La ideología de género, también, vence en Argentina
Por tierras argentinas no solamente ocurre lo que todos conocemos de la nacionalización de empresas españolas, sino que se va imponiendo lentamente la teoría de la ideología de género.
Hasta ahora los nombres elegidos para los hijos nacidos se regían por estas normas:
“El derecho de elegir el nombre de pila se ejercerá libremente, con la salvedad de que no podrán inscribirse: Los nombres extravagantes, ridículos, contrarios a nuestras costumbres, que expresen tendencias políticas o ideológicas, o que susciten equívocos respecto al sexo de la persona a quien se impone".
Según el anteproyecto del nuevo Código Civil, ahora, se pretende algo así:
En el artículo 63, deliberadamente omite el requisito mencionado y más bien indica otras reglas: “no pueden inscribirse más de 3 prenombres, apellidos como prenombres, primeros prenombres idénticos a primeros prenombres de hermanos vivos; tampoco prenombres extravagantes".
Como se puede observar un galimatías jurídico más propio de una película de Cantinflas que de un código realmente concreto y práctico.
Debajo está la ideología de género que entra de lleno en el código. El centro de Bioética argentino ha afirmado lo siguiente:
“La reforma no es inocente y se enmarca en la tendencia a incorporar la perspectiva de género como criterio último de valoración de la persona, que pierde la riqueza de varón y mujer y se diluye en una forma de vida donde la sexualidad es pura construcción cultural. Es grave autorizar acciones sobre los niños, que ven manipulada su identidad en función de los deseos de los adultos".
A partir de ahora, cuando el texto legislativo entre en vigor, a un niño se le puede poner un nombre femenino; y al contrario lo mismo.
Con esto el feminismo exacerbado toma carta de naturaleza jurídica y los ideólogos de la masonería estarán frotándose las manos viendo cómo sus puntas de lanza rompen con la tradicional manera de llamar a las personas varones con nombre masculinos; y a las chicas con nombre femenino.
El santoral cristiano, de un país mayoritariamente católico, se irá al desván, porque serán pocos los que sigan las normas del código anterior.
La victoria de la ideología de género está asegurada. Lo mismo que se ha hecho con la nacionalización de la empresa española.
Argentina, un gran pueblo y una gran nación, camina hacia el precipicio de su disolución moral, jurídica y católica.
Una verdadera lástima para los habitantes de allí y el resto del mundo.
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Tomás de la Torre Lendínez
10 comentarios
La respuesta está en que cada una de las personas de Argentina (al igual que cada una de las personas en España) o bien no ha hecho lo que debía, o directamente es lo que ha elegido... sobre nosotros cae la iniquidad de nuestros pecados.
Espero que aprendamos de ellos y, pidiendo perdón con humildad, nos pongamos a trabajar para salir del agujero en el que nosotros sólos nos hemos metido.
Agujero del que sólo con Su ayuda podemos abandonar limpios de barro.
Un saludo en la Fe.
Se trata de hacer desaparecer a la familia y a la sociedad con ancestrales valores religiosos de cultura y humanismo católico.
Felizmente en España está siendo combatida al desaparecer el zapaterismo.
Argentina está dominada por logias y fuerzas ocultas
que solo persiguen hacer del hombre un vil esclavo incapaz de tener ideas y raciocino propio.
Solo la vuelta a la espiritualidad y a Dios puede vencer estas ideologias satánicas.
A pesar del "legalismo", veremos como el pueblo argentino actúa. En México, históricamente, siempre ha existido legislación anticatólica, pero los mexicanos han ido a la suya... En España, la legislación anticatólica es utilizada por bastantes segmentos de la población.
En cuanto a la expropiación-nacionalización de YPF, "donde las dan, las toman": REPSOL y el Estado han expropiado a indefensos labradores españoles con indemnizaciones leoninas, ahora les toca a ellos...
Con el agravante de que ésto es más grave, porque lo otro afectaba al bolsillo pero ésto afecta al resto. Salimos de Guatemala para caer en Guatepeor.
Incluso sospecho que dentro de su mentalidad fenicia, estos montoneros con poder han calculado que la renacionalización les iba a permitir hacernos tragar la píldora infectada de la ideología de género sin mayores rechazos. Porque de tontos, ni pizca; ellos saben bien lo que hacen, saben que es un disparate, pero saben perfectamente que si no acatan esta imposición no durarán en el poder más allá de la primera rabieta de algún usurero capitoste del norte.
La respuesta a ésto es difícil. Estamos en una tiranía y de las peores, de ésas en las cuales a los sometidos no se les permite siquiera asumir que están sometidos. Por repetición ad anuseam, se nos obliga a creer que estamos en un sistema inmejorable. Nos han quitados todas las vías de acceso al poder, así que nuestra respuesta, por ahora, es a través de la organización de los grupos provida. Los hay cada véz más y mejor organizados, incluso a nivel nacional. Y cuentan con un buen apoyo de los obispos, lo cual es muy importante.
La mujer lleva en sus entrañas los órganos y la capacidad para gestar, está destinada por Dios a ser mujer con esa dimensión ,negarla es negar a Dios que nos da a sus pequeñuelos para que los gestemos con la fuerza de su Amor, la mujer libremente lo único que hace es permitir que ese hecho creador ocurra,pero sin quitar la igualdad de derechos diversos ante la ley humana positiva,la mujer no puede perder su verdadera identidad o saber en cada momento porque lo hace.
La familia padre madre hijos es un proyecto divino que sólo tenemos que acoger y hacerlo responsable y llenarlo de amor,el resto desaparecerá, el Amor perdura siempre más allá de la muerte.
La pena y la tristeza es que en lo fundamental se hace caso a las ideologías de la muerte no natural sino convenida por otros .Es importante devolver a la vida humana su significado y eliminar aborto y eugenésia,luego vendrá como mejorar la calidad de vida para todos y eso en Argentina y en todos los paises.
Yo creeré que la ingenieria social anticristiana está siendo combatida en España cuando el Gobierno del PP, haciendo uso de su mayoría absoluta, derogue las leyes de ideología de género que aprobó Zapatero (con el voto a favor de PNV y CiU) y que siguen vigentes.
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