Veintidós obispos aspiran a "portavoces"
Lo he leído en Religión Confidencial:
“Veintidós obispos españoles está previsto que asistan a un seminario-taller de portavoces, promovido por la Conferencia Episcopal, del 13 al 16 de octubre en Madrid. Entre los especialistas que ofrecerán sus experiencias a los prelados se encuentran el director de L’Osservatore, Giovanni Maria Vian, y el ex portavoz de la Santa Sede, Joaquín Navarro Valls.
En el curso, de tres días de duración, organizado por la Comisión de Medios, que preside Joan Piris, obispo de Lérida, se cuenta, igualmente, con la participación de Santiago Álvarez de Mon, profesor del IESE, y experto en dirección de empresas y liderazgo.
El formato de estas jornadas tiene el esquema de seminario-taller, con sesiones prácticas y realización de ejercicios sobre cómo hablar en público, la técnica de las declaraciones en radio y televisión, participación en programas en directo, etc., que se grabarán en cinta y vídeo y posteriormente serán sometidas a análisis y correcciones en su caso con la ayuda de especialistas.”
Comprendo el interés de esos obispos por aprender, ya que no ocupa lugar. Pero en el campo de la comunicación presente y futura o se nace apto para ella, o los cursillos que se hagan no sirven absolutamente para nada.
Además, una de las virtudes de “los obispos en general” es que lo saben todo y de todo, y por eso son obispos. Cuando he tenido que indicar una pauta a alguno sobre el modo de comunicar algo a los medios de comunicación, siempre he escuchado: “Yo sé lo que tengo que decir y la forma de comunicarlo”. Al día siguiente salió lo contrario en los medios escritos y en las radios y las televisiones le tomaron unos segundos fuera de contexto que se fueron por los cerros de Úbeda.
Nuestros obispos son regulares o malos comunicadores. Porque todos ellos se atan al papel escrito y cuando están ante una rueda de prensa y las preguntas de los periodistas le sacan del papel dicen algunas vaguedades, que sacadas de contexto son usadas siempre en su contra o de la misma Iglesia.
Por esto, algunos no han dado una rueda de prensa en su vida, porque le temen a los plumillas y la supuesta mala idea previa de los mismos hacia la Iglesia.
Lo mejor para los obispos es “monitorizarles” las ruedas de prensa, concertando previamente las preguntas con los periodistas presentes y que el obispo pueda responder a lo concreto, previamente conocido, sin salirse del guión.
Estos 22 obispos que van a hacer ese cursillo sobre técnicas de comunicación o son unos valientes, o unos osados, porque lo que la naturaleza no da, ningún cursillo lo puede remediar. Así de palmario.
Tomás de la Torre Lendínez
5 comentarios
Espero que no crean que la comunicación es técnica de masas y demás jerigonzas.
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Más o menos cierto. pero los que ya tienen el don natural de la elocuencia SÍ aprovechan mucho ese tipo de técnicas. Siempre se puede mejorar.
Los que no tienen por naturaleza ese don, nada, nada que hacer.
Pero a los que ya son buenos, se les hace óptimos. Créame.
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