Las mentiras a los niños nacionalistas: la historia se repite

Siempre he detestado la mentira. Cuando, además, se miente desde posiciones políticas y a unos niños de un campamento veraniego, el delito es muy grande. No por el contenido de la mentira sino por creer que “esos niños son tan tontos como los monitores que les mienten sobre un acontecimiento singular y único: la victoria de España en el mundial de fútbol”.

Esos monitores son agentes del nacionalismo catalán y vasco. Cuando los chicos han vuelto a sus casas han contado esa inmensa mentira, que no encaja en la realidad utópica de unas “naciones” fabricadas por los padres fundadores y delirantes a fines del siglo XIX. Ahora conocemos lo ocurrido hace unos días.

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En estos momentos en los que los chavales gozan de todos los artilugios informáticos comenzando por el teléfono móvil, y saben mucho más de todo que cualquier profesor que a diario acudimos a clase, aparecen unos monitores, ciegos de nacionalismo, la religión laicista de varias autonomías españolas, y como era la madrastra España la que podía ganar la final, no les dejaron ver el partido y, para más recochineo, les dicen que ganó Holanda.

Estos monitores, además, de ciegos, son esclavos de sus propias mentiras y fantasías de independencia de su región del resto de España, la única e indivisible nación que tiene una historia de más de tres mil años.

Hubo en España un dominio absoluto y a los niños de entonces se les decía que España era un imperio con un destino infinito y que allí hacían guardía los luceros y que los sistemas democráticos nos odiaban por ser tan singulares. Había profesores de formación en el espíritu nacional en clases obligatorias que cantando cara al sol examinaban de aquellas ideas fantasiosas. Murió el que mandaba y todo el sistema o régimen se fue al trastero de la historia. Ahora en Cataluña y País Vasco se está repitiendo la historia.

Se impone, en esta hora de España, la cordura, la sensatez, la madurez, la responsabilidad, la libertad, la formalidad y……tantos valores humanos y cristianos que no vemos en ninguno de los gestores públicos que así vamos.

Se justifica la mentira a unos niños, se legalizan las chapuzas legislativas a los mayores para entregarles las llaves de la independencia, y llegaremos a saltar por los aires creyendo que estamos jugando en un sueño de una noche calurosa de verano.

Tomás de la Torre Lendínez

1 comentario

  
Roi
Patético...
24/07/10 10:57 AM

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