Cuidado con el nacionalcatolicismo democrático

Los años del nacionalcatolicismo pasaron a la historia para estudio de los dedicados a comprender y explicar la Historia de la Iglesia en España en la segunda mitad del pasado siglo.

Fue una etapa que tuvo sus luces y sombras propias ejecutadas por los protagonistas de una Iglesia Católica que se rehacía entre las cenizas producidas por la dureza de una guerra fratricida.

La llegada del período democrático trajo la sepultura del llamado nacionalcatolicismo. Así ha sido hasta hace unas fechas. Ahora ha rebrotado una nueva versión de aquella unión entre la Iglesia y el poder civil en la sociedad plural de la España de hoy.

Los perfiles del renovado nacionalcatolicismo están por estudiar y definir con la mejor tranquilidad y el ánimo de no ofender a ninguna sensibilidad.

Al nuevo nacionalcatolicismo han aportado sus papeles los miembros de la izquierda política y los dirigentes de la derecha política españolas de los últimos años.

Cada vez que un alcalde socialista salía en una procesión llevando una vara cofradiera; los momentos en que un regidor municipal de la derecha ha asistido, en primera fila, a una romería mariana por la tierras andaluzas, se estaba reeditando el nacionalcatolicismo democrático.

Ahora, con la llegada al poder de la derecha y ante la cercanía de la Semana Santa, estamos viendo cómo la vicepresidenta del gobierno está ultimando su pregón que dará en la catedral de Valladolid delante del arzobispo local, tras aclararse algunos malentendidos provocados por una prensa preguntona y capaz de pillar a alguien en una total ignorancia o renuncio.

La presidenta de Castilla y la Mancha, que ya presidió con mantilla española la procesión del Corpus toledano, aparece ahora en un acto de presentación del cartel de la Semana Santa de Ciudad Real, donde ha tenido un discurso mezclando la cultura con la religiosidad y haciendo una comparación entre cofradías y la crisis económica, difícil de sostener y tragar de forma intelectualmente aseada.

El acto, siguiendo la vieja usanza del mejor nacionalcatólicismo, estaba la Iglesia representada por el Vicario General de la diócesis de Ciudad Real, el señor Esparza, cura inteligente donde los haya, pero que por razón de cargo carga con un papel difícil de digerir por muchos cristianos que no ven estos actos demasiado claros.

¿Estamos, pues, asistiendo al renacimiento de un nacionalcatolicismo democrático, donde el poder político y el eclesiástico están unidos otra vez?.

Desde la izquierda eclesial las críticas están llegando como venablos envenenados. La derecha cree en su tradicional bondad que estos acontecimientos carecen de importancia. Es necesario separar bien los papeles, las funciones y los resultados. No estamos en los años cuarenta.

Se impone actuar de otra forma, aunque la esfera política y la religiosa colaboren en puntos convergentes, no deben dar pies a un renacido nacionalcatolicismo democrático. No es bueno para la libertad de cada esfera.

Para saber más hagan clic aquí.

Tomás de la Torre Lendínez

PD. El programa televisivo de don Javier Alonso Sandoica continúa con algunos cambios. Toda la información está aquí.

17 comentarios

  
Lourdes d l V.
De acuerdo con Vd, pero llamar "fraticida" a la lucha entre los defensores de Dios y Su Iglesia y quienes querían destruirla y asesinaros a SIETE MIL de Sus ministros carece de sentido.
04/03/12 9:00 AM
  
Roi
Tiene usted razón,Lourdes. No se puede llaman fraticida porque la palabra es fratricida.
04/03/12 9:34 AM
  
Asclepio
Que una señora NO CASADA y debidamente Sacramentada por la santa Iglesia ( se casó de manera simplemente civil en Brasil en el 2005 ) diga el Pregón de la Semana Santa de Valladolid ( la semana más grande del año ) DENTRO del recinto de la sagrada Catedral con el Cristo expuesto, me parece una aberración y una absoluta falta de respeto al honor de Dios, al del Obispo y al del sagrado sacramento del Matrimonio.

El lugar adecuado para decirlo es completamente FUERA de la santa Iglesia y al aire libre en la Plaza Mayor del pueblo o en la Casa Consistorial.

Y así todos felices y contentos.

Si el obispo traga impasible con esta suma sumisión, imposición e irreverecia de los poderes públicos sobre la sana clerecia, su decoro y respeto por Dios y por su santa Iglesia, van a quedar tirados por los mismísimos suelos.

Los derechos sagrados Dios, están siempre por encima de los derechos vulgares de los hombres.

Y como lo siento lo digo.

He votado al PP y su Vicepresidenta me parece una magnífica y profesional mujer, pero " al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios ".

Soy amigo de Platon, pero mucho más amigo de la verdad.

Buen día del Señor.


04/03/12 9:34 AM
  
Luis Fernando
A ver, parto del hecho de que no me gusta ver a determinados políticos aparecer por actos religiosos. Pero no es menos cierto que no podemos caer en la trampa del laicismo radical, que quiere apartar a todo lo que huela a institución pública de ese tipo de actos.

España no es un estado laico. De hecho, la Constitución dice que se deberán tener en cuenta las creencias de los españoles y se señala específicamente a la Iglesia Católica.

Por otra parte, la doctrina social de la Iglesia no solo no está en contra de ese tipo de actos, que en no pocas ocasiones forman parte de una tradición de siglos, sino que los valora positivamente.

La separación Estado-Iglesia no implica que el uno y la otra deban vivir como si no existiera el otro.
04/03/12 10:42 AM
  
Crisóstomo
A mi me gustaría ver a muchos políticos católicos mostrando públicamente su fe.
Si eso es nacionalcatolicismo bendito sea.
La guerra civil fue realmente una guerra de odio a la fe católica y realmente Franco salvó a la Iglesia española (no sólo a los religiosos sino a los católicos de a pié) del exterminio entre ellos a mis dos abuelos.
04/03/12 10:53 AM
  
José María Iraburu
Estimado Don Tomás,
es verdad que en algunas circunstancias concretas (una autoridad civil públicamente agnóstica, adúltera, etc.), "honrando" con su presencia una celebración religiosa, puede resultar un gesto ambiguo o claramente oportunista e inconveniente.

Pero no me parece conveniente considerar esos gestos de las autoridades políticas en celebraciones religiosas populares como restos negativos del nacionalcatolicismo de los tiempos de Franco, solamente explicables después de la guerra civil, en la que la persecución religiosa fue tan fuerte.

En principio, que un alcalde, por ejemplo, asista en cuanto tal a una romería o a una celebración religiosa del Santo Patrono del pueblo (independientemente de sus creencias personales) es algo sano y conveniente para el pueblo. Y la raíz de esa tradición no habría que verla en tiempos de Franco, sino en la Edad Media o todavía un poco más atrás. Es bueno que en una nación que integra a una población en gran parte católica continúen las autoridades civiles realizando gestos de respeto a Cristo y a la Iglesia, sobre todo cuando son gestos tradicionales que llevan siglos realizándose.

Y por supuesto que no va en contra del Concilio Vaticano II, que recuerda "el deber moral" de hombres y sociedades hacia "la única Iglesia de Cristo" (Dignitatis humanae 1).

Cordial saludo.
04/03/12 10:54 AM
  
Aguador
Tocayo, donde dice "laicista" diga "masón". En mi modesta opinión eso explica muchas declaraciones y acciones de ciertos dirigentes políticos españoles. Le paso una prueba:

http://213.56.64.10/uploads/assets/file/publication/livre_blanc_laicite.pdf

Está en francés, pero creo que entendiendo de idiomas no es difícil seguir el hilo.
04/03/12 11:07 AM
  
Antonio Sebastian
Don Tomás, la verdad es que no entiendo la referencia al nacionalcatolicismo. yo, personalmente no creo que los hechos que usted pone de manifiesto en su artículo tengan nada que ver con el nacionalcatolicismo. El que una persona no católica, atea o agnóstica (en el caso de los ejemplos que usted cita) participe en una manifestación de la idiosincracia cultural española, a mi modo de ver no tiene nada que ver con el nacionalcatolicismo. No, realmente no entiendo muy bien la relación. DIOS le bendiga don TOMÁS, por sus aportaciones y por su ejemplo constante en defensa de NUESTRA SANTA MADRE la IGLESIA
04/03/12 12:01 PM
  
Manuel Morillo
Una diferencia sustancial del "nacionalcatoliscismo", entre el Régimen católico de representación corporativa y el Sistema liberal relativista partitocrático:

A nivel general los políticos del primero servían a la Iglesia y sus postulados morales y sociales.

De forma mayoritaría que puede considerarse total, la casta política del Sistema acude a estos actos para servirse de ellos y captar popularidad en una sociedad todavía mayoritaria y culturalemte católica

04/03/12 12:24 PM
  
Juan Mariner
Don Tomás, ha dado usted en el clavo. El Estado franquista era CONFESIONAL gustase o no, como en Inglaterra, Grecia, Marruecos... Tras la Guerra Civil, en la que no se dirimieron sólo asuntos de religión y donde la Iglesia católica resultó masacrada como nunca había ocurrido, los Obispos "tomaron partido" hasta los años 60 por unos gobernantes que pretendían restituirla al sitio que le correspondía.

Hoy el Estado español no es confesional, siendo un estado constitucional laico "no puro" (no "laicista" como en Francia, sino donde debe imperar la "laicidad", dos conceptos diferenciados). Con las actitudes denunciadas en este post de ciertos políticos que quieren CONFUNDIR a los católicos (algunos del PSOE, del PP, de CIU, del PNV...), estos personajes se quieren identificar con un "nacionalcatolismo de nuevo cuño" para arrancar el voto y el apoyo de católicos fríos de forma traicionera.
04/03/12 12:56 PM
  
Eladio
Yo, al leer, la cabecera, de su articulo, he pensado, que iba a analizar, el caso de la situación de la iglesia catolica en lo que ahora se llama. El Pais Vasco. Durante los ultimos años. Pero al empezar a leer, me he llevado una sorpresa.
En fin que le vamos hacer.
Saludos.
04/03/12 1:15 PM
  
Pablo
Preguntado Jesús por los apóstoles si debían permitir que otros echasen demonios en Su nombre aparte de ellos, les respondió: los que no están contra Mí, están conmigo. Creo que ésa debe ser la actitud de apertura de todo fiel cristiano.
04/03/12 1:20 PM
  
Fray Eusebio de Lugo O.S.H.
La presencia de autoridades, reconocidas, situadas y honradas como tales,siempre ha sido un deber de cristiano, que cumplían de esa manera el cuarto Mandamiento. El problema está en que esto sólo se podía hacer cuando las autoridades eran legítimas. Es decir, cuando reconocían como norma de su actuación pública tanto la ley y soberanía de Cristo, como el resto de principios religioso-políticos que constituían la base sobre la que se acordaba toda la Nación.

El problema es que desde 1835,o incluso 1808, se cometió el error de tratar como legítimas a unas "autoridades" liberales, las mismas en sustancia que las actuales del PPSOE.

Sin embargo, tratar al Caudillo y al resto de autoridades como lo hicimos, estuvo totalmente justificado, porque fue lo más parecido a unas verdaderas autoridades legítimas que hayamos tenido desde hace dos siglos, no como los políticos actuales.
04/03/12 1:43 PM
  
Catholicus
La inmensa mayoría de la sociedad es católica. España es una nación católica.

Cualquier tipo de nacionalcatolicismo no solo es sano, es lo que debería ser.

Tiene más respaldo historico social que el mismo "nacional monarquismo" o "nacional constitucionalismo", o cualquier macroestructura ampliamente aceptada.

El problema es la degradación del propio catolicismo. Hay que atajar el problema, más que sus síntomas.

Nunca se vió con Franco ninguna oposición popular al nacionalcatolicismo.

Como iba a ser eso, si precisamente era el mayor punto de consenso para el 90% de la población católica?

No seamos absurdos ni compremos discursos acriticamente.

Todas las monarquías europeas son confesionales...menos la española.

Estamos todos tontos y acomplejados.
04/03/12 5:58 PM
  
Nova
Esto de ahora no es como el "nacional-catolicismo" de la época de Franco, ni de lejos, padre Tomás (por cierto, el término "nacional-catolicismo" fue acuñado por enemigos del régimen de Franco, de modo que a mí no me convence, pero en fin, lo dejaremos estar).

Franco fue un gobernante y estadista cristiano y procuró que el Ordenamiento Jurídico español fuera acorde con el Magisterio de la Iglesia. En el impío régimen actual, basado en una Constitución atea (como bien denunció el difunto Cardenal González Martín, de bendita memoria y no fue el único que lo hizo), eso no sucede ni remotamente.

De modo que de "nacional-catolicismo" actual, nada de nada, padre, por mucho que algunos cargos públicos se dejen ver en procesiones. Más quisiéramos.
04/03/12 10:58 PM
  
Faramir
Estoy de acuerdo con Nova: "el término "nacional-catolicismo" fue acuñado por enemigos del régimen de Franco" y de la Iglesia, añado. Por tanto, cuando sacerdotes y fieles honrados lo aceptan, están aceptando el lenguaje del enemigo. ¡¡Siempre con los complejos!!
05/03/12 11:12 AM
  
Chimo Vice
Asclepio, le sugiero que deje de soltar disparates. Si hay alguien empeñado en que la agnóstica Soraya (PP) haga un pregón en la catedral en plena Semana Santa es la jauría mediática del que forma parte tu querido diario EL MUNDO, y el PSOE más anticatólico desde la segúna república.

La única voz libre e inteligente que ha replicado a Soraya indicando que lo que pretende hacer no es correcto, es precisamente la de la Iglesia, a través de monseñor Blázquz. Pongamos a cada uno en su sitio.
05/03/12 2:26 PM

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