La Cruz es pública

Artículo publicado hoy en el Diario Ideal, edición de Jaén, página 28

La Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal Española ha
firmado un escrito al final de su reunión celebrada en Madrid el pasado
jueves. El título es: Declaración sobre la exposición de los símbolos
cristianos en Europa. Es muy interesante el documento.

Las raíces cristianas europeas no son de ayer. Desde el año 313, en
que el emperador romano Constantino sacó el edicto de Milán,
permitiendo al cristianismo su libre circulación por todas partes,
hasta hoy han pasado muchos siglos. Durante este tiempo se crearon los
monasterios, cuna de cultura, oración y trabajo; se construyeron las
catedrales, centro religioso de las capitales de las diócesis; se
levantaron las primeras universidades donde la ciencia avanzó gracias
al pensamiento cristiano; se hicieron las parroquias en los pueblos
para que los vecinos pudieran rendir culto a Dios

Estos mismos, hombres y mujeres, en los cruces de los caminos, en lo
alto de alguna montaña cercana, fueron dejando el signo de la Cruz de
Cristo como signo salvador. La historia del arte nos enseña como se han
plasmado los sentimientos religiosos en sitios públicos, donde al paso
de los siglos la fe en Dios se hacía pública y notoria.

Ahora en la Corte Europea se debate la presencia el signo de la Cruz
en los espacios públicos. Algo que está ahí desde siempre. Se invoca la
libertad religiosa del resto de los ciudadanos, cuando bajo la sombra
de la Cruz la misma Europa evolucionó hasta llegar a la admisión del
concepto de democracia y de ciudadanía hasta llegar a las naciones
pluralistas religiosamente hablando que hoy conocemos, incluida
España.

El viejo laicismo, ahora muy de moda, invita a los cristianos a
expresar su fe en el ámbito privado. Y aquí es donde radica la parte
esencial del asunto. Los cristianos nunca negaremos la pertenencia
pública a la Iglesia. Los hijos de Dios somos y seremos testigos de
nuestra fe en todas partes. Lo diga quien lo diga. Tenga la autoridad
que tenga. El mismo Jesús de Nazaret nos dijo claramente que la luz
cristiana no se esconde debajo de un celemín sino que se exhibe en
público para que alumbre a todos los que deseen ver en esa luz al mismo
Cristo muerto y resucitado de entre en los muertos.

Nunca sería lógico que alguien dijera que en Jaén sobra la Cruz, que
corona el cerro de Santa Catalina. Nunca sería lógico que alguien
dijera que las procesiones de Semana Santa sobran en nuestras calles, o
que las romerías deben desaparecer de los santuarios marianos que
pueblan el mapa de la provincia.

La fe cristiana, esencialmente, es pública y notoria, porque el
dinamismo de entrega a Dios que hacemos los católicos lleva aparejado
el compromiso de que nuestras obras las vean todos para que podamos
servirles como pobres siervos, sin imposición a nadie, y testigos de la
fe en el Señor Jesús, quien por San Pablo nos dejó claramente expresado
que una fe sin obras es una fe muerta.

Tomás de la Torre Lendínez

2 comentarios

  
conchi
Eso mismo:!La Luz no se pone debajo de un celemín....".Benditos gobernantes,que no llevan a las "catacumbas".Desbediencia a sus leyes,es lo que debemos hacer.No somos ovejas,ni ganado de esta gente.
27/06/10 9:31 PM
  
Inmaculada
"Nunca sería lógico que alguien dijera que en Jaén sobra la Cruz, que corona el cerro de Santa Catalina."
Pues en Murcia ha pasado algo ilógico. Un abogado, el Sr. Mazón, ha interpuesto una demanda para que se quite una cruz enclavada en lo alto de un cerro, la cruz de Monteagudo, que se divisa desde muchos km. y es seña de identidad de nuestra tierra. Veremos en qué queda la cosa, pero él está convencido de que la justicia le dará la razón. Sería algo muy doloroso para los murcianos, y francamente, no puedo entender los motivos que le llevan a actuar así. Sólo me cabe en la cabeza que le mueve el odio a todo lo que sea símbolo religioso.
27/06/10 10:37 PM

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