Una madre, el Papa y un maestro
Ayer ví cómo una madre de amplia familia ha entrado en el camino de la demencia senil. Fue un momento duro para mí que la he conocido durante los últimos veinte años gobernando y educando una casa de nueve hijos casados, los nietos y los biznietos. La calidad de vida de esta mujer en su incipiente enfermedad necesita que entre todos busquen la mejor solución para su situación presente y futura.
Mientras, en la actualidad, encuentro cómo el Papa Benedicto XVI, un joven de más de ochenta años, va a celebrar su fiesta onomástica el día de San José. Será así:
“El viernes 19 de Marzo, Solemnidad de San José, Esposo de la Santísima Virgen maría, Patrono de la Iglesia Universal, el Vaticano se viste de fiesta para celebrar el onomástico de su Santidad Benedicto XVI –Joseph Ratzinger- y por este motivo a las 18 horas en la Sala Clementina del Vaticano tiene lugar un concierto en su honor. El Cuarteto “Henschel”, de arcos y la Mezzosoprano Susanne Kelling ejecutarán “Las siete últimas palabras de Cristo sobre la Cruz”, de Joseph Haydn, en la nueva versión de la Pasión de Haydn del compositor y maestro español José Peris Lacasa, organista de honor en la Capilla del Palacio Real de Madrid.” (Ecclesia digital).
El gusto del Papa por la música es muy grande, tanto que toca el piano desde siempre como forma de saborear el arte musical y como estímulo de la mente para no caer en ninguna de las actuales formas de enfermedades propias de las personas de la tercera edad.
También, la actualidad me trae otra noticia muy interesante. Es la siguiente:
“Para el profesor José Castaño no hay debate, no quiere jubilarse ni a los 65, ni a los 67. Tiene 93 años y continúa dando clase en un colegio de Murcia. Fue represaliado del franquismo y no pudo cumplir su sueño docente hasta los 58. Su empeño le ha valido la medalla del mérito al trabajo.”
Conforme está la educación hoy, estar enseñando a esa edad es digno de ser conocido y alabado de todas las maneras. Seguramente lo hará por muchos motivos. Yo creo que uno será clave: ejercitar su mente dándole el juego necesario para que no se anquilose y se estimule lo necesario para mantenerse en plena lucidez mental.
Desde aquí ruego una oración por esa madre enferma, por el Papa felicitándole por su onomástica y por el profesor José Castaño deseándole siga enseñando en el colegio que lleva su propio nombre.
Tomás de la Torre Lendínez
3 comentarios
Esperemos que las nubes negras que se divisan-eutanasia-,se alejen,pues si no,veremos caer a los mejores,ejemplos como los que ha escrito usted.
Buenos días Padre Tomás.
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