El Papa, sus alumnos y los estudiosos de su obra

La misión educativa de Jesús con sus apostóles en el Nuevo Testamento le valió el sobrenombre del Divino Maestro. Los alumnos de aquel único Maestro recibieron la gran enseñanza de la Revelación de la filiación divina de Jesucristo, y fueron los testigos esenciales de su doctrina y sus milagros.

En el mundo clásico de la antigua Grecia y Roma, los maestros de filosofía, gramática, retórica…tenian unos alumnos permanentes. Las clases se impartían de forma pública en los foros y plazas, donde andando, o sentados los alumnos unos días acudían a uno y a los siguientes a otros maestros.

Cuando la Iglesia va creando centros de formación en la doctrina eclesial: las escuelas catequéticas, siempre existe un maestro al frente de ellas. El maestro más singular es Orígenes, en Alejandría, a quien le imitan otros tantos.

En la Edad Media, la misma Iglesia es la creadora de las Universidades, con sus Facultades, y sus maestros en filosofía y teología. Santo Tomás de Aquino será el paradigma para toda una larga hilera de siglos, hasta nuestros días.

En este marco universitario se debe encuadrar los acostumbrados encuentros de finales de verano del Papa con sus ex alumnos, que siguiendo el deseo de Benedicto XVI, está dedicado este año al tema de la misión, que recordamos empieza el próximo viernes y termina el lunes, 31 de este mes de agosto.

La mayoría de los ex alumnos del profesor Ratzinger proviene de Alemania y de Austria, pero el grupo cuenta también con un italiano, un portugués, un irlandés y un holandés, en lo que respecta a Europa. Y se amplía a otros continentes con un representante de África, una coreana, uno de la India y uno canadiense. Los antiguos alumnos del Pontífice han promovido también la fundación ‘Joseph Ratzinger Papa Benedicto XVI’.

La Sede de esta Fundación se encuentra en Múnich y tiene el objetivo de preparar y organizar los encuentros de cada año, así como la publicación de los libros del mismo Santo Padre. A partir de este 2009, se ha constituido además el ‘círculo de nuevos ex alumnos’. Es decir, de aquellos que han desarrollado recientemente sus tesis doctorales sobre textos de Joseph Ratzinger.

El Papa teologo ha creado escuela. Ahora se reune con sus alumnos. Benedicto XVI es el primer Papa de la historia eclesial que realiza este precioso proceso de diálogo y conservación de la relación maestro y alumnos.

El tema de estudio de este año sobre la misión de la Iglesia tiene una grandísima importancia, pues éste fue el encargo que Jesús hizo a Pedro y los demás apostóles: No os quedeís mirando al cielo, id y haced discípulos hasta el último rincón de la tierra.

Estos días en Castelgandolfo, el Papa y sus alumnos, el maestro y sus discípulos, compartirán sus investigaciones, e iluminarán la mente profesoral de Benedicto XVI para que sus homilías y encíclicas, sean lo que son, piezas maestras del saber cristiano dirigido a todos los hombres de buena voluntad del mundo entero.

Tomás de la Torre Lendínez