El Papa no es profeta en Alemania
Benedicto XVI visitará su tierra alemana durante los días 22 al 25 de septiembre. Estará en Berlín, en Turingia y Frigurbo. También, le están preparando comitivas burlescas y carnavalescas contrarias a la presencia papal en Alemania.
Allí, de modo singular en Berlín, Der Papst kommt!» (Viene el papa) es el lema que reúne a asociaciones de homosexuales, grupos por los derechos de las mujeres, jóvenes del partido verde y del SPD, y organizaciones por la prevención del sida, han organizado una protesta pacífica contra la «la política sexual misántropa» del Papa.
Recuerdo aquella escena de la sinagoga de Nazaret, donde Jesús entró un sábado, le entregaron la Escritura, donde leyó un pasaje del profeta Isaías sobre el Mesías, y afirmó que hoy se cumplen estas palabras aquí. Sus paisanos lo consideraron un blasfemo y sacándolo a empujones desearon despeñarlo por un barranco cercano, pero Él se abrió paso entre ellos, afirmando que ningún profeta es bien mirado en su propia tierra.
Es cierto. La experiencia me ha demostrado que tal afirmación es un postulado apodíctico. Ahora lo tenemos en Alemania, la tierra del Papa teólogo. Seguramente ocurrirá como en España, Benedicto XVI con su sencillez, pero con sus profundas enseñanzas dejará a todos entusiasmados, excepto a esos marginales intolerantes.
Es la intolerancia la enfermedad de todos estos grupos sociales. Es un fanatismo intolerante el que lleva a no aceptar que una persona como el Papa que llega en son de paz a su propia tierra, le monten una manifestación contraria sin motivos ningunos.
Esta intolerancia es a la Cruz, que es el signo visible de nuestra Religión Católica, donde Cristo murió y al tercer día resucitó para nuestra salvación. La Cruz es el objetivo a batir de todos estos residuales y enfermos mentales que salen en las protestas contra el Papa, Vicario de Cristo en la tierra, y sucesor de Pedro, quien murió clavado en una cruz con la cabeza boca abajo en la locura imperial de la Roma de los tiempos de Nerón.
Con su larga experiencia, Benedicto XVI llegará a su tierra, hará su visita apostólica, cumplirá su programa organizado, hablará sin rozar a esos enemigos de la Cruz, terminará su estancia felizmente y volverá a Roma.
Esos desgraciados alemanes se quedarán como en España con tres palmos de narices, llevando sus pesadas cadenas mentales de intolerancia y de odio a la Cruz de Cristo, pensando que han hecho algo. No han hecho nada. Han hecho el tonto con todas las letras.
Para saber más haga clic aquí.
Tomás de la Torre Lendínez
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Lean, si les apetece:
Abre el Seminario Menor de Sevilla
Blog del padre Tomás
http://tomas-de.blogspot.com/2011/08/abre-el-seminario-menor-de-sevilla.html
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9 comentarios
Pero el Espíritu Santo protege siempre a su Iglesia.
"Lucharán contra tí, pero no te podrán, porque yo estoy contigo para librarte" Jeremías 1,4.
Es muy cierto lo que escribe el Blogger: " Os aseguro que ningún profeta es bien mirado en su tierra " ( San Lucas 4, 23).
Cuando el profeta es rechazado, algo se quiebra en su corazón, pues no es insensible como una piedra. Pero es mucho más lo que se pierden quienes rechazan y abominan de su mensaje. Pierden al mismo Dios.
S.S. Benedicto XVI, no hace más que cumplir con su obligación de evangelizar proféticamente.
Y naturalmente, como con los antiguos Profetas, encuentra lucha, desprecio y oposición.
" Anuncia la palabra, insiste en toda ocasión oportuna e inoportuna... Vendrá un día en que no se soportará la sana doctrina " (2 Tm 4,2). " Cuando la verdadera doctrina es impopular, no es lícito buscar una fácil popularidad ", dice el Beato Juan Pablo II en su libro-entrevista Cruzando el umbral de la esperanza, Pág. 176.
Solo nos queda rezar por este valiente y esforzado Papa que no se rinde nunca y con la ayuda de Dios volverá victorioso a Roma, y por los malvados que inícuamente le ofenden y se quedarán al final fustrados y con un palmo de narices.
Serán muy buenos haciendo coches y máquinas, pero en cuanto se ponen a pensar y hacer filosofía son un peligro público.
El Santo Padre nunca deja de anunciar lo que es bueno para todo ser humano.
Pero como en la época de Jesús, no todos quieren salvar sus almas, el mal contra el bien está muy a la vista de todos, pero que finalmente, es el bien quien esta destinado al triunfo de la salvación eterna, ese bien que nos enseña el Santo Padre, siempre fiel a Cristo.
Mientras que los que no son de Cristo siempre descontentos, furiosos, porque la gravedad de sus iniquidades no les ayuda a comprender el amor, ni la caridad. Y en esa obstinación en sus propias maldades, no quieren darse cuenta de sus propios fracasos.
Quien se enemista contra Dios, contra el Papa, se enemista contra la propia conciencia, el malvado se se corrompe así mismo, mata a su propia alma.
El Papa lleva gran número de almas a Dios, lo cual el demonio no lo puede tolerar, por eso, vemos a todos esos esclavos del pecado como quieren arremeter contra todo bien. No quiere la salvación ni la felicidad de las almas. Los que están destinados a la ruina eterna, los pecadores incorregibles, que pertenecen al Maligno, pues lo dice San Juan, que se reconoce como hijo del demonio, a los pecadores que no quieren convertirse.
Y los hijos de Dios están con el Papa, aman al Papa, ponen en práctica las enseñanzas del Santo Padre aquello que le corresponde en su vida vocacional y personal, o vida comunitaria.
Eso sí, estoy segura de que serán muchos más los alemanes que reciban con gran afecto al Papa. Me parece repugnante atacar a todos los alemanes por culpa de los enemigos que Cristo tiene en Alemania. Es como si a todos los españoles nos identificaran con la patulea laicista que expulsó de la Puerta del Sol a los peregrinos de la JMJ.
Aparte de esto, considero a Alemania una gran nación. Y quiero recordar que, hace setenta y cinco años, se desató en España la persecución más violenta que ha sufrido la Iglesia Católica desde los tiempos del Imperio Romano. Todas las naciones tienen luces y sombras en su pasado y los españoles también tenemos por qué callar. Ojo con eso.
Ha habido mucha Alemania antes de Hitler (quien accedió al poder a través de una elecciones democráticas, por cierto; como para idolatrar la democracia, como se hace ahora, vamos...).
A veces, deberías pensar bien antes de escribir, Catholicus...
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