Los pequeñuelos que creen
Alguno pensará que tengo algún tipo de manía con el blog de Bruno Moreno, porque ya he respondido a varios de sus artículos. Lo cierto es que, aunque todos los blogs de Infocatólica son excelentes, el blog de Bruno es uno de los mejores e intento no perderme ninguno de sus artículos.
Hoy quiero puntualizar una cosa al último que ha escrito («De la boca de los comentaristas y los niños de pecho»). Había comenzado a escribirlo como comentario, pero he preferido hacerlo como un artículo breve. Al hacerlo así me pongo en una posición difícil, porque es uno de los temas en los que hay que caminar en el filo de la navaja. Con todo, lo he hecho en otras ocasiones y no veo por qué no habría de hacerlo hoy también.
Bruno comenta las palabras del Papa en una reunión con jesuitas en Eslovaquia. Las reproduzco:
«Estoy pensando en el trabajo que se ha realizado —el Padre Spadaro estaba allí— en el Sínodo de la Familia para hacer entender que las parejas en segunda unión no están ya condenadas al infierno.»
Bruno reproduce a continuación las palabras de una comentarista llamada Argia que extrae unas conclusiones de lo que entiende de las palabras del Papa que Bruno comenta valientemente a continuación. Sin embargo, opino que tanto Argia como Bruno se equivocan al interpretar las palabras de Papa, como si lo que estuviera diciendo es que, por ejemplo, el adulterio no es pecado o que el matrimonio sacramental no es indisoluble.
Ya he explicado en otra ocasión que el nuevo paradigma moral de Amoris Laetitia no es una redefinición de los preceptos morales, sino algo mucho más viejo: la reedición del antiguo probabilismo jesuita que tanto daño hizo en su momento.
En las palabras del Papa, en realidad, no hay nada nuevo en cuanto a la materialidad de éstas. Dice el Papa que «las parejas en segunda unión no están ya condenadas al infierno». Efectivamente, porque jamás estuvieron «condenadas al infierno». Es decir, al infierno va, según la doctrina católica, el que muere obstinado en el pecado mortal, es decir, sin arrepentirse. Nunca se ha descartado que alguien en el estado externo y objetivo de pecado que supone una convivencia adulterina (interpreto que el Papa se refiere a eso al hablar de «parejas en segunda unión») pueda últimamente arrepentirse y alcanzar la salvación.
Pero, seamos sinceros, las conclusiones que saca Argia de estas palabras son más que comprensibles, incluso cuando yo afirme ahora que se equivoca. Lo que sucede es que Argia es una «pequeñuela que cree», y lo digo así, citando la nueva traducción de la Biblia, hecha por la Conferencia Episcopal Española, para que me entiendan los que fueron a Misa el domingo pasado.
Yo, que soy sacerdote y ya llevo unos años estudiando teología, no me veo escandalizado por estas palabras del Papa. Sé que cuando dice que «las parejas en segunda unión no están ya condenadas al infierno» no está diciendo ni que antes sí lo estuvieran ni que ahora el adúltero impenitente y obstinado hasta el final se vaya a librar del infierno. Pero, si esto es así, ¿qué cuesta recordar qué es lo que sí enseña la Iglesia? ¿Por qué no confirmar a los hermanos en la fe? No soy yo quién para juzgar al Papa, así que me callo.
Sólo haré algo que nadie puede reprocharme, que es citar esas palabras del Evangelio a las que me refería. Y lo hago en latín y a medias, para que no se me entienda: quisquis scandalizaverit unum ex his pusillis credentibus in me…
55 comentarios
Esto se llama juego sucio o maquiavelico. No es nada inocente como algunos pensaban en su momento.
Cada día se la juega más. Tenga cuidado no sea que venga una ola de misericordia a visitarle a su casa. El problema del Sumo Pontífice es que es ambiguo casi siempre. Hay que interpretar todo lo que dice y parece querer él la confusión. Y, como ya escribí en el artículo de Bruno, lo que hace, lo hace a posta. Nadie se cree ya que lo engañen después de casi 9 años. Me atrevo a decir que él sabía de los acuerdos China-Vaticano y lo de Becciu y la millonada gastada y perdida del óbolo de San Pedro también. Y, estos 9 años de Pontificado, vamos de escándalo en escándalo. Las declaraciones de Viganó, McCarrick y la posterior comisión dirigida por uno de sus siervos como es Cupich, la pachamamada en el Vaticano (que, después de ser destruida, pidió perdón por si alguien se había ofendido de que la hubiesen tirado al río. No a los miles de católicos que nos sentimos escandalizados de ver a un ídolo pagano entronizado en San Pedro)... Eso por no hablar de lo que hizo con el instituto Juan Pablo II, la gente de la que se rodea (recordemos a Zanchetta, Wuerl, Cupich, Gregory, Maradiaga, Omella, Marx... Lo mejor de cada casa), "María no nació santa", "Dios quiere la variedad de religiones", episodio conejas y otras tantas en sus entrevistas en el avión, Traditiones custodes, abrazos con el Padre Martin, sus amigos del "capitalismo inclusivo" (todos anticatólicos), destrucción de movimientos, institutos y órdenes siempre girando hacia el mismo lado y así otras muchas cosas
Resumen: he llegado a la conclusión después de tanto tiempo que ya no es racional excusarle. O es un incompetente o lo hace a propósito. Y, todo esto que ha pasado no han buscado ni pedir perdón ni corregirlo. Más bien se ha ido arando por el mismo camino. Y así vamos muy mal.
---
FJD: En realidad llevo años experimentando la misericordia. Del Señor, claro.
Exactamente, ese es el problema
Estoy segura que muchos de los condenados en los Juicios de Nuremberg se arrepintieron y se confesaron, pero no conozco a ninguno que consiguiera escaparse que se entregara voluntariamente a la justicia, si alguien lo hubiera hecho hasta nosotros sabríamos que estaba arrepentido, de la otra manera solo Dios lo puede conocer.
Las penitencias duras por pecados tremendos se han acabado y lo que un pecador pretende es no hacer penitencia y sin ella la confesión no es válida como decía el Catecismo del P. Astete.
Las penitencias a las que se sometieron muchos pecadores en la antigüedad tenían el valor del testimonio, hoy en día ese testimonio no se da a los hermanos en la Fe.
FJD: Lo siento. Por respeto a los demás no puedo publicar un comentario que es el triple de largo del artículo. Si quiere convertirlo en un artículo de su autoría y publicarlo en otro lugar, y dejar el enlace, hágalo.
Si no conserva el texto, pídamelo y se lo mando.
Lo que he querido decir es que la mayoría de la población no es sacerdote ni lleva años estudiando teología, y por lo tanto sí que se pueden escandalizar con esas palabras (y que ahí está precisamente el problema)... por eso el asunto no es que una frase sea explícitamente herética, sino que la mayoría de los católicos (y mucho más los actuales) ni son sacerdotes ni llevan un montón de años estudiando teología.
Creo que es lo relevante en el caso, aunque yo no hablaba de ningún problema que tuviera USTED, sino del problema con la frase polémica.
---
FJD: Comprendido. Lo que pasa es que eso es exactamente lo que yo decía en el artículo. Por eso pienso que lo entendí mal. Disculpas.
---
FJD: Si por gente se refiere a personas, con seguridad sabemos que están el demonio y sus ángeles. Si por seres humanos, no sabemos exactamente, aunque todo parece indicar que sí.
...a los pastorcitos de Fátima les fue mostrado el infierno, lo veían como una gigante masa humana como tizones de carbón al rojo vivo llenos de dolor y sufrimiento, también dijeron que veían a las almas bajar al infierno como una nevada copiosa donde continuamente estaban almas bajando al infierno. También Santa Teresa de Jesús fue llevada al infierno, y su testimonio es terrible.
El mismo Cristo lo dijo: "...Y entonces dirá a los de su izquierda: «Apartaos de mí, malditos, id al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles...", entre otras muchas citas (moriréis en vuestro pecado, Judas más te valiera no haber nacido, el pecado contra el Espíritu Santo nunca será perdonado, etc etc etc).
La existencia del infierno donde van los pecadores es Dogma católico... y me temo que está bien lleno. Impresiona incluso la frase de San Pedro: "Si el justo se salva a duras penas ¿qué será del impío y el pecador?"
1 Pedro 4:18 (ó las palabras de San Pablo sobre los adúlteros, homosexuales, borrachos, avariciosos, vividores, engañadores, vengativos... que no entrarán en el Reino de los Cielos). El tema es serio.
Exactamente, ese es el problema
~~~~~~~
Ese es el problema! la mayoría de los fieles no tenemos su formación teológica ni doctrinal padre Francisco y estas palabras nos escandalizan, ya intente discutir con otros sacerdotes temas más difíciles y mejor fundados y llega un punto que no me da la mente para escudriñar situaciones como estas, tendría que tener otra vida paralela y haberla dedicado al estudio de la religión y sus diferentes corrientes, en este caso jesuita, y ahora no tengo tiempo ni ganas de complicarme, prefiero leerme un catecismo de Trento accesible para mi poca formación y claro, sin esos dobles sentidos que no comprendo, y dejar de escuchar, por mi salud espiritual estas cosas con su lenguaje extraño que sólo entienden los eruditos como usted en el tema.
PD, A veces los escritos se pueden malinterpretar, y le aseguro que no estoy hablando con tono sarcástico, leo su página hace años y lo aprecio muchísimo, pero me parece que el lenguaje de un Papa debe poder entenderse por todos no para unos pocos privilegiados.
---
FJD: Ahora reléase mi artículo, por favor, y dígame en qué difiere de lo que usted dice.
Dice usted que el Papá no ha expresado nada materialmente nuevo.
Y en esto dice usted bien.
Dice usted que como cristiano bien formado no se escandaliza. Y en esto también dice bien.
Pienso, sin embargo, que se equivoca en el análisis que hace del "escándalo" (hacer tropezar) que parece adjudicar al Papa.
Las palabras del Santo Padre no corresponden a una catequesis al pueblo de Dios, sino a una conversación casi íntima con jesuitas, sacerdotes como usted, que tampoco se escandalizarán por ellas, ni las malinterpretarán.
Ni siquiera los medios masivos se hicieron eco de estás palabras, ya que "la noticia" que repercutió fue la denuncia sobre aquellos que deseaban su muerte.
Entonces, quiénes sacaron de contexto y malinterpretaron sus palabras y buscaron amplificar su resonancia?
Algunos "pequeños inocentes"?
Bien podríamos aplicar las severas palabras del Señor: si tu blog es ocasión de pecado, arráncalo!
Bendiciones.
---
FJD: La noticia está publicada, con todo el bombo, en el medio oficial de noticias del Vaticano, Vatican News. Así que si quiere usted acusar de sacar de contexto y de malinterpretar, yerra usted el tiro.
Es decir, Dimas aceptó el justo castigo y pidió a Jesús un lugar en su Reino, la cuestión es si los que se dicen arrepentidos hacen lo mismo o lo que tratan es de salvarse en este mundo y no en el otro, como hacen los etarras "arrepentidos".
Es como si San Dimas hubiera pedido a los que estaban rodeando su cruz que, como estaba arrepentido, lo bajaran de allí.
Sabemos que San Dimas se arrepintió precisamente porque no pidió eso. Últimamente los arrepentimientos son bastante sospechosos y si decir que no sabemos si irán al Infierno, cosa que es verdad, alienta a no pecar o a lo contrario.
---
FJD: No me atrevo yo a juzgar sobre el arrepentimiento de los demás.
¿ Cual piensa Ud. exactamente que es este trabajo, es decir que fin tiene este trabajo, sino es : "como si lo que estuviera diciendo es que, por ejemplo, el adulterio no es pecado o que el matrimonio sacramental no es indisoluble." ?
¿Que es entonces lo que el Papa queria que entedieramos ? Porque se supone que es algo nuevo y dificil de entender, porque supone un trabajo.
Lo de ir al infierno, todos los catolicos del mundo, creo que saben que no te vas al infierno si te arrepientes de tus pecados de adulterio antes de la muerte. Asi pues no es esa la enseñanza que quería que "entedieramos", tampoco, que el adulterio es pecado, o que el matrimonio es indisoluble, porque hasta ahora lo hemos tenido muy claro.
Por otro lado Ud. habla de teología, pero el Papa estaba en un encuentro, que por sus palabras también sobre otros temas bastante distendido, es decir no estaba hablando de teología, y lo que decia se supone que lo tendría que entender todo el mundo. Esto confirmado por que fué publicado en la revista Civilta Cattolica y en Vatican Va, con las consecuencias de que se dijera hasta en las noticias de la TV. Se supone que con el permiso del Papa.
No, no son solo los "pequeñuelos", los que han entendido un significado distinto a lo que dice la doctrina de la Iglesia. En Amoris Laetitia, se hablaba de casos excepcionales, aqui parece que lo que tenemos que "Entender" se refiere a todos los adulteros casados en segundas nupcias.
---
FJD: Usted lo ha dicho "aquí parece que tenemos que entender que se refiere". Cuando se dice que parece que se tiene que entender que uno se refiere a algo, es que no se habla claro, que es de lo que va el artículo.
Si se dice "ya no...", es que antes "sí". Por ejemplo: si se dice "ya no llueve" es que antes "sí llovía".
¿No lo ve usted así?
---
FJD: Sí ¿y?
"Efectivamente, porque jamás estuvieron «condenadas al infierno»."
----
A ver si me explico:
Si el papa dice «las parejas en segunda unión no están ya condenadas al infierno» ha de considerar que él piensa que antes, de algún modo, sí lo estaban. Obviamente este modo consiste en no arrepentirse de ello.
El modo natural de entender las palabras del papa sería, pues: "las parejas en segunda unión sin arrepentimiento ya no están condenadas al infierno".
---
FJD: Eso lo dice usted, no el Papa. Yo ya estoy muy mayor para intentar interpretar lo que quiere decir el Papa cuando dice lo que dice.
En honor a la verdad, debe decir que Vatican News titula la noticia: El Papa a los jesuitas de Eslovaquia: “La libertad nos asusta”
Y ni siquiera se extrae la frase en cuestión para convertirla en uno de los siete subtitulares.
No nos engañemos entonces; fue extraída, resaltada y malinterpretada.
Los motivos?
Cómo usted bien dice: quién soy yo para juzgarlos? Así que, me callo.
---
FJD: La frase está en el artículo de Vatican News. Si el Papa hubiera querido que no saliese, no hubiera habido prensa.
-----------------
Yo lo que hago es intentar entender lo que ha dicho el papa. Igual que usted.
En mi opinión su modo de entender lo que ha dicho es absurdo. No tiene ningún sentido lo que usted dice: "Efectivamente, porque jamás estuvieron «condenadas al infierno». Es igual que si a alguien que en un día soleado dice "ya no llueve" le respondemos "efectivamente, porque antes tampoco llovía".
---------------------------
Estas discusiones que provoca el papa con sus palabras son muy desagradables. Así que me retiro.
"No nos engañemos entonces; fue extraída, resaltada y malinterpretada".
Y ud. ¿ que entiende con ese párrafo ?, sobre todo con :
"Estoy pensando en el trabajo que se ha realizado —el Padre Spadaro estaba allí— en el Sínodo de la Familia para hacer entender....
¿ Y Ud. cree también que en la pagina oficial del Vaticano, Vatican va, tienen la mal intención que señala en su frase ?
A ver, si el Papa quiere que (algunos) adúlteros comulguen, quiere decir que cree que los adúlteros, en ciertos casos, ya no están en pecado (o que ya no cree en la transubstanciación eucarística, lo que sería aún peor).
Lo que empeora las cosas, es que en esas intervenciones coloca la situación de un modo dramático (no están ya condenados al infierno), recurso a una retórica barata para que aquel que se atreva a reafirmar la doctrina de siempre quede tachado de condenador inmisericorde... cuando es exactamente al revés, porque al darle la comunión a un adúltero se le está obstaculizando gravemente la oportunidad de arrepentirse, único camino para acoger la misericordia divina.
No solo al darles la comunión, sino al decir que esa situación adulterina es la entrega que Dios les reclama, como escribe Bruno en uno de los comentarios:
Por eso es tan terrible que el Papa diga, hablando de los que están viviendo en adulterio, que ese vivir en adulterio es "por ahora, es la respuesta generosa que se puede ofrecer a Dios, y descubrir con cierta seguridad moral que esa es la entrega que Dios mismo está reclamando en medio de la complejidad concreta de los límites, aunque todavía no sea plenamente el ideal objetivo". O que afirme que el adúltero "puede estar en condiciones concretas que no le permiten obrar de manera diferente y tomar otras decisiones sin una nueva culpa".
¿Se puede entender de otra manera?
---
FJD: Fíjese que a mí ese tipo de exégesis me cansa hasta para la Sagrada Escritura, así que imagínese aplicarla a las palabras del Papa.
La Iglesia permite que un judío casado que se haga cristiano pueda divorciarse y volverse a casar, al igual que cualquiera que haya contraído un matrimonio civil, natural, ¿es que no están adulterando esos también? pues de ese matrimonio judío y del primigenio habló Jesucristo. Además, cuando Moisés permitió el divorcio por la dureza del corazón, también advirtió que sería abominable a los ojos del Señor que quien se haya divorciado y vuelto a casar, vuelva con su primer cónyuge (cf. Deuter 24,1-4). Entonces, yo me pregunto, ese empeño por romper esa "segunda unión", aunque se haya hecho pecando, y también por que se vuelva con el primer cónyuge, ¿no es también dureza de corazón y desobediencia a Dios? Bruno me dijo que el matrimonio cristiano es un sacramento, y que, por tanto, ni el divorcio ni un nuevo matrimonio pueden existir realmente en vida de ambos cónyuges; yo acepto lo que dice la Iglesia.
---
FJD: Supongo que usted no sabe lo que es el probabilismo moral. En el artículo he puesto un vínculo a otro artículo, por si se quiere enterar.
"Nunca se ha descartado que alguien en el estado externo y objetivo de pecado que supone una convivencia adulterina (interpreto que el Papa se refiere a eso al hablar de «parejas en segunda unión») pueda últimamente arrepentirse y alcanzar la salvación",
¿da a entender que en ese estado objetivo de pecado cabe la posibilidad de que puedan estar subjetivamente, por ignorancia invencible, en estado de gracia? Y, en definitiva, lo dé a entender o no, ¿le parece que sería eso posible?
Gracias.
---
FJD: No. No lo doy a entender. Ni creo que sea posible tal ignorancia invencible.
Pero se contestaba que, si escandalizar es incitar al pecado, los pequeños ya están escandalizados.
---
FJD: No ha dicho eso, pero bueno.
---
FJD: Pues vale.
¿Los han misericordiado a todos?
Por cierto, ¿Conoce usted a los curas de El Salvador de Toledo? ¿son de alguna orden concreta? Los domingos a las 10:00 estoy conectado por YouTube como un clavo.
---
FJD: La Sacristìa vuelve el próximo jueves 30 a las 21:00.
Los curas de El Salvador son diocesanos de Toledo.
2. Padre, ¿puede exponer lo que siempre ha enseñado la Iglesia de Mt 19?
3. «Estoy pensando en el trabajo que se ha realizado en el Sínodo de la Familia para hacer entender que las parejas en segunda unión no están ya condenadas al infierno.» El matrimonio católico es sacramento establecido por el Señor Jesús:
a. principio sobrenatural y natural del Creador.
b. dignidad sacramental en Cristo en una sola carne, indisoluble, como lo es el Esposo de la Iglesia.
c. Por el pecado original concede divorcio, separación, de cohabitación y patrimonio en el caso de adulterio (fornicación), pero nunca divorcio del vínculo sagrado hasta la muerte.
Luego, si el sacramento del matrimonio en la Iglesia latina, en la oriental si, no admite en ningún caso segundas nupcias ¿qué es por nulidad en matrimonio antes de consumarse sacramento o una vez consumado por forma mixta, bautizado y pagano, o adulterio?
"...el Señor es bueno y salvará a todos. No lo digas en voz alta [risas], pero el Señor quiere la salvación de todos".
La primera oración se aclara por la segunda, la cual segunda es perfectamente ortodoxa entendida de la voluntad antecedente de Dios.
Y es interesante que en esa misma entrevista dijo de los "divorciados vueltos a casar" que "están fuera temporalmente".
En cuanto al "ya" de la frase en cuestión, no hay más remedio que considerar posibles significados diferentes: 1) antes estaban condenadas, ahora no (inaceptable) 2) no están automáticamente ("ya") condenadas al Infierno (gran verdad).
Pero nada relacionado con estos temas puede ser tan simple, porque es cierto que no hacía falta el reciente Sínodo para que en la Iglesia se conozca esa gran verdad, más vieja que la injusticia, por decir así.
Saludos cordiales.
Afirma q salvará a todos, esto requiere q quiera salvar a todos, pero que quiera salvar a todos no implica q todos se salven salvo q se afirme q todos se salvaran como lo ha hecho en su primera oración. Esto es lógica de primaria, me temo q la neoconia que padeces te nubla frecuentemente la razón.
1650 Hoy son numerosos en muchos países los católicos que recurren al divorcio según las leyes civiles y que contraen también civilmente una nueva unión. La Iglesia mantiene, por fidelidad a la palabra de Jesucristo ("Quien repudie a su mujer y se case con otra, comete adulterio contra aquélla; y si ella repudia a su marido y se casa con otro, comete adulterio": Mc 10,11-12), que no puede reconocer como válida esta nueva unión, si era válido el primer matrimonio. Si los divorciados se vuelven a casar civilmente, se ponen en una situación que contradice objetivamente a la ley de Dios. Por lo cual no pueden acceder a la comunión eucarística mientras persista esta situación, y por la misma razón no pueden ejercer ciertas responsabilidades eclesiales. La reconciliación mediante el sacramento de la penitencia no puede ser concedida más que aquellos que se arrepientan de haber violado el signo de la Alianza y de la fidelidad a Cristo y que se comprometan a vivir en total continencia.
---
FJD: Es costumbre citar el Catecismo por sus siglas en latín (CEC) para no confundirlo con el Código de Derecho Canónico (CIC).
Y en lo que cita no dice nada de si están condenados al infierno o no.
En el caso de Amoris Laetitia era un documento oficial en la forma de exhortación post-sinodal (de menor rango que una encíclica ó un documento conciliar), exhortar significa Incitar a alguien con palabras a que haga o deje de hacer algo. No era un Dogma ni nada parecido, pero al ser un documento oficial algunos Cardenales emitieron unas DUBIA ("dudas") que siguen sin respuesta. ¿Por qué unas Dubia? ...porque había un problema de interpretación, porque una ambigüedad ó una frase de doble lectura no es en sí misma una herejía.
Ya dijo el Cardenal Müller que cualquier ambigüedad tenemos la obligación de interpretarla según la Doctrina milenaria de la Iglesia (y lo dijo como jefe del Dicasterio para la Doctrina de la Fe).
Al morir tendremos que presentarnos ante Dios, proclamemos la Verdad con valentía para no caer en la tibieza.
Sí, qué triste que tengamos que estar en estas discusiones... pero a la vez es muy bonito que a pesar de la prueba de Fe que está pasando la Iglesia, nuestro Señor Jesucristo no nos abandona, y la Doctrina milenaria es la única vigente en la Iglesia Católica (a pesar de pastorales de todo tipo). En términos generales una doble lectura no es nada en sí misma, y es obligación de TODOS interpretarla en línea con la Doctrina milenaria y los Concilios y Dogmas de la Iglesia, ésto es, de forma ortodoxa.
También se dirigió al Papa en términos fraternos pero muy estrictos sobre el documento de diálogo interreligioso de Abu Dhabi ó sobre las palabras del papa Francisco sobre las uniones del mismo sexo:
"...Todos estos pequeños de la Iglesia (niños, jóvenes, padres y madres de familia, monjas de clausura, sacerdotes, obispos) seguramente dirían al Papa Francisco: “Santísimo Padre, por la salvación de vuestra propia alma inmortal, por el bien de las almas de todas aquellas personas que a través de su aprobación de las uniones del mismo sexo están con sus actos sexuales ofendiendo gravemente a Dios y exponiendo sus almas al peligro de perderse eternamente, conviértase, retráctese de su aprobación y proclame con todos sus predecesores la enseñanza inmutable de la Iglesia”.
Creo que la actitud de Monseñor Schneider de proclamar la Verdad sin tapujos y sin miedo es excelente y la más adecuada... que Dios nos le conserve muchos años.
Pero si pensara que todos efectivamente se salvarán, no hubiera dicho en otra ocasión que no lo sabía respecto de Judas.
En todo caso, a lo que iba es a que, si tenemos en cuenta que no se caracteriza por la precisión teológica de sus afirmaciones, y el contexto, se puede decir (sin dejar de rechazar la frase) que por lo primero pretendía dar a entender lo segundo.
De modo análogo a como un padre les diría coloquialmente a sus hijos preocupados por el resultado de un examen que el profesor "aprobará a todos" pues "quiere que todos aprueben", no pretendiendo rigurosamente decir que todos van de hecho a aprobar, sino más bien tranquilizarlos.
Tampoco pretendo decir que sea prudente el decirlo, antes al contrario, pues se corre el riesgo de que no estudien y desaprueben, que en el caso de marras es nada menos que la condenación eterna.
Sólo digo que se puede salvar la mente de quien ha dicho eso, rechazando, por supuesto, el dicho. Y de este modo no se llega a sostener, como Oscar, que el Papa "cree que nadie se condena".
Ese adverbio venenoso indica la conclusión de algo que fue y dejó de serlo. No seamos ingenuos, es la misma ponzoña que supura de la frase "¿quién soy yo para juzgar a un gay?"
He leído mil y una formas de justificar los desatinos graves del Papa, que los católicos llevamos con vergüenza como al que le toca un padre biológico borracho. Una de esas justificaciones es su falta de formación pero el problema va mucho más allá: Él sabe que está socavando lo que enseña la Iglesia para sustituir dicha enseñanza por la que el mundo espera. Está madurando una falsa Iglesia, semejante a la verdadera pero que fácil de reconocer aplicando un infalible criterio: Contrastar la palabra de los hombres con la de Dios (Evangelio) y a ver si chirría.
Le agradezco la respuesta, pero, por lo que dice, supongo que no me he expresado bien en el artículo. Por supuesto que la frase, en sí misma, se puede entender de mil maneras distintas. Nuestro Papa actual nunca se ha distinguido por su claridad.
Sin embargo, en este caso es fácil determinar qué quería decir: observando cómo trata el propio Papa a los adúlteros sin propósito de la enmienda. Así sabremos que es lo que piensa sobre el tema. ¿Y cómo los trata? Dándoles públicamente la comunión en su propia diócesis de Roma. Y escribiendo una carta oficial a los obispos de Buenos Aires confirmando que hacen bien cuando dan la comunión públicamente a adúlteros sin propósito de la enmienda y que esa es la única interpretación de Amoris Laetitia. Felicitando y ascendiendo a los obispos de Malta cuando anuncian que van a dar la comunión a los adúlteros no arrepentidos. Etcétera.
Y eso equivale a decir que el pecado grave de adulterio ya no es pecado, porque la Iglesia ha decidido dar la comunión a los adúlteros sin propósito de la enmienda y ya sabemos lo que dice San Pablo sobre eso.
Y si los divorciados en una nueva unión que están muy satisfechos de permanecer en esa situación pueden comulgar, eso significa que el Papa acepta esa nueva unión como legítima de algún modo (porque, al menos por ahora, no se ha aceptado que pueda fornicarse simplemente y comulgar sin arrepentimiento), así que, según el Papa, el matrimonio no es indisoluble en la práctica.
Y, por lo tanto, las palabras de Cristo sobre el divorcio, según el Papa, en la práctica son falsas.
Todas esas conclusiones no vienen de que Argia, como una sencilla fiel cristiana, haya entendido mal al Papa o haya malinterpretado una frase confusa suya. Vienen de que ha interpretado perfectamente lo que ha dicho el Papa. Y ese es el problema: todo el mundo que no esté voluntariamente ciego se puede dar cuenta de lo que sucede.
Claro que no hay nada nuevo, porque el Papa lleva diciendo lo mismo desde Amoris Laetitia. Al principio podría tener sentido decir que había que interpretarlo de la mejor manera posible. A estas alturas, los hechos patentes imposibilitan esa forma de actuar. Desde Amoris Laetitia hemos presenciado la declaración solemne y "magisterial" por el Papa y algunos obispos (empezando por lo de Buenos Aires) de que se puede adulterar sin propósito de la enmienda y estar en gracia de Dios, siempre que el adulterio haya durado lo suficiente, de que quieras muchísimo a tus hijitos y patatín y patatán.
Nada tiene esto que ver con el probabilismo (si fuera probabilismo, no se harían consideraciones sobre si la nueva unión es estable, sobre si hay hijos, sobre si hubo "culpa" o no en la ruptura del matrimonio, porque esas consideraciones serían irrelevantes, pero son exactamente las excusas que el mundo da para divorciarse, con todas las letras). Lo cierto es que Amoris Laetitia y todos los documentos y pronunciamientos posteriores son excusas para hacer lo que, con toda claridad, señala Argia.
---
FJD: Lamentablemente, tengo que disentir. En la Iglesia siempre se ha diferenciado muy bien la doctrina y las acciones. Lo importante es lo que se diga, y nunca se ha dicho que el adulterio no sea pecado. En cuanto a la comunión, el Papa puede hacer lo que quiera, pero aún no ha cambiado el c. 915 con su interpretación auténtica, por lo que si hace lo que hace lo hace contra el Derecho. En concreto, esa interpretación dice que para el tema de la Comunión hay que atender al estado externo y objetivo, y no a la imputabilidad subjetiva. Actualmente el que da la Comunión a una persona que vive en adulterio público, salvo en determinados casos en los que, además, conste la continencia, está actuando contra el Derecho Canónico.
En cuanto a la cuestión del probabilismo, como ya expliqué en su momento, precisamente esas consideraciones que señalas son las típicas del probabilismo. Para que se genere la duda que, según los probabilistas, haría que uno pudiera elegir una opción contra la ley moral sin caer en culpa, es necesario atender a esas consideraciones (la famosa casuística jesuítica) que son las que enturbian suficientemente el razonamiento moral. El probabilismo, lamentablemente, no está condenado salvo en algunas proposiciones concretas.
Yo, particularmente, paso de interpretar las palabras del Papa. Sólo pretendo señalar el efecto que tienen en los sencillos.
"Lamentablemente, tengo que disentir. En la Iglesia siempre se ha diferenciado muy bien la doctrina y las acciones"
Por supuesto que son diferentes, pero, como es sabido, las acciones son un criterio importantísimo de interpretación de las palabras. Si alguien dice "odio al cura feo ese", sus palabras se pueden interpretar como aplicables a muchísimos sacerdotes santos y venerables, pero si, a renglón seguido, le da a usted un puñetazo en la cara, podemos interpretar que se refería a un sacerdote santo y venerable en particular. Nada hay de extraño en esto. Es un criterio interpretativo que se ha usado durante milenios y que se usa para interpretar los textos de los Concilios, por ejemplo.
"Lo importante es lo que se diga, y nunca se ha dicho que el adulterio no sea pecado"
Claro que lo ha dicho. Precisamente para fundamentar esa práctica de dar la comunión a los adúlteros, el Papa ¡asombrosamente! afirmó que Dios a veces quiere que pequemos (AL 303), que a veces es imposible no pecar (AL 301 y 303), que las normas morales no pueden ser de aplicación universal sino que se limitan a ser un ideal (AL 303, 304 y 305) y que los adúlteros son "miembros vivos de la Iglesia" (AL 299). En todo eso se basó para dar la comunión a adúlteros contumaces.
No ha dicho que el adulterio nunca sea pecado, pero sí que a veces Dios quiere que el adúltero siga adulterando, que en ocasiones no puede dejar de adulterar "sin una nueva culpa", y que ese adulterio es "la respuesta generosa que se puede ofrecer a Dios, y descubrir con cierta seguridad moral que esa es la entrega que Dios mismo está reclamando en medio de la complejidad concreta de los límites, aunque todavía no sea plenamente el ideal objetivo". Todo esto, por supuesto, es una barbaridad y, como tal, al principio todo el mundo se esforzó por intentar retorcerlo para que no dijera lo que dice, pero a estas alturas esas otras interpretaciones no son posibles ya.
A eso se suma que no son solo acciones. El Papa escribió una carta a los obispos de Buenos Aires, que dan solemnemente la comunión a adúlteros no arrepentidos, y dijo que esa era la única interpretación correcta de Amoris Laetitia. Y después, para que quedara todo muy claro, mandó que la carta se publicara en las Actas de la Sede Apostólica, supongo que en un vano intento de convertirla en magisterio.
"precisamente esas consideraciones que señalas son las típicas del probabilismo."
Con todo el respeto, no es cierto que eso sea el probabilismo. El probabilismo permite acogerse a una opinión menos probable de carácter moral en vez de a la opinión más probable en algunas circunstancias (algo en sí razonable; otra cosa son las aplicaciones prácticas que se han hecho). Pero en este caso no hay opinión menos probable, porque no hay duda alguna de que el divorcio y un matrimonio civil son contrarios a la moral católica. De ahí que se maree la perdiz hablando de la culpa en la ruptura, del tiempo que se lleva divorciado, de los hijos, etc., circunstancias todas ellas que son absolutamente irrelevantes para la cuestión moral de si se puede adulterar, porque la respuesta siempre es no.
Esto es lo que explica también que el Papa tenga que negar en AL 304 y 305 que haya leyes morales universales que sean siempre aplicables (contra toda la tradición de la Iglesia hasta Veritatis Splendor). La pastoralidad, el discernimiento y el caso concreto son su excusa para oscurecer la cuestión, porque si se arroja luz sobre ella no hay manera humana de justificar el adulterio continuado de los divorciados.
Estoy de acuerdo, como es lógico, en lo del Derecho Canónico, aunque hay que tener en cuenta que el Papa tiene derecho a eximir de su cumplimiento y perfectamente podría entenderse que así lo ha hecho en el caso de los obispos a los que ha elogiado, ascendido y defendido por incumplirlo. Ya sé que no sería coherente, pero, de nuevo, la coherencia no es una de sus virtudes.
"Yo, particularmente, paso de interpretar las palabras del Papa. Sólo pretendo señalar el efecto que tienen en los sencillos"
Ya, pero creo que es importante señalar que esos sencillos no se equivocan en su interpretación. La verdad sobre lo que pretende el Papa en esta cuestión se ha hecho tan evidente que todo el mundo puede verla, aunque no sea teólogo ni moralista ni nada por el estilo. Al principio, todos teníamos dudas razonables. Hace mucho tiempo que no caben esas dudas.
---
FJD: El probabilismo no es eso que describes. En el artículo que cito, en el que humildemente hago un buen resumen del tema, pongo bastantes ejemplos de doctrinas probabilistas en las que se autoriza a incumplir la ley moral sin que eso sea equivalente a negar la ley moral.
En cuanto al derecho, la interpretación del Pontificio Consejo de Textos Legislativos dice que: "La prohibición establecida en ese canon, por su propia naturaleza, deriva de la ley divina". Si deriva de la ley divina, no es de las normas cuyo cumplimiento se pueda dispensar.
Creo que a estas alturas de la película lo importante no es qué intenciones tenía el Papa cuando escribió Amoris Laetitia (incluyendo sus cartas personales ó sus comentarios al respecto en diferentes contextos), ya que las intenciones son de cada uno, sino qué dice la letra del documento y cuál es la Doctrina vigente en la Iglesia.
Si la letra del documento tiene una doble lectura, entonces todos tenemos la obligación de interpretar el texto de forma ortodoxa, necesariamente, como así lo dijo el Cardenal Müller, jefe del dicasterio para la Doctrina de la Fe en el tiempo en que se publicó Amoris Laetitia. Nadie se justifica por interpretar de manera heterodoxa una frase que puede (y debe) interpretarse de manera ortodoxa, que es la única correcta.
Creo que lo importante de todos estos temas es que la Doctrina no cambia, y que todos estamos obligados a cumplirla. Y en lo que a nosotros respecta proclamemos siempre la Verdad con todas nuestras fuerzas, para que como dice FJD se enteren muy bien los sencillos. Por nosotros que no quede.
Como dice el P. Garrigou-Lagrange, cuando el "sí" es ciertamente más probable, el "no" no es probablemente verdadero, i.e., es probablemente falso. Ergo, no es razonable ni lícito guiarse por esta parte al obrar (en tanto que el "sí" nos parezca más probable). Es decir, contra la opinión probable no hay más que una opinión improbable, que no se podría seguir.
---
FJD: Muy bien. Pero la realidad es que el probabilismo en general no está condenado.
Lo de sencilla y pequeñuela, son unas denominaciones que me han sorprendido, y que parece que son porque no tengo la carrera de teología.
A mi ya me gustaría ser sencilla y pequeña, según las palabras de Jesus en el evangelio, de los tales es el reino de los cielos, y también dice que: " si no os haceis como niños no entrareis en el Reino de los cielos". O sea que es condición indispensable para salvarse.
Pero el no tener la carrera de teología, aunque esto ayude a ser pequeña, no creo que sea exactamente lo que dijo Jesus, pues entonces D. Francisco Jose y Bruno se quedarian fuera.
---
FJD: Tómeselo como quiera. Es más que evidente que el tono del artículo es laudatorio. Pero vamos, que siempre será cierto que ninguna buena acción quedará sin su castigo.
"Lo importante es lo que se diga, y nunca se ha dicho que el adulterio no sea pecado.
Claro que lo ha dicho...."
A renglón seguido Bruno dice lo opuesto:
"No ha dicho que el adulterio nunca sea pecado".
Este tipo de pensamiento, superficial y contradictorio es el que trae confusión a la temática.
Cuándo en el blog del señor Moreno le pedí transcriba textualmente (y no interpretativamente) en qué parte de A.L. se dice que no es necesario el arrepentimiento para acceder a los Sacramentos (cosa que ligeramente afirmó dos veces), optó por eliminar mi comentario.
Creo que el comunicador católico no puede renunciar jamás, a su compromiso con la verdad, para que de ninguna manera termine eclipsando "el resplandor de la verdad", con la bruma confusa de "su verdad".
Y esto solo es posible con humildad y caridad.
"Todas esas conclusiones no vienen de que Argia, como una sencilla fiel cristiana, haya entendido mal al Papa o haya malinterpretado una frase confusa suya. Vienen de que ha interpretado perfectamente lo que ha dicho el Papa. Y ese es el problema: todo el mundo que no esté voluntariamente ciego se puede dar cuenta de lo que sucede"
Sr. Moreno usted está diciendo que todo el que haya interpretado las palabras del Papa de un modo diferente a su interpretación está ciego.
Le pido que con humildad considere que el equivocado podría ser usted.
Que a ninguno de nosotros nos suceda lo que nos advierte el Señor:
"¡Ay de los sabios a sus propios ojos e inteligentes ante sí mismos"
Isaías 5, 21
"Yo vine a este mundo para juicio; para que los que no ven, vean, y para que los que ven se vuelvan ciegos."
Juan 9,39
---
FJD: Todos consideramos que podríamos estar equivocados. Lo interesante del debate es que podamos defender nuestras posturas incluso teniendo en cuenta esa posibilidad. Por otro lado, entiendo perfectamente la postura de Bruno. Mi puntualización no defiende, precisamente, que lo que se está haciendo y diciendo sobre este tema esté bien.
Los "pequeños" se refiere a los humildes, que pueden ser muy sabios, como el mismo santo Tomás. Mientras que los "sabios" son los soberbios, que pueden ser muy ignorantes. San Agustín es del mismo parecer.
"...secundum illud Matth. XI, abscondisti haec a sapientibus et prudentibus, idest a superbis, qui sibi sapientes et prudentes videntur, et revelasti ea parvulis, idest humilibus" (S. Th., II-II, q. 162, a. 3, ad 1).
Que el probabilismo no esté expresamente condenado, como tampoco su pariente el molinismo, no lo hace menos erróneo. El semipelagianismo, por ejemplo, estuvo libre de expresa condena durante unos cien años, durante los cuales fue tan erróneo como a partir del II Concilio de Orange.
Pues santo Tomás dice otra cosa, Cos:
Los "pequeños" se refiere a los humildes, que pueden ser muy sabios, como el mismo santo Tomás. Mientras que los "sabios" son los soberbios, que pueden ser muy ignorantes. San Agustín es del mismo parecer.
--------------------------
Ah. No se, yo conozco la expresión mas bien del barroco y creo que la utilizaban en ese sentido. Tambié creo que el padre y Bruno la usaban en ese sentido pero a lo mejor estoy equivocado.
2. En la Eucaristía vivimos ya la vida del Resucitado...
3. En la Eucaristía comulgar en unión adulterina causa muerte y condenación eterna. Mientras la Iglesia no levante la excomunión ya se está condenado.
Dejar un comentario