Franco, el demonio familiar del socialismo
Ya sabemos cual es el último y único motivo para atacar el monumento de El Valle de los Caídos. Ahora lo han dicho claro: desean llevarse el cadáver de don Francisco Franco de allí. El ministro de la presidencia tiene prisa. El Comité de expertos está corriendo a toda pastilla. Quieren que sea antes del 4 de marzo próximo, fecha de las elecciones generales.
Llaman a Franco, entre otras lindezas, el signo del “nacionalcatolicismo”. Detrás de este concepto está el furor mental hacia el catolicismo, que según aprendí en el Catecismo es el conjunto de todos los hijos de Dios que estamos dentro de la Iglesia Católica.
Comento este asunto con un psiquiatra, quien me explica que estos socialistas, hijos todos de franquistas reputados, amamantados en las ubres del Régimen anterior, cantores insignes del Cara al sol en los campamentos juveniles de la OJE, estudiantes, algunos de ellos, de carreras costeadas en las antiguas Universidades Laborales por aquellas becas-salario, tienen unas taras psíquicas muy importantes.
Esta enfermedad mental la llaman los “demonios familiares”. Consiste en huir perpetuamente de sus pasados familiares y sociales deseando entrar en un paréntesis de amnesia mental y temporal que comienza en 1939 y acaba en 1975. En este periodo no ha habido nada, no ha ocurrido nada.
Cada noche, de forma especial, estos hijos de familias franquistas, ven el fantasma de Franco, representado en sus abuelos, padres y hermanos mayores, quienes les cortan el sueño, les hacen sudar extrañamente, les lleva a la taza del cuarto de baño donde meten la cabeza a vomitar la cena indigesta, y vuelven a la cama exhaustos.
Cuando amanece se levantan con una mala leche de miedo. No han descansado. Todas las noches están huyendo de sus demonios familiares, representados en la figura del general Franco, por esto han jurado levantar el cadáver de su fosa y llevarle junto al de su esposa. Es probable que en el trayecto le hagan un juicio sumadísimo, lo fusilen y después lo metan lo más hondo que puedan.
Entonces, me dice el psiquiatra, es cuando descansarán en paz, dejarán de huir y el ciclo volverá a empezar con otros muertos, que sus mentes volverán a fabricar como sus demonios familiares.
Con permiso de la familia de Franco o sin él, el gobierno socialista realizará el traslado de los restos mortales, creyendo que este es el peor problema que tiene la España de nuestros días.
Sobre esto, algo tendrá que opinar el Rey Juan Carlos I, quien decidió que Franco fuera enterrado en El Valle de los Caídos, donde hoy yace.
Desde la seriedad de ser católicos e hijos de Dios, invito a rezar por estos enfermos mentales que nos van a volver a todos tarumbas, si es que ya no lo estamos. Lo que sí han conseguido es meternos en una bancarrota económica galopante. ¡Ojalá que Dios nos encuentre confesados¡.
Para saber más consulte aquí o haga clic aquí.
Tomás de la Torre Lendínez
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Por motivos técnicos que desconozco, coloco hoy el post de este Blog.
Lean, si les apetece:
Francia rechaza “matrimonio” gay
Blog del padre Tomás.
Extraigo la noticia de Aciprensa. Es interesante lo ocurrido en el país más laico de toda Europa.
“La Asamblea Nacional francesa rechazó este martes 14 de junio una propuesta de ley planteada por el Partido Socialista para aprobar el “matrimonio” homosexual, después de que el centro-derecha hizo valer su mayoría en la cámara.
La iniciativa obtuvo 222 votos a favor y 293 en contra, lo que ha confirmado un resultado anticipado desde la semana pasada, cuando se presentó la propuesta. No obstante, varios diputados de la gobernante Unión por un Movimiento Popular (UMP) han votado a favor.
El ponente del Partido Socialista encargado de defender el texto, Patrick Bloche, ha defendido la ley porque se trata de “hacer caer una discriminación". En este sentido, pidió a la derecha que se sumase a la propuesta y llevase a Francia a “una nueva etapa en la igualdad de derechos".
Una de las voces contrarias al documento, el diputado de la UMP Michel Diefenbacher, ha aclarado que la formación está “contra la homofobia", pero que no por ello quieren cambiar “la imagen y la función del matrimonio", que ha definido como “una institución” encargada de “la protección del más débil, empezando por la mujer".
Más crítico se mostró el diputado Christian Vanneste, conocido por sus declaraciones críticas a la comunidad gay y que calificó de “aberración antropológica” el matrimonio homosexual, porque el objetivo de estas uniones es que “la sociedad deba asegurar su continuidad". Todo lo que no sea con este objetivo, ha añadido, es “una cuestión de moda".
La líder del ultraderechista Frente Nacional, Marine Le Pen, una de las firmes opositoras al “matrimonio” gay, lo ha llegado a comparar con la poligamia, según informa el periódico Libération”
¿Se revisará este asunto en España algún día?. Lo dudo. Pero ya veremos diría un invidente.
Tomás de la Torre Lendínez
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15 comentarios
De todas maneras, lo que les molesta de verdad a los actuales dirigentes, es que ellos son el fruto directo de ese régimen, la mayoría estudiaron con becas franquistas, son hijos de jerifaltes del régimen, o estuvieron afiliados directamente a falange, como dice el articulista.
Lo que no se "digiere" bien, ya se sabe.
No son objetivos, en su caso es imposible serlo, demasiadas conexiones con el pasado; se sienten parte de aquello que desprecian. Chungo.
En lo que no estoy de acuerdo es que desenterrando a Franco, queden por fin en paz.
¿Para exhumar los restos, no es precisa la conformidad de la familia?
Y lo fundamental, practicamente la totalidad del socialismo actual es hijo de las elites franquistas, empezando por nuestro libertario presidente, que tenia chacha, y vivia del presupuesto... anda, como ahora.
Sin entender de donde vienen no se entiende nada.
Si uno es un neurótico, es presa de ciertos conflictos que, no elaborados, influyen (no determinan) en su acción. Es evidente que si alguien (muchos en España en la izquierda sociológica) alberga en su inconsciente o preconsciente la fantasía de que el general Franco es una suerte de padre castrador que le impide acceder a la satisfacción de su deseo o a entregarse al placer sin límites ni prohibiciones, lo odiará de un modo obsesivo y atemporal, por siempre. Y no sólo a él, pues proyectará por un mecanismo asociativo mental en otras realidades que posean atributos comunes o próximos que lo recuerden estas mismas fantasías. En este caso, realidades que impliquen autoridad, prohibición o limitación de la propia voluntad o del libre obrar. En esa dinámica morbosa no hace falta ser el general Franco, ni un general cualquiera, ni siquiera un militar. Basta con ser un profesor, un médico, un juez, un sacerdote; basta un cartel que indique la prohibición de pisar el césped o de llevar perros sueltos.
Pero ocurre también que el hombre puede optar hacia lo que tender. Incluso en las neurosis (no así, o de un modo mucho más limitado, en las psicosis). No nos engañemos: con conflictos intrapsíquicos o sin ellos, hay gente que elige odiar, y odiar ciertas realidades. No se puede imaginar, D. Tomás, en algunas almas perdidas, lo que les "equilibra" odiar.
Sí, para muchos, Franco seguirá vivo mientras vivan ellos, pues necesitan reactualizar indefinidamente su odio. De lo contrario, se verían abocados a enfrentarse al abismo de su propio vacío y de una vida vivida en la mentira. Franco y todas las realidades más o menos directamente asociadas a aquél, les concede un sentido. Un muy triste sentido.
El "odio" (falso) de ahora al franquismo es creado reciéntemente desde arriba e insuflado a los jóvenes (a los mayores nadie les va a engañar). El motivo de ello es incitar y crear odio hacia todo lo católico. Franco es el vehículo conductor.
Y esto les funciona porque , guste o no, tienen razón en equiparar franquismo y catolicismo, porque la misma cosa fueron , pero sabiendo que por un mal salvar los muebles, la derecha y la Iglesia van a callar sobre Franco así pueden ellos seguir avanzando en su mentira dirigida a las nuevas generaciones.
El anticlericalismo actual extremo, que tampoco existía ni por asomo hace 15 o 30 años, se nutre precisamente de ese odio aceptable y aceptado que se puede tener a Franco. Porque, como digo, al no defender la obra buena de Franco resulta inmediato que todo odio a Franco se diriga hacia la Iglesia.
Y es que la Iglesia tampoco puede cambiar la historia, y si antes decía que Franco era bueno, el salvador y ganó en una Cruzada, y lo decía porque era la verdad, ahora por quedarse callada no va a conseguir que el odio no le vaya a ella.
Es el problema que tiene la ingratitud de quedarse callado cientos de veces por no querer ponerse una vez colorado y dejar las cosas claras.
Dicho esto, abierto el melón como está y seguirá, la Iglesia debe promover y actuar ella misma cerrando heridas de la forma que nos enseñó Jesús:
Perdonando y pidiendo perdón e instando a todos a hacer lo mismo.
O toma la iniciativa la Iglesia en esa dirección o va a estar a rebufo de toda la campaña de estos resentidos, que no son muchos pero sí los únicos que hablan y por tanto definen el paisaje ante el pueblo.
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Manuel hijo, no te enteras de nada, pero de nada de nada.
Basílicas, catedrales y cruces las hay a millares por toda españa, y frailes los que quieras.
Lo que quieren, ya lo decíamos bien clarito hace años, es una sola cosa: profanar la tumba del Caudillo, porque profanando esa tumba profanan simbólicamente la Cruz de España que simboliza TODO, comenzando por los mismísimos reyes Católicos y sin dejar ni al Cid ni a Don Pelayo, ni a Felipe II ni a Don Juan de Austria ni la Evangelización de América ni etc, etc.
Los masones están obsesionados con los símbolos, si tienen un Obelisco presidiendo una ciudad, para ellos esa ciudad ya es "suya". Son así de necios.
Lo más probable es que estén juramentados de no parar hasta profanar la tumba del Caudillo y meter algún símbolo masónico en el Valle.
Y si están juramentados, no importa las maldades que causen, lo querrán hacer sí o sí.
Si consiguen eso, lo más gordo, el resto será pan comido. Ya sí que estarán crecidos y sin respeto ni temor alguno de nosotros, y entonces irán a más y más, como locas desatadas.
Defender la figura de Franco (basta con reconocer el derecho de millones de nuestras familias a poder honrar su memoria sin odios) es defender la paz futura por la vía de obligarles a respetar a los demás, que son, por lo menos, media España.
Arrodillarse ante cada uno de sus caprichos es alimentar una bestia que cada vez querrá más sangre. Como ya estamos viendo venir.
En fin, allá con los pardillos que no quieren ver la historia y pretenden navegar entre dos aguas.
Es una ideología satánica para comenzar, porque ha dejado tras de sí 100 millones de muertos. Expolia a las gentes mientras que los expoliados lo defienden a muerte.
Es digno de ser estudiado por la psiquiatría, porque la conducta de sus adeptos tiene concomitancias con la de los pertenecientes a una secta.
Por algo decía J.P. II que los comunistas "querían tu alma".
Hace una explotación sin misericordia de aquélla máxima popular que dice que "quien hambre tiene, con panes sueña", y explota los más bajos instintos de las masas, especialmente el resentimiento, fabricando con sus medios (educación, medios de comunicación y mundo de la cultura o kultureta) un hombre animalizado que sea manejable.
Promete el paraíso terrenal a los seguidores, así que es difícil no sentirse seducido por sus proclamas.
Luego viene lo que dan: enriquecimiento de las élites y de ellos mismos, y empobrecimiento y embrutecimiento de las masas.
A Franco no le perdonan que tuviera a España inaccesible para ellos durante casi 4 décadas.
Franco dijo en cierta ocasión que la Historia le daría la razón. Yo ya se la he dado.
España no tiene ninguna posibilidad de regeneración ni de salir mínimamente a flote mientras que el socialismo no sea repudiado por la mayoría de la población.
Yo creía que era porque a mi tío abuelo lo fusiló la Guardia Civil en una plaza de toros solo porque era izquierdista, a pesar de no tener afiliación a ningún partido y de no haber dañado a una mosca en su vida. Pero si lo dice un psiquiatra...
Franco no fue un dictador. Fue un gobernante cristiano que dictó leyes justas y que gobernó España con acierto durante casi 40 años. A algunos que asoman por aquí les ciega un odio irracional.
Y eso de que ya casi nadie se acordaba de Franco o visitaba su tumba no se lo cree ni el que lo ha escrito. Mire usted, señor mío: entérese de una vez de que el presente y el futuro NO pueden construirse sin tener en cuenta el pasado. Recuerde la famosa frase: "Los pueblos que olvidan su historia están forzosamente condenados a repetirla." Así es, en efecto.
Lo ridículo es que, por obra de los malabaristas del lenguaje -al servicio de la masonería gramciana- "dictador" se haya convertido en sinónimo de "tirano". Respetemos el hermosísimo idioma que tenemos, empezando por conocer el preciso significado de las palabras. Caso contrario, entraremos en una Babel infumable.
Estimado Ricardo, me parece muy bien lo que dices acerca del preciso significado de las palabras, pero lo cierto es que, como tú muy bien dices, muchas veces éstas pierden su sentido originario. En los años treinta, en España por lo menos, la palabra "irresistible" significaba "insoportable" y ahora, en cambio, tiene un significado completamente distinto y mucho más positivo. Con la palabra "dictador" (como con "tirano", que originariamente quería decir "monarca") ha ocurrido lo mismo, sólo que al revés. Por eso digo que para mí Franco, por lo menos en el sentido actual, no era un dictador.
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