político y religioso en Bolivia
Cuando a una nación como España le pegan una bofetada en toda la cara hace unos días por la nacionalización de los pozos petroleros argentinos, era de esperar que la segunda patada en toda la espinilla llegaría cuanto antes. Ya la tenemos en Bolivia con la nacionalización de la red eléctrica realizada ayer. En ambos casos la oposición socialista y comunista se alegra de tales robos internacionales, porque el fanatismo de los ladrones argentinos y bolivianos es el mismo que tiene el partido socialista y comunista.
Una prueba evidente del fanatismo existente en el cono sur de la América hispana la tenemos en el Santuario del Socavón, de la diócesis de Oruro, Bolivia, donde desde el domingo está creándose un ambiente irrespirable.
Un sacerdote, el padre Bernardino, capellán del Santuario, con 75 años, edad para jubilarse, es retirado de su cargo tras una conversación entre el padre provincial y el obispo diocesano de Oruro.
Un grupo exaltado de personas fanáticas montan en cólera contra la decisión, se plantan en huelga de hambre en la casa cívica de la localidad, y llegan hasta pedir la vuelta del capellán jubilado y la dimisión de monseñor Cristóbal Bialasik.
Con una situación como ésta, donde la ceguera mental está bien demostrada, ocurriendo dentro de la Iglesia Católica, me pregunto:
¿Nos extraña que a España nos nacionalicen las empresas españolas allí plantadas?.
¿Qué podemos esperar de unos políticos locales suramericanos fanáticos y ciegos de populismo?
¿Nos extraña que estas decisiones sean aplaudidas con las orejas por los fanáticos socialistas y comunistas españoles?.
A quien firma este artículo no me extraña nada, porque si por el cambio de un cura camino de una jubilación merecida montan el número que tienen escrito en la prensa nacional, harán lo que sean por parecerse a sus hermanos argentinos que empezaron la paliza a España hace dos semanas, que es un acto mucho más grave.
Sinceramente desconozco como terminará el caso del Santuario del Socavón. No sé si los huelguistas de hambre se vendrán a razones cuando su salud se resquebraje por jugar con ella. Quien no debe ceder a su dimisión es el obispo diocesano.
Quienes no darán un paso atrás serán los populistas bolivianos. El paso dado abre un horizonte de inestabilidad jurídica empresarial internacional de un amplio y oscuro porvenir.
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Tomás de la Torre Lendínez
10 comentarios
Los accionistas poderosos apelan al sentimiento "patriotero" español para que les saquemos las castañas del fuego los españoles de a pie.
Situaciones como la de Bolivia también se dan a veces en parroquias españolas.
Si los impuestos que pueda pagar Repsol en España sirven para promover y practicar el aborto, bienvenida expropiación.
Lamentablemente del populismo no nos salvamos ni los latinoamericanos ni los ibéricos ¿o me dirá que los socialistas llegaron al poder en España por las armas?
Nuestros países están unidos por esta hermosa lengua, nuestra mas hermosa Fe y nuestra accidentada historia y hoy no es la diferencia. ¿No será que por tener tantas cosas en común compartimos los mismos males? ¿Porqué los países que tienen raíces católicas no han podido quitarse ese cáncer del socialismo y tener unos gobernantes dignos de sus pueblos?
Entiendo que se lamente de la nacionalización de la empresa en Bolivia, pero debe ver la otra cara de la moneda. Evo sigue el mismo patrón de Chávez y esa empresa quebrará mas temprano que tarde. El partidismo político la tomará por asalto y solo contratarán a gente del partido (no importa si saben o no gerenciar). Esa nacionalización solo significa que habrán padres y madres de familia bolivianos desempleados o muy mal pagados y que los beneficiarios del servicio eléctrico recibirán un pésimo servicio.
Saludos desde Venezuela
1. La expropiación por causa de utilidad pública es constitucional en la Argentina. Deben cumplirse ciertas condiciones de justicia y legalidad para que la expropiación sea legítima pero no se la puede descalificar a priori a menos que se ignoren rudimentos de derecho natural o se tenga una visión sesgada por intereses corporativos.
2. La expropiación anunciada en Bolivia viene acompañada de declaraciones conjuntas de "amistad" de parte de Repsol a favor de Morales. Con lo que la empresa muestra su verdadero rostro: lo bueno y lo malo dependen de que sea negocio.
3. Me parece desafortunado que un sacerdote se meta a opinar sobre cuestiones prudenciales, de política contingente. Tanto que se habla del Vaticano II y se olvida la autonomía de las realidades terrenas y la libertad de los católicos en cuestiones opinables.
Saludos.
Ademàs su artìculo hasta parece racista con los bolivianos, coincido con Tony, no veo el fanatismo, no es la primera vez que un obispo retira a un buen sacerdote, nada mas por que se le pega la regalada gana. Aquì en mi diocesis ya pasò una vez, que el obispo retirò al parroco de la Catedral, (Porque le hacia sombra), luego al ver la molestia de la gente, lo mando a otra parroquia de importancia, retirando a otro parroco ya mayor, con gran prestigio, y a este lo terminò mandando a una parroquia alejada.
Yo creo que Dios castigò a nuestro obispo, haciendo resaltar internacionalmente como el obispo "homicida" que atropeyò a una anciana.
Los Argentinos no somos todos ladrones, ni los Bolivianos tampoco. De la misma manera que todos los curas no son pedofilos ni desobedientes ¿me entiende?. No confunda a los politicos de turno (ladrones, si usted quiere) con todo el pueblo. Que ni a Evo ni a Cristina los votaron el 100% ni a ninguno de nosotros se nos consulto sobre estas medidas.Como tampoco nos consultaron cuando le vendieron por migajas las empresas a los españoles.
Por lo tanto le pido rectifique su frase: " el fanatismo de los ladrones argentinos y bolivianos".
No se olvide que en estas tierras, al menos yo y cientos que conozco, somos descendientes de inmigrantes españoles. (Y si no busque en su guia de telefonos mis apellidos). Le pido por favor entonces que se retracte y no me insulte.
Y para que sepa que en la Madre Patria tambien se cuecen habas, le cuento que mis pobres bisabuelos españoles fueron dejados en las costas de Brasil mintiendoles que ya habian llegado a Argentina porque de esa manera los barcos podian hacer mas viajes y llenarse los bolsillos a costilla de los pobres. Y supongo que no creera que los barcos eran portugueses y los capitanes ingleses... No, eran españoles ...
Y en todo caso tampoco olvide que hace 500 años nos evangelizaron Jesuitas y Franciscanos, a Dios gracias, mientras otros (fanaticos adoradores del brillo aureo) se robaban el oro de estos pobres indios (por desgracia)...
Es amargo para el medico tomar un dia la medicina que recetaba tan sonriente a sus pacientes...
El movimiento que se dio no es por un grupo de mujeres fanáticas que quieren a un padre. El reclamo es para que se quede un verdadero pastor de la iglesia como es el padre Bernardino.
La dimisión del obispo Cristóbal Bialasik se la pide porque ha llegado a mentir en numerosas oportunidades, es el ejemplo claro de negarse a aceptar que el pidió el alejamiento en forma verbal del padre Bernardino y al ser consultado por su feligresía dijo todo lo contrario.
Nada sería eso que por ser hombre se le puede perdonar, se tiene que indicar que en su gestión del obispo Bialasik ha dejado cesante a 13 sacerdotes Bolivianos y me pregunto ¿acaso la iglesia Católica no clama por mas pastores?.
Otro aspecto es que para conversar no se lo puede hacer como Cristo lo hizo con la muchedumbre, a él hay que compáralo como a un dignatario de estado que es necesario pedir audiencia.
En la calle solo se le ve en un lujoso automóvil y es imposible saludarlo o conversar con él. Su casa está limitada para un grupo jerárquico de sacerdotes y amigos muy cercanos.
Para resumir este obispo “no se hizo pueblo” como lo fue un compatriota suyo , monseñor Braulio Saez que hasta la fecha se lo recuerda con cariño y afecto.
Sera necesario que al obispo Bialasik su persona le de reflexiones de humildad y enseñanza de evangelización para ser un buen pastor como lo fue el Padre Bernardino Zanella que le agradecemos por la gran enseñanza que nos dejó.
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