Milagro en Roma
Artículo publicado hoy, en el Diario Ideal, edición de Jaén, página 30
En esta semana, el próximo diez, jueves, el Presidente del Gobierno
español visitará en Roma al Papa Benedicto XVI. Es la primera vez que
lo hace en calidad, también, de presidente de turno de la Unión
Europea, como es costumbre en todos los que ocupan este puesto desde
siempre.
La entrevista tendrá el carácter propio de estas visitas. Nosotros si
vale este atrevimiento le sugerimos al Papa que hable con el Presidente
del Gobierno sobre varios asuntos que preocupan a la sociedad y a la
Iglesia española.
Colocamos, en primer término, la situación económica y social de la
España de hoy, que tiene los caracteres ya conocidos, en los que juega
un gran papel la institución de Caritas Española que está presente en
todas las parroquias donde existe este servicio caritativo de la
Iglesia, a donde acuden parados, familias partidas, jóvenes, ancianos,
intoxicados por drogas, enfermos…..y todos son atendidos sin pedirles
nada a cambio.
Otra esfera del diálogo mutuo en Roma, pasaría por recordarle al
Presidente español que España es un país mayoritariamente católico, que
en su día sirvió para crear y mantener la raíces cristianas de Europa y
que hoy desea ayudar a que esa identidad no se devalúe a causa de la
variedad cultural que existe en el continente.
El Papa, ya en el calor de la conversación, seguramente le hablará al
jefe del ejecutivo español sobre su viaje a España durante los primeros
días del mes de noviembre, cuando visite Barcelona y Santiago de
Compostela. Dos motivos avalan esa llegada del Santo Padre hasta
España: la bendición del templo de la Sagrada Familia en la ciudad
condal y la participación en el Año Santo Compostelano.
En el clima acogedor de esta entrevista, el Papa recordará al
Presidente cómo el año próximo, 2011, estará, Dios mediante, en Madrid
para participar en la Jornada Mundial de la Juventud, que convertirá a
toda España en el centro mundial donde miles de jóvenes acudirán
deseosos de encontrarse con el sucesor de Pedro.
Suponemos que la visita terminará con cordialidad y con el
tradicional intercambio de regalos mutuos. El Papa puede que regale al
Presidente español un ejemplar valioso de una edición de la Biblia
realizada en las máquinas de la imprenta vaticana. Al entregársela
Benedicto XVI le puede decir que en ese libro está la Revelación de
Dios a su pueblo en el Antiguo Testamento y la vida, la doctrina, del
Hijo de Dios, Jesús de Nazaret, quien murió en la cruz, resucitó de
entre los muertos, y entregó a sus apóstoles la fundación de la Iglesia
como depositaria de la Revelación y la Tradición y le encomendó que
llevara su mensaje hasta el último rincón de la tierra.
El Presidente recordará que en esa fe fue bautizado, se casó y tuvo sus
hijas, y que ahora, podría ser un buen momento para reencontrase con
Dios en su vida. Menudo milagro haría el Señor. Saldría en los
titulares de todos los diarios del mundo.
Tomás de la Torre Lendínez
3 comentarios
Los comentarios están cerrados para esta publicación.