Del doctorado Aído, al doctorado Rajoy
Creía que el minifundio universitario español era el motivo de la creación al primero que pasa por la calle de doctores honoris causa en España. Estaba equivocado. La estulticia vive también en el Reino Unido. Por las islas británicas existen universidades tan obtusas que reparten doctorados acaramelados igual que los Reyes Magos por las calles en la noche del 5 de enero.
Pero, el secreto de un reciente doctorado a una persona vinculada al gobierno socialista español, que impulsó y sacó adelante la presente ley del aborto, está en el proyecto Erasmus, que es el chocolate del loro de los universitarios españoles y una tapadera para pasear por Europa sin dar un palo al agua y ponerse un cuadro enmarcado en el salón de la casa paterna, y permanecer en el paro largos años acabando trabajando en lo que sea o metido a indignado en la Puerta del Sol.
La anterior ministra Aído estuvo, por 1999, en la ciudad inglesa cuya universidad le ha investido doctora honoris causa haciendo su Erasmus. Aún, el papá no la había colocado en la Agencia Andaluza del Flamenco, desde donde saltó a las alturas de un gobierno dispuesto a legalizar el aborto como un “derecho de la mujer a decidir con el estorbo dentro de su cuerpo”.
Por esta extraordinaria ley, por una absurda igualdad, que igual da, por su reciente fichaje de asesora en la ONU, que ha costado 100 millones de euros a los bolsillos de todos los españoles, la universidad inglesa considera a su vieja Erasmus, la señora Aído, capaz de lucir un doctorado en la pared de su pisito en Nueva York.
Atrás quedaron todos las grandes acciones de una ministra que pisaba el diccionario de la lengua castellana para llenarlo con términos de la ideología de igualdad de género; atrás quedaron sus locuciones públicas sobre si el feto es un ser vivo y una persona, animal o cosa; atrás quedaron sus afirmaciones sobre la doctrina de la Iglesia a la que tachó con todos los adjetivos posibles en su caletre por defender la vida desde el seno materno.
Pero, este doctorado honoris causa tiene una continuación en los meses venideros: Si el partido popular, caso de alcanzar el poder en las inmediatas elecciones generales, no deroga la ley abortista en los primeros cien días de gobierno, les daré un doctorado honoris causa personal del abajo firmante, que se van a enterar todos los días de su gobierno al frente de España.
Esto es lo que hay, señores peperos. Aquí les espero, si Dios lo quiere.
Para saber más haga clic aquí.
Tomás de la Torre Lendínez
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Vean y lean el siguiente vídeo:
“Las monjas del futuro están en Internet
Blog del padre Tomás
http://fotolog.miarroba.es/marianojv/
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3 comentarios
Así como hay seminarios para el ministerio sacerdotal de servicio a la Palabra, lo tendría que haber también, a mi juicio, para el ministerio temporal de servir a las mesas, o asuntos temporales, en conformidad con dicha Palabra.
Nos gobernarán personas que son católicas por estar bautizados en la Iglesia Católica, pero cuya política no lo es por no estar suficientemente preparadas según la doctrina política de la Iglesia.
Hay mucho por hacer en la política católica. Salvo caso de milagro, pasarán muchos años, tal vez siglos,
antes de que tengamos una política y políticos verdaderamente católicos.
Mientras tanto, el pueblo católico anda disperso apoyando y votando políticas mundanas, inspiradas por el diablo, príncipe de este mundo, que muy poco o nada tienen que ver con el Evangelio. Por sus frutos los conoceréis (divorcio, aborto, gaymonio y lesbimonio, eutanasia, selección de embriones, educación sexual perversa, etc.......
De esta triste situación todos los católicos, jerarquía, religiosos y simples fieles, cada uno a su modo, tenemos la culpa por la tibieza en vivir nuestra Fe.
Ya lo dice la Biblia en alguna parte: "El pueblo sin príncipe se dispersa", o lo que viene a ser lo mismo, el pueblo católico sin gobernantes católicos, que lo sean no sólo de nombre sino también en la misma acción política y de gobierno, poco a poco se descristianiza y acaba perdiendo su catolicismo.
El problema, para la gran mayoría de los Obispos, es que esos políticos no militan en el PP, sino en partidos pequeños. En vista de lo cual, la Conferencia Episcopal tiene vetados a esos partidos en sus medios de comunicación, que apoyan descaradamente al PP, un partido abortista y anticristiano. La CEE no quiere que los españoles sepan ni que existen esos buenos partidos. Lo cual supone un hondo e injustísimo desprecio a los católicos que militan en ellos y a sus esfuerzos por defender los principios innegociables de Benedicto XVI; y un serio daño para España.
Padre Tomás: ¿Usted le va a leer la cartilla al PP, si ese partido no deroga la ley del aborto? Ya...
Lo siento, pero no me lo creo. El PP, como mucho, derogará la nueva ley del aborto de ZP y restaurará la anterior, la de 1985, bajo la cual se han perpetrado más de un millón de abortos en España. Eso es lo que Rajoy ha dicho varias veces que quiere hacer.
Una vez que el PP haya hecho eso, no creo que usted, padre, vaya a decir apenas nada. Porque volverá a pasar lo de siempre: "El PSOE es peor y hay que evitar que vuelva a gobernar el PSOE, de modo que hay que seguir votando al PP"; y así, "per secula seculorum". Lo de siempre.
Si quiere leerle la cartilla al PP, padre Tomás, hágalo desde ya y de verdad, esto es, negando su voto a ese partido anticristiano y dándoselo a formaciones cristianas. No deposite sus esperanzas en los peperos, porque hay certeza total de que sus expectativas no se cumplirán.
Mientras los católicos españoles sigan cegándose a sí mismos con respecto al PP y dejando que ese partido siga teniendo secuestrado su voto, la regeneración moral de España será imposible. Serio aviso a navegantes, sobre todo, para los Obispos, que otorgan su apoyo suicida a un partido que desprecia con sus hechos a la Iglesia, mientras tienen totalmente abandonados a los católicos que de verdad luchan por cumplir los designios de Benedicto XVI. Y de Dios.
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