El Valle y las verdades históricas para los alumnos españoles
Ayer varios periódicos tomaron la información del cierre de la Abadía del Valle de los Caídos como una noticia importante. Lo hicieron el diario El Mundo y La Gaceta. En ambos casos está patente el odio descarado del partido socialista al símbolo de la cruz que preside el monumento y los sentimientos encontrados que existe en torno al monumento, al cual la ley de Memoria Histórica lo dejó bien reglamentado, pero cuando ha llegado el momento se está haciendo todo lo posible con las excusas más peregrinas que los monjes de la abadía se harten y se larguen a otros monasterios con viento fresco, lo que supondrá el cierre, la ruina y la lenta destrucción del monumento más visitado en España por los turistas españoles y extranjeros.
La miopía del partido socialista llega hasta el extremo de reescribir la historia que deben estudiar los escolares españoles. La pasada semana hubo en el Congreso de los Diputados una iniciativa parlamentaria para que en los libros de historia se estudiara los millones de victimas ucranianas imputables al dictador comunista Stalin, durante los años 1930 a 1932. El asunto fue derrotado parlamentariamente hablando.
El contenido de la noticia lo daba Libertad Digital de esta forma:
http://www.libertaddigital.com:6681/c.php?op=noticia&id=1276386958
El partido socialista abanderó el no a la propuesta parlamentaria, porque si aceptaba que Stalin fue un dictador y un genocida similar a Hitler, habiendo matado a varios millones de seres humanos, se le caía a todos los escribientes de la historia, en versión socialista, el cuento de que el dirigente ruso ayudó a la II República, sistema democrático perfecto, contra el levantamiento militar de julio de 1936, que provocó la Guerra Civil, durante la cual los “valores democráticos republicanos” se fueron al traste.
Así se ignoraba el robo del oro del Banco de España que pasó, gracias a los socialistas, a manos de Stalin y todas las tropelías que la Iglesia y los cristianos sufrieron en el bando republicano produciendo un gran número de mártires que la Iglesia Católica ha reconocido sus virtudes elevándoles a los altares.
Todas estas verdades históricas no deben conocerlas los escolares españoles. Deben seguir diciendo mentiras sobre la historia reciente en España, cuando otros países democráticos han aceptado que Stalin fue un genocida tan grande, y antes en el tiempo, que el propio líder nazi con el holocausto judío.
La manía de considerarnos menores de edad mental es propio de partidos con tintes poco democráticos, pero como la libertad y la verdad siempre ganan, algún día podremos ver en los libros escolares españoles lo mismo que otros europeos y americanos estudian sobre el régimen de la Rusia soviética.
Esperemos que llegue pronto ese día.
Tomás de la Torre Lendínez
3 comentarios
Desde el Ministerio de la Presidencia se le había asegurado al Excmo. y Rvdmo. Padre Abad de la Basílica Pontificia de la Santa Cruz en el Valle de los Caídos que, a partir del pasado uno de marzo, se abrirían las puertas de la Basílica para el culto de los fieles y a sus numerosos visitantes, recuperándose la normalidad que sin autorización ni consentimiento del Padre Abad ni de ninguna otra autoridad eclesiástica, había sido unilateral, ilegal y fraudulentamente alterada e interrumpida, todo ello por órdenes directas emanadas de la Subsecretaria del Ministerio de la Presidencia, vulnerándose de esta forma la inviolabilidad de un lugar de culto así como la libertad religiosa y de culto de los fieles.
He de transmitirles que no sólo no han cumplido su palabra sino que prosiguen con el hostigamiento, persecución y deleznable intento de amedrentamiento del Padre Abad y de su Reverenda Comunidad Benedictina, bajo cuya autoridad eclesiástica se encuentra el mencionado lugar de culto que es el Valle de los Caídos y bajo cuya custodia se encuentran sus bienes y diversas instalaciones.
Desde el Ministerio de la Presidencia y Patrimonio Nacional, posteriormente al mencionado cierre se trató de justificar éste alegando un supuesto riesgo en la estructura del interior de la Basílica que podría afectar la seguridad en su interior, falaz artimaña que fue rotunda y rigurosamente desmontada, con el debido rigor técnico, en el informe técnico solicitado por la comunidad benedictina a profesionales cualificados en la materia, los cuales dejaron asentado en su informe que no se ha detectado riesgo alguno respecto de su estabilidad y que, por lo tanto, no existe problema alguno para la seguridad de nadie en el interior de la Basílica, sino todo lo contrario.
A la vista del mencionado informe, Patrimonio Nacional por órdenes de sus superiores “trasladó” la supuesta inseguridad a la escultura religiosa “La Piedad” ubicada en la entrada de la Basílica, escultura que había sido restaurada por ellos mismos unos meses antes y a la que habían dejado protegida con una malla metálica protectora.
Ahora se le presionaba a la Comunidad Benedictina en el sentido de que debían aceptar el desmontaje de “La Piedad” si querían que se reabriera al culto normal la Basílica, o de lo contrario deberían atenerse a las consecuencias de no acceder a la nueva y singular ocurrencia.
La Reverenda Comunidad Benedictina, habida cuenta el importante y profundo significado religiosos de “La Piedad” y el bien artístico y cultural de que se trata, el cual está bajo su custodia, encargó dos informes técnicos con respecto a “La Piedad”, uno de ellos elaborado y firmado por la “Fundación Juan de Ávalos” y el mismo arquitecto Juan de Ávalos, propietarios intelectuales de la mencionada obra de arte, informes de los cuales se desprende la absurdidad e innecesaridad técnica de tan riesgosa como inexplicable operación.
No se trata, pues, sino de ocurrencias una detrás de otra, con un solo y exclusivo objetivo: mantener cerrado al culto normal la Basílica Pontificia de la Santa Cruz; alterada la normalidad de ese lugar sagrado; vulnerada la inviolabilidad de ese lugar de culto; cercenado el derecho de los fieles a la libertad religiosa y de culto; afectado el turismo y visitas a dicho lugar; así como manteniendo al Padre Abad y la Reverenda Comunidad Benedictina allí asentada, así como a los cuarenta escolanos y a sus familias, en un estado de creciente ansiedad y angustia emocional y presión psicológica, donde no han faltado las vejaciones, groserías y ultrajes.
Todo ello en flagrante violación del Código Penal (Arts. 522, 523, 524, 525), de la Ley Orgánica de Libertad Religiosa (Arts. Primero, Segundo, Tercero), de la Constitución Española (Arts. 14, 16), de la Declaración Universal de los Derechos Humanos (Art. 18), del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (Art. 18, 20), de la Ley de la memoria histórica (Art. 16), del Acuerdo entre el Estado español y la Santa Sede sobre asuntos jurídicos (Art. 1), así como otras leyes y reglamentos de la Comunidad Autónoma de Madrid y del Ayuntamiento de El Escorial.
Y lo que es más sorprendente y ciertamente curioso, en flagrante violación con la Ley de la memoria histórica, aprobada por las Cortes generales el 26 de diciembre de 2007, cuyo Artículo 16.1 reproduzco:
“Artículo 16. Valle de los Caídos.
1.El Valle de los Caídos se regirá estrictamente por las normas aplicables con carácter general a los lugares de culto y a los cementerios públicos.”
¿Y ante esta lamentable y peligrosa situación qué podemos hacer los españoles que, creyentes o no creyentes, amamos la libertad y el Estado de Derecho que se supone impera en España?
En mi opinión, de momento, sólo seis cosas:
1º- Estricto respeto a la legalidad vigente.
2º- Confianza en las autoridades eclesiásticas que están trabajando sin descanso en que se restaure la normalidad en la Basílica Pontificia de la Santa Cruz y en el conjunto de ese lugar de culto denominado Valle de los Caídos.
3º Pedir al resto de la fuerzas parlamentarias, especialmente al partido de la oposición, que no permitan bajo ninguna circunstancia que se vulnere, de forma tan burda como ridícula, el inalienable derecho de los españoles a la libertad religiosa y de culto y la inviolabilidad de los lugares de culto.
4º- Acudir todos los fines de semana a la Celebración Eucarística que se celebra todos los días en la mencionada Basílica a las 11:00 horas de la mañana, aunque haya que sufrir las molestias derivadas del injustificado y no autorizado cierre de la puerta principal de la Basílica.
5º- Llegado el caso, exigir nuestro inalienable derecho a la libertad de culto y a la inviolabilidad de los lugares de culto, en los Tribunales de Justicia Españoles así como ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, para lo cual se está preparando una Plataforma Ciudadana que, -de no volver las cosas a la normalidad como es de justicia y de puro sentido común-, se pondrá a disposición de los españoles que, católicos o no, convengan en exigir a sus gobernantes el respeto a la Ley y al inalienable derecho de todos a la libertad religiosa y de culto.
6º- Los creyentes, además y por encima de todo, rezar y poner toda la confianza en la misericordia del Señor.
Yo creo que la Santa Sede, por vía diplomática, puede hacer mucho para que se respete el Valle de los Caídos. No creo que al Gobierno le convenga desairar al Vaticano si este le pide encarecidamente que vuelva la normalidad a la Basílica.
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