El confesor y el director espiritual hoy
Entre las muchas necesidades pastorales de la Iglesia está el recuperar la practica del sacramento de le penitencia, que en los últimos tiempos ha pasado a ser un sacramento que pocos cristianos reciben.
La Santa Sede ha sacado un documento donde se recomienda la dirección espiritual y la confesión, como vías absolutamente necesarias para que la vida cristiana personal y el sentido espiritual de la comunidad suban las escaleras de la perfección.
El documento se puede bajar gratis para ser leído desde la siguiente dirección:
Además el siguiente vídeo es una síntesis del mismo trabajo vaticano,
http://es.gloria.tv/?media=173659
Acabo con el siguiente texto del documento papal:
“Es preciso volver al confesionario, como lugar en el cual celebrar el sacramento de la Reconciliación, pero también como lugar en el que “habitar” más a menudo, para que el fiel pueda encontrar misericordia, consejo y consuelo, sentirse amado y comprendido por Dios y experimentar la presencia de la Misericordia divina, junto a la presencia real en la Eucaristía.”
Con estas sugerencias sobre el sacramento de la penitencia, espero que puedan ayudar a quien lo desee libremente a renovarse en este aspecto de su vida cristiana.
Tomás de la Torre Lendínez
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Vean y lean el siguiente vídeo:
Gracias a la vida Facundo Cabral, asesinado en Guatemala
Blog del padre Tomás
http://fotolog.miarroba.es/marianojv/
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9 comentarios
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Yo sí, constantemente.
Por otra parte, también he percibido que hay casos en los que se va a comulgar de cualquier manera, como si el sacramento de la confesión no existiera. "Católicos modernos", estilo San Carlos Borromeo. En fin, lo único que puedo decir es que tengo la convicción de que no creo que sean católicos, en absoluto.
De todos modos, quienes tenéis "muchas ganas de escucharlo" sois precisamente quienes menos lo necesitáis, supongo. Tantas ganas, tantas ganas... sólo pueden darse en personas que no necesitan que se les recuerde lo benéfico que es para el alma la confesión frecuente y, en consecuencia, la practicarán. ¿Verdad?
Si lo que queréis es que se les receurde "a los demás", porque son muy pecadores los otros, claro, pues nada, te vienes a mi parroquia, o a un par de ellas creca de la mía, o a un santuario no parroquial que hay cerca y ves a lso pobres curas desgañitarse con que a ver si la gente se confiesa más, que ellos están para eso.
Con sus horarios de confesiones anunciados, con sus confesonario y con su cura. Vamos: LO NORMAL.
Qué mala suerte tenéis los que os confesáis con frecuencia y sois tan celosos de las alamas pecadoras de los demás: en vuesta parroquias nunca se lo recuerdan a los demás.
Padre Nicolás gracias por hacernos compartir su alegría de que en su parroquia se confiese tanto tiempo los domingos. Y aunque probablemente me encuentre a miles de Km de su parroquia, le doy también las gracias por su dedicación y entrega.
Pero, quizás por no extenderse, no nos dice qué ocurre en su parroquia en los otros días de la semana.
Y yo pienso que ahí también va dirigida la frase del Papa. El habla del confesionario como "lugar donde habitar más a menudo" pero no hace distinción entre laborables y festivos.
¿Ha pensado que tal vez haya algunas personas, alejadas, etc, que requieran más tiempo y/o más tranquilidad y busquen acudir precisamente un día laborable aún gastando alguno de sus días libres?
Yo estoy totalmente de acuerdo con el Papa: hay que recuperar el confesionario como lugar donde el sacerdote "habite" más a menudo. Es decir pase en él una parte importante de su vida. En horas. Aunque sean perdidas, esperando unos penitentes que tal vez no lleguen. Y mientras, rezar por ellos, preparar allí su homilía u otras actividades pastorales, etc.
Mi infancia y adolescencia coincidieron con los años del postConcilio en un pequeño pueblo de apenas 2.000 habitantes. Pude ir viendo cómo, cada párroco nuevo que iba llegando, iba disminuyendo el tiempo dedicado al confesionario hasta desaparecer totalmente, salvo petición. Y cómo paralelamente iba disminuyendo el número de personas que acudían a Misa y, en general, toda la vida cristiana del pueblo.
Otra cuestión distinta sería la imperiosa necesidad de convertir los viejos confesionarios en unas sedes penitenciales "habitables", donde el diálogo penitencial se pueda llevar a cabo más comodamente, tanto para el confesor como para el penitente. Y sin que ninguno de los dos se tenga que preocupar del número de decibelios de dicho diálogo. Donde, también el penitente se pueda sentar si lo necesita, y donde se vea respetado escrupulosamente su derecho al anonimato.
El sacerdote siempre dice lo mismo: vayan a buscarme cuando quieran confesarse, pues estoy muy ocupado, ¿en que?, ¿que puede haber más importante para un sacerdote que administrar un sacramento tan necesario?. Siempre están de reuniones y con cuestiones administrativas que puede hacer cualquier otra persona de la parroquia, pero para ellos lo importante es eso... En fin, es un tema con el que estoy muuuuuuuy mosqueado.
Cuando tengo necesidad de confesarme, directamente cojo el transporte público y me voy a 20 km de distancia de mi casa a una parroquia donde tratan los sacramentos con bastante más seriedad y donde me recomiendan que me busque un director espiritual, pero claro, ¿que dirección espiritual se puede tener en estas condiciones?, prácticamente tengo que hacer un hueco en la agenda para poder cumplir con el sacramento de la penitencia, tengo que dedicar una tarde la semana sólo para esto, y no siempre se dispone de tanto tiempo. Debería ser algo muuuucho más accesible.
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