Monseñor Gómez Sierra, el premio a la fidelidad a Cristo y su Iglesia

Llega a Sevilla como obispo auxiliar un hombre de la total confianza del arzobispo monseñor Asenjo. Es la forma que la Iglesia tiene de pagar la fidelidad de don Santiago Gómez Sierra a la persona del arzobispo sevillano y a toda la tragedía de Cajasur, pues monseñor Gómez Sierra fue propuesto presidente de la entidad de ahorro cordobesa en los peores momentos de su historia. Don Santiago ha llevado a Cajasur a la fusión con la BBK para que no cayera en manos del socialismo viviente en Unicaja.

Conocí a don Santiago Gómez Sierra en una visita común de sacerdotes al sepulcro de San Juan de Ávila en la ciudad de Montilla. Era entonces vicario general de Córdoba. En la conversación que tuve de varios minutos me pareció un hombre de Dios y un hombre para los hombres. Los curas cordobeses hablaban muy bien de su vicario general. Las palabras que nos dirigió sobre San Juan de Ávila fueron sencillas pero hondas y salidas de un corazón enamorado de Cristo y del patrón del clero español.

Más tarde, volví a encontrar a monseñor Gómez Sierra en Jaén, con toda la crisis explotada de Cajasur encima de la mesa. La calma y la paz fueron sus constantes en la reunión que mantuvo con las personas correspondientes. Al final, le dí las gracias y le desee suerte.

Esta es la suerte que tiene la diócesis sevillana de llevarse como obispo auxiliar a don Santiago. El duo Asenjo-Gómez Sierra, arzobispo y obispo auxiliar, lo notará la tierra sevillana y sus gentes, que son buenas, pero que necesitan, como en toda Andalucía, una nueva evangelización.

Los pastores al frente son idóneos. Las ovejas deben seguirles. Mucha suerte para el nuevo obispo auxiliar de Sevilla.

Tomás de la Torre Lendínez

1 comentario

  
María José
Tiene usted razón. Es un hombre de Dios. Le conozco desde que se ordenó sacerdote en 1982 y he trabajado también con él. Y puedo dcir que es verdaderamente un hombre de Dios, sencillo, humilde y leal, de un amor y entrega incondicional a la Iglesia y de una profunda vida espiritual. Los humildes y sencillos que lo tuvieron de parróco en Alcole se alegran. Los feligreses de la Parroquia de la Trinidad rebosamos de alegria y gozo. Le caracteriza aquello de San Ignacio: "En todo amar y servir"
18/12/10 2:12 PM

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