La Iglesia y sus crisis: ¿cómo se comunican hoy para ganar el duelo?
Como todos los años cuando llega el mes de febrero, aparece una cita clásica para los delegados diocesanos de medios de comunicación social. Es la asamblea organizada por el Secretariado de la Comisión Episcopal de Medios de Comunicación Social, dependiente de la Conferencia Episcopal.
Este año tendrá lugar del 20 al 22 de febrero, en Madrid, en la calle Añastro. El tema general es: Oportunidades y retos en la comunicación de crisis.
Traducido a la lengua castellana, el asunto es dar pistas de comunicación cuando suceden asuntos como los abusos a menores; la inmatriculación de los bienes eclesiásticos y la comunicación sobre los bienes y propiedades de la Iglesia; situaciones difíciles en el dialogo interconfesional, comunicar sin imponer; la idoneidad en quienes trabajan con la Iglesia, comunicando una legitima organización de la institución.
Para estos retos de información de crisis, estará presente el equipo del profesor Ángel Losada de la Universidad Pontificia de Salamanca.
Con el fondo del Sínodo de los obispos sobre la Nueva Evangelización habrá una ponencia sobre Las redes sociales en la comunicación de crisis: creación, combustión y solución.
Realmente, el temario de esta Asamblea lo encuentro interesante, porque cada vez la comunicación en tiempos de crisis sobre asuntos resaltados por los potentes medios de comunicación, la Iglesia debe saber contestar con un mismo lenguaje y con unas mismas tácticas de comunicación.
Ni el silencio, ni una simple nota informativa, ni la huida hacia adelante, ni confiar en la buena voluntad del vocero oficial, son modos prácticos de superar una ofensiva en toda regla sobre crisis como las expresadas más arriba.
Los medios informativos generales cuando toman una situación de crisis eclesial local, nacional o vaticana, pegan un bocado a la noticia y no la sueltan hasta que salten chispas por los aires, buscando desfigurar la imagen de la Iglesia de la manera más horrenda posible.
Los comunicadores que están dentro de la Iglesia deben saber qué contestar, cómo actuar, la forma de redactar, la fórmula de ser creíbles en medio de la tempestad levantada, y poder amortiguar lo más posible ese ataque de los medios informativos de gran poder explosivo y expansivo.
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Tomás de la Torre Lendínez
2 comentarios
Bebiendo un perro en el Nilo
al mismo tiempo corría.
—Bebe quieto—le decía
un taimado cocodrilo.
Díjole el perro prudente:
—Dañoso es beber y andar,
¿pero es sano el aguardar
a que me claves el diente?.
¡Oh, qué docto perro viejo!
Yo venero tu sentir
en esto de no seguir
del enemigo el consejo.
Don. Félix María de Samaniego.
***
Esta muy claro, que " el Docto perro viejo " puede muy bien ser la santa Iglesia, y el pérfido astuto cocodrilo los poderes tenebrosos de la tinieblas mudanas que siempre la quieren quieta, parada y desvalida para poderla a gusto devorar e incarla el afilado diente.
" En tiempos de crisis hay que espabilar " que ya decía Don Lucio Anneo Séneca en tiempos de Cristo.
Muy bueno y prudente Post.
Saludos cristianos.
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Excelente comentario, amigo Asclepio.
Que Dios te pague todo lo que haces.
Bloguer
Es cierto que los ataques a la Iglesia Católica han sido muchos y desde diversos ángulos,con un objetivo claro atacar a la Jerarquía Católica para desestructurar sus situaciones de poder y poner a los fieles en contra,eso es propio de organizaciones políticas o asociaciones que su objetivo era romper la vinculación fieles y Jerarquía en el ámbito cultural y humano,pero la Iglesia es depositaria del tesoro de la fe y de la custodia de las personas que se acogen a esa fe,por tanto está en su derecho de formar, educar, santificar y regir lo que por legado le corresponde.Sigue estando para formar personas desde la concepción hasta la muerte corporal y anunciar la vida eterna según la Resurrección de NSJ "y si Cristo no ha resucitado, vana es entonces nuestra predicación y vana también nuestra fe"(1 Cor 15,14)
Los sacerdotes,religiosos y laicos cristianos tienen que tener una formación sólida y un testimonio de vida coherente con su fe,hoy la crisis esta en que se ataca la dignidad humana de las personas, la vida se relativiza ej aborto y eutanasia y esto es un hecho o vida o muerte,no son ideas,la familia y el matrimonio intentan desestructurarla como institución y poner al mismo nivel social la unión de iguales,los núcleos y los cimientos deben estar siempre claros en la defensa ante los medios de comunicación y desmontar los argumentos contrarios de los interlocutores; la Iglesia defiende la verdad y la verdadera identidad del ser humano,pero a la vez vivimos como ciudadanos en esta sociedad con plenos derechos.
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