El rechinar de dientes de la oposición socialista

Llevan pocos meses en la oposición y están rechinando sus dientes que van a tener que acudir a un dentista que les enfunde bien las piezas para no quedarse sin ellas.

Les molesta todas las reformas: la laboral, la económica, la sindical, la bancaria….pero las aguantan como inevitables. Ellos nos han metido en una crisis económica teniendo durante años las manos cruzadas sin tomar medidas, que debieron hacerse entonces.

Lo que no aguantan es la reforma del aborto. Ante las promesas de cambio legislativo anunciadas por el ministro de justicia, que no hay quien lo conozca, se han puesto como panteras, las mujeres socialistas promotoras del aborto como un derecho de la mujer en la anterior legislatura.

Cuando ahora se habla del derecho a la maternidad y a la vida del nasciturus, levantan el grito de guerra de siempre: No deseamos salvadores ni defensores que nos digan lo que es bueno y es malo.

Cuando las matronas socialistas pontificaban sobre su moral laicista, cuando las pensadoras socialistas nos han dejado un bodrio de ley del aborto, cuya creadora la señora Aído se ha ido buscando un hueco en Naciones Unidas, entonces la derecha decía que no deseaba que le impusieran la religión laicista y criminal del aborto a los seres inocentes que se gestan en el seno materno.

Entonces, decían a la Iglesia que no era nadie para hablar en defensa de la vida de los inocentes, entonces les molestaban las manifestaciones públicas contra el aborto.

Una vez más la historia se repite pero al revés. Esta España nuestra, esta querida España, nunca tendrá una paz social y moral. El tiempo del radicalismo laicista zapaterino está muy cercano. Ha levantado heridas progresistas que tardarán en dejar de sangrar en la sociedad española.

Las señoras socialistas están tomando la misma medicina que ellas han dado a dosis industriales durante el zapaterato. La sociedad ha deseado un cambio que han producido las urnas, pues ese cambio incluye que el pedrusco de ley abortiva socialista tenga que ser cambiado cuanto antes.

Toda estas trifulcas morales, están cimentadas en las inmoralidades que a diario nos presenta la prensa en los casos de corrupción, sobre todo por tierras gallegas y andaluzas, donde están pringados personajes que tienen la osadía de volver a encabezar listas electorales, cuando están señalados en declaraciones ante los jueces, o en los informes de los medios de comunicación sobre los casos de robo descarado del dinero público que, según el decir de aquella ministra socialista, no es de nadie, pero cuando existen pruebas es un delito como la copa de un pino llevárselo crudo.

Los tiempos que se avecinan son interesantes para ver cómo se posiciona cada uno en asuntos morales importantes como la defensa de la vida humana. Ya los contaremos.

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Tomás de la Torre Lendínez