Los curas podemos morir de pie como los árboles

Leo en los últimos días que algunos curas que están o han estado dentro de los medios de comunicación social imitan y copian los defectos que conlleva estar en un estudio de televisión dirigiendo un programa o como invitados.

La verdad es que la fama producida por los espectadores, el gusanillo alimentado por los oyentes, y el eco de las voces de los lectores sube la autoestima personal, y los curas que estamos en medio de un medio de comunicación social nos puede dar esa enfermedad llamada: celebritis carcinosa progresiva, la cual, según mi confesor, consiste en morir de éxito quedando de pie como los árboles viejos y carcomidos, apoyándose en otros compañeros del bosque inanimado.

Es cierto. Si un sacerdote desea hacer pastoral en un medio de comunicación, está haciendo una obra buena, pero cuidado con los halagos mundanos, cuidado con quedarse en la vaciedad de los medios informativos.

Cuando un cura tiene su corazón, su conciencia, su persona entera, entregada a Cristo, desde el día de su ordenación sacerdotal, siendo un alter Christus, hará su pastoral eclesial donde le indique su obispo con plena conciencia de que las herramientas pastorales son solamente herramientas. Nunca son un fin en sí mismas. Son solamente un medio para evangelizar desde los medios a quienes acuden a un blog, a un espacio de radio o televisión. Pero nada más.

Alguien puede creer que nunca un cura puede ejercer el periodismo. No es cierto. Han existido excelentes curas que han sido magníficos periodistas. Saco un ejemplo singular: José Luís Martín Descalzo, quien en prensa, en televisión, escribiendo libros, atado a una máquina de diálisis hasta última hora, nos dejó las más bellas páginas sobre Cristo y su mensaje de salvación para todos sus lectores.

Aquella generación de curas periodistas huía de la enfermedad de la celebritis como de la peste. Ellos tenían muy claro que sus dotes de olfato periodístico las tenían para ponerlas al servicio de los valores del Reino de Dios, nunca para perseguir los desvalores y desmanes de los profesionales actuales de la información.

Invito a todos los curas que hoy estamos acampados en Internet a revisarnos diariamente nuestras conciencias, sabiendo pedir perdón al Señor y a los hermanos, cuando la enfermedad de la celebritis la notemos en lo más mínimo, para que muramos en paz con Dios y con nosotros mismos. Y nunca de pie como los viejos árboles del bosque inanimado.

Tomás de la Torre Lendínez

—————————————————————————

Adivinanza

En Jerez de la Frontera, en su catedral, con la presencia del obispo, el pasado sábado se ha abierto algo para ser visitado por el público cristiano y el turista.

¿Qué eso que se ha abierto a los visitantes de la tierra y de fuera?

———————————————————————-

Lean, si les apetece:

Los indignados de Londres aprietan a los clérigos anglicanos

Blog del padre Tomás

http://tomas-de.blogspot.com/2011/10/los-indignados-de-londres-aprietan-los.html

———————————————————————-

5 comentarios

  
Asclepio
" La presunción fatua e indebida, es un regalo de los dioses a los hombres para hacerlos insignificantes ". Proverbio chino.
31/10/11 9:58 AM
  
Cesc Mascarell
Los sacerdoters tienen que tener claro al ordenarse que se ponen al servicio del pueblo de Dios, y deben dejar de hacer el "figurita" locutor, o cantante o presentador o showman. Es un clericalismo negativo, el que el sacerdote haga cosas que son propias de los laicos, y en las cuales no tiene porqué suplirles (a no ser que no haya laicos para ello)
En cuanto a Martín Descalzo, tampoco nos pasemos de halagos, porque hay fases en su vida nada edificantes.
31/10/11 2:40 PM
  
José Manuel Campos Gallardo
Mi querido Padre Tomás y paisano (yo, de Los Villares de Jaén). Muy cierto lo que cuenta. Los que creeemos en Dios, en el Espíritu Santo defensor, haríamos bien en cumplir el propósito de no defendernos a nosotros mismos, que es como un deseo humano de figurar entre el prójimo. Que sea más bien Cristo con su Espíritu el que nos defienda y brille su gloria sobre nosotros. Defendemos a Jesucristo incluso a costa de o precisamente al reconocer nuestros pecados o nuestras posibles tentaciones personales. Yo también he tomado la decisión de no defenderme, para ver la mano de Dios, lo que Él quiera, lo que Él haga. Rece por mí. Amén.
31/10/11 3:19 PM
  
Fortis
Bueno, el Cura tiene que estar sobreaviso en todas las actuaciones de su existencia para no creérselo. Porque el Cura es un pobre tipo como cualquier hijo de vecino. Y no más. Sólo que por ser Cura es Dios. Por eso siempre tiene que repetirse: "Dios mío, soy un pobre tipo, que no me suba yo al pedestal, pues me romperé los morros".
31/10/11 4:59 PM
  
José Luis
"Invito a todos los curas que hoy estamos acampados en Internet a revisarnos diariamente nuestras conciencias, sabiendo pedir perdón al Señor y a los hermanos, cuando la enfermedad de la celebritis la notemos en lo más mínimo, para que muramos en paz con Dios y con nosotros mismos. Y nunca de pie como los viejos árboles del bosque inanimado."

Esta invitación también nos sirve a los que no somos sacerdotes, porque muchas veces el tentador hace que nos inchemos, porque lo que hemos escrito alegran a otras personas.

Pienso que sucede cuando hay unidad en la misma fe, pero en todo lo que sale bien, se lo debemos a Dios, no a nosotros que somos barros, pero en busca de lo espiritual y vida de santidad.

Salmo 115 (113 B), 1: «¡No a nosotros, Yahveh, no a nosotros, sino a tu Nombre da la gloria, por tu amor, por tu verdad! »

Solo a Dios debemos ofrecer nuestros trabajos y por el bien de nuestros hermanos en Cristo Jesús.

Se lee sobre las caídas de algunos sacerdotes. Nosotros hemos de orar por ellos, por la conversión de quienes necesiten convertirse, pero que no lo creen, también orar para que los buenos sacerdotes perseveren en Cristo Jesús, que se olviden de sí mismo, que se transformen verdaderamente en Cristo Jesús para bien de la Iglesia Santa y de la humanidad.

Aunque yo defiendo y no me vuelvo atrás, sobre la importancia del traje eclesiástico, hay quienes la llevan para deshonrar el sacerdocio, como cierta foto que hay por uno de estos blogs, pero tener compasión, es mejor, y orar por tal, que por la oración es un beneficio para todos, aunque quien esté dando mal, ejemplo, tendrá que dar cuenta al Señor, y un día, se avergonzará de su corazón mundanizado y lleno de vanidad.

En cuánto a la "enfermedad de la celebritis", estemos muy alerta, porque si nos descuidamos ya nos predicamos a nosotros mismos, y salimos perdiendo ante los ojos de Dios.

Me adelanto en decir a todos, que para el día 1 de noviembre, Feliz día de todos los santos. Son los que conocemos, pero también hay un gran número de santos y santas desconocidos para nosotros, que no están en los altares, pero si en la presencia de Dios, en el Reino de Dios.
31/10/11 6:54 PM

Los comentarios están cerrados para esta publicación.