La contradicción de la interpretación heterodoxa de Amoris Laetitia
Hace algunos meses, cuando todavía no había iniciado este blog, escribí algunas palabras en respuesta a una interpretación de Amoris Laetitia por parte del filósofo y político católico Rocco Buttiglione. Hoy nos hemos despertado con la noticia de que Mons. Víctor Fernández, rector de la Pontificia Universidad Católica de Argentina, ha publicado un artículo en el que defiende, como única interpretación posible de la exhortación pontificia, una en abierta discontinuidad con el magisterio precedente. No es nada nuevo, pues esta interpretación es la que viene siendo propuesta desde hace tiempo por diferentes conferencias episcopales, habiendo recibido una aprobación explícita por parte del mismo Santo Padre. Precisamente, Mons. Fernández se basa en esa aprobación para sustentar su tesis, que tampoco aporta ninguna novedad, de que el Papa ha cambiado la disciplina sobre la comunión de los adúlteros impenitentes, sin haber modificado la doctrina católica.
Creo que a la propuesta de Fernández puedo responder en términos parecidos que a la de Buttiglione. No voy a entretenerme en responder a los gruesos errores del artículo, ni a mostrar la falsedad de señalar un cambio en la disciplina en este asunto que no implique un cambio en la doctrina. Tampoco a advertir de la peligrosidad de una enseñanza moral que podría llevar a considerar compatible con la vida cristiana no sólo el adulterio, sino también las prácticas homosexuales, la mentira, el robo, el homicidio y prácticamente cualquier acto inmoral en el que se pueda aplicar la mágica distinción entre pecado objetivo y culpa subjetiva.
¿Cuál sería entonces mi respuesta? Simplemente señalar que la aplicación de la distinción entre pecado objetivo y culpa subjetiva a la materia sacramental, que es el argumento base de la interpretación heterodoxa de AL, está en abierta contradicción con las fuentes y el contenido del mismo documento pontificio.
Por cuestión de claridad, resumo en primer lugar este argumento base. Debido a que una persona podría cometer un acto malo de manera que, por carecer de libertad o conocimiento, no fuera imputable y, por tanto, no recibiera culpa, podrían darse situaciones en las que una persona que viviera en una situación objetiva de adulterio pudiera estar en gracia de Dios, pudiendo así recibir la Comunión Eucarística. Se suelen presentar aquí casos extremos y lacrimógenos, como hace Fernández, que habla de una mujer «honesta y piadosa», que debería abandonar «a ese hombre que ella ama, que la protegió de un esposo violento y que la liberó de caer en la prostitución o en el suicidio», además de que «abandonando a ese hombre, ella dejaría sin un padre y sin un ambiente familiar a los hijos pequeños de la nueva unión» (cf. V. M. Fernández, “El Capítulo VIII de Amoris Laetitia…”, p. 457).
Esta argumentación es insostenible en sí misma por muchos motivos, pero nos interesa aquí el hecho de que Fernández y otros autores la presentan ya como sancionada como válida por el Magisterio pontificio y, así, prácticamente incuestionable. Por lo tanto, pretendo atacar este punto, pues AL no podría llevar a esta interpretación sin contradecirse a sí misma.
La contradicción está en que la misma exhortación cita, al presentar la distinción entre pecado objetivo y culpa subjetiva, una importante Declaración del Pontificio Consejo para los Textos Legislativos sobre la admisibilidad a la sagrada comunión de los divorciados que se han vuelto a casar. Es decir, el Papa está reconociendo el valor de ese documento a la vez que sostiene, apoyado en el mismo, que «un juicio negativo sobre una situación objetiva no implica un juicio sobre la imputabilidad o la culpabilidad de la persona involucrada» (AL 302). Es importante que AL decida basarse en la doctrina de esta Declaración, pues su contenido tiene afirmaciones contundentes respecto al alcance doctrinal de la disciplina eclesiástica sobre la denegación de la Comunión sacramental a los que persisten en manifiesto pecado grave. Por ejemplo, refiriéndose al canon 915, que regula esta materia, dice lo siguiente: «la prohibición establecida en ese canon, por su propia naturaleza, deriva de la ley divina y trasciende el ámbito de las leyes eclesiásticas positivas: éstas no pueden introducir cambios legislativos que se opongan a la doctrina de la Iglesia». Resulta claro que, por mucho que insistan Fernández y sus adláteres, en este tema no se puede cambiar la disciplina sin alterar la doctrina. Además, en cuanto a la interpretación del texto del canon, dice que «toda interpretación del can. 915 que se oponga a su contenido sustancial, declarado ininterrumpidamente por el Magisterio y la disciplina de la Iglesia a lo largo de los siglos, es claramente errónea».
Sin embargo, lo más curioso es que este documento, clave para la argumentación heterodoxa, defiende exactamente lo contrario de lo que sostiene tal argumentación. Si la razón por la que, diría Fernández, se puede dar la Comunión al adúltero que no tiene intención de guardar continencia es que podría no ser imputable subjetivamente de su pecado objetivo, lo que declara la Declaración es que el ministro de la Comunión debe basarse en la situación objetiva del fiel para administrarle o negarle la Comunión, precisamente porque, dada la distinción entre pecado objetivo y culpa subjetiva, «el ministro de la Comunión no podría juzgar de la imputabilidad subjetiva». En definitiva, si los que pretenden defender la interpretación del Papa Francisco de su propia exhortación quisieran ser fieles al texto y a las fuentes de la misma, tendrían que concluir que, debido a la distinción entre pecado objetivo y culpa subjetiva y al hecho de que los ministros de la Iglesia no pueden juzgar la interioridad de las conciencias, AL defiende la disciplina vigente que pide negar el acceso a la comunión a los adúlteros impenitentes.
Sin embargo, hay algo en lo que Fernández tiene razón, y es en que el mismo Papa Francisco parece haber confirmado la interpretación heterodoxa de AL, contradiciendo así su misma exhortación. Ante una situación tan confusa (por más que se vean claras muchas cosas), mi conclusión es la misma que cuando escribí respecto a las palabras de Buttiglione: urge una aclaración pública por parte del Romano Pontífice del sentido en el que se debe interpretar la Amoris Laetitia. Lo exige el amor a la verdad y el bien de la Iglesia.
44 comentarios
En forma más ordenada se reconoce que existe el conocimiento de la norma y se inventan -crean una idea de laboratorio- las imposibilidades reales de decisión de los sujetos, de resolver lo correcto en su realidad concreta. Es una cuestión de casuística individualista in extremis. No existe tal realidad concreta de imposibilidad, no existe el pecado sin el ejercicio de la libertad, por lo tanto hay que inventarla una realidad que coincida con lo que quiere el Sr. Fernández y sus asociados del cisma moral.
Todas estas opciones: juntado, rejuntado, DVC o convivir Objetivamente con quien no es su cónyuge sacramental-, no solo OFENDEN la dignidad del “matrimonio sacramental” rato consumado y que consta con la participación de Jesús y V. María desde las boda de Canaán en presencia, sino que ATENTAN contra la “Alianza” misma infusas también en las vocaciones a la vida consagrada y el sacerdocio.
REDUCE la Fidelidad del amor, el Pacto y Restauración de Dios a su pueblo, como a una simple historia del señor de los anillos, caricaturiza el evangelio, hasta llegar a odiarlo por imponer imposibles y cargas pesadas.
Como en 35 mil sextas protestantes, Mediante un “mayoría” legisla por encima del reinado de Cristo” decretando inocente a Barrabas y culpable al hijo de la nazarena.
Su afán es crear y afirmar la rivalidad acentuar la división, pronunciar su vanagloria, con gran soberbia y poder, y así hacer valer su propia Teología de la Liberación de un evangelio que estaba encadenado según ellos”, su sentimiento no es imitar a Cristo quien se despojó para hacer la voluntad del Padre obedeciéndolo (Fil 2:7).
Pero el pueblo de Dios no se apara de los “ojos Piadosos y Misericordiosos de la Virgen” que pisa la cabeza del dragón que ha sido vencido.
Es tan peligroso el "populismo" teológico...
Y se hace espantosamente infiel y perturbador cuando se eleva a Magisterio oficial.
Cuando se trata de la crisis propia de la Iglesia -la creciente batalla sobre el matrimonio, el divorcio, los sacramentos para los que están en situación objetiva de pecado grave y la cuestión de la existencia del pecado objetivo en sí misma- nuestro Santo Padre, tiene el deber de servir, y tiene a su disposición cinco sencillas respuestas para apaciguar la tempestad: No Si Si Si Si
Sin embargo, las respuestas del cardenal Schönborn a la dubia serían estas:
¿Pueden los divorciados vueltos a casar que todavía están envueltos en una relación sexual recibir la absolución y la comunión sin un cambio de vida? Sí.
¿Todavía existen normas morales absolutas? Sí
¿Todavía existe el pecado grave objetivo? Sí
¿Sigue siendo válida la enseñanza de que, aunque muchas circunstancias puedan disminuir la culpa de un individuo, esas circunstancias no pueden transformar un acto intrínsecamente malo en un acto subjetivamente bueno? Sí
¿Sigue siendo válida la enseñanza de la Iglesia de que un llamamiento a la conciencia no puede superar las normas morales absolutas? Sí
2. Ahora aparece Fernández que sostiene que se ha cambiado la disciplina de la Iglesia.
3. A quién traerán ahora ? posiblemente a Napoleón o algún otro peso pesado.............
Saludos cordiales.
Coincide con la publicación del articulo de Victor Manuel Fernandez confirmando que la carta es Magisterio del Papa.
Esto se acelera, la corrección por parte de los Obispos no puede demorarse. A rezar y a hacer sacrificios por el Santo Padre y la Iglesia.
No entiendo si esto es debido a que los adúlteros están "clamando" al cielo por comulgar y en respuesta a ello el Papa permite lo que permite.
No sé de dónde agarrarlo. El que no se arrepiente de su pecado y no promete que pondrá todo de sí para abandonarlo, claramente, no puede reclamar la Eucaristía. Esto es válido no solo para los adúlteros.
Otra cosa más. ¿Acaso Dios no proveerá de la gracia necesaria a aquellos "adúlteros" que estén viviendo situaciones realmente excepcionales donde se pueda dar el caso de que "estén en gracia de Dios"? Para ello no hace falta provocar escándalo ni torcer ni cambiar la doctrina ni las leyes. La comunión espiritual es igual de eficaz cuando el alma está en gracia de Dios, y simplemente no se concreta cuando las disposiciones no son las adecuadas.
¿Están los adúlteros tan deseosos de comulgar como aparenta ser? Pues, para ello existe un camino y la Iglesia lo enseña claramente.
¿Puede comulgar un pedófilo empedernido, por ejemplo, que no aborrece su pecado, sino que, está esperando la primera ocasión para cometer sus fechorías? Si durante la confesión no tiene el propósito de enmienda, es seguro que el sacerdote no le dará la absolución, y si le da no será válida. ¿Qué lo diferencia del adúltero impenitente? ¿Hay un nuevo "poder" acaso que permite desatar lo que no puede ser desatado?
Todo esto me lleva a pensar en el aborto. Se habla, como en Chile, de permitirlo solo ante unos casos específicos... pero sabemos de sobra, que en la práctica no será así y que no pasará mucho tiempo para que se generalice. Dios no permita que en su Iglesia ocurra algo semejante con la tentativa de permitir sacrilegios eucarísticos de forma habitual. Ya habrán suficientes ocultos a los ojos de la Iglesia, por lo menos que evite aquéllos donde se percibe claramente una amenaza.
Espero no distanciarme demasiado del texto del post.
Les pasare esa carta a estos jornaleros de la viña que se creen más que el dueño de la viña.
yo si se que lo que esta escrito en la sagrada escritura se cumplira y Dios no se equivoca....
Por fin.
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FJD: No voy a perder tiempo explicándote que la interpretación multisecular de esa sentencia en la Iglesia ha sido el caso de unión impura, en la que no hay matrimonio. En cualquier caso, yo no me opongo a que el adulterio pueda ser, en algunos casos, causa de cesación de cohabitación, lo que no puede ser justificado, ni siquiera con tu errónea lectura del Evangelio, es que un divorciado se una de nuevo.
Y además también dijo sobre esto.
El les contestó: "Por la dureza de su corazón Moisés les permitió a ustedes divorciarse de sus mujeres; pero no ha sido así desde el principio. Mateo 19:8.
Con lo que una vuelta atrás es una vuelta a la dureza del corazón, que no nos permite ver realmente que es el amor con mayúsculas, cuánto se puede con la gracia de Dios, y la poca fé en el amor de Dios que puede hacer que estás vida vivan una vida superior que el simple apego, enamoramiento, o costumbre cerrándolos las puertas a una santidad en la que no creen los de la misericordia para salir del paso.
En cualquier caso, sigan engañándose. Pero creo que ustedes, que siempre apelan a Marcos, están equivocados. Marcos no fue Apóstol, Mateo, sí.
: )
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FJD: La palabra "porneia" que usa Mateo no significa adulterio. Tampoco significa simplemente fornicación. Mientras no sepa de lo que habla, le aconsejo que no vuelva por aquí a pretender dar clase a nadie.
Y dentro de esa razón práctica debe considerarse la debilidad del hombre a la hora de tomar decisiones que le comprometen de por vida. No puede hacerse un juicio inmediato si sus efectos no son inmediatos. Es necesario el paso del tiempo, al que el hombre está sujeto, para emitir un juicio definitivo. Y eso es lo que pasa en la mayoría de los dilemas morales. No hay una moral de situación, ni condicionantes que atenúen el juicio moral, ni excepciones a la norma. Con lo que nos encontramos es con individuos cuya conciencia sintoniza de modo distinto con los mandatos de Dios que resuenen en su interioridad.
-No robarás- tiene un sonido diferente en el niño que coge dinero del bolso de su madre que en aquél que allana la morada de otro para robar. -No cometerás adulterio- podría resonar con mayor fuerza en quien vuelve con su cónyuge que en aquel otro que no tiene la oportunidad de hacerlo. -No mentirás- no parece tener el mismo peso en un recreo que en una sala judicial. Solamente los pecados que atentan burdamente contra la naturaleza pueden ser enjuiciados sin atenerse a la conciencia personal como es el caso de asesinato, robo con violencia, práctica homosexual, prevaricación, etc.
Si los comparamos con los Mandamientos de la Iglesia veremos que estos están dirigidos a los creyentes en su conjunto. Obligan igualmente en conciencia, pero aquí sí valen los condicionantes o atenuantes de su incumplimiento. La diferencia estriba en Quién habla y a quién habla. Podemos llegar a comprender las disposiciones comunes de la Iglesia que afectan a los católicos pero no podemos abarcar las contenidas en el Decálogo, que siendo las que inspiran a todas las demás, aplican a todos los hombres. Algunos no terminan de entender que ningún hombre puede sustituir la conciencia de otro. Que tan válida son las encíclicas de Pablo VI como las de León XIII. Lo que verdaderamente está en juego no es determinar qué es, o no es, pecado sino cuál es la gravedad del pecado una vez reconocido. Si hablamos de un pecado mortal o hablamos de otro venial y esto tiene mucho que ver con la reincidencia y el dolo. De poco sirve una vida llena de normas y rezos si el verdadero pecado no aflora a la superficie.
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FJD: El problema es que yo, como ministro de la Iglesia, soy responsable del Sacramento y su administración, y no puedo juzgar la imputabilidad. De hecho no la puede juzgar ni el propio fiel, que puede engañarse. Sólo puedo juzgar lo objetivo, y lo objetivo es que el adúltero impenitente vive en pecado.
Esos días los fariseos motivaron el sínodo con Jesús para abordar la cuestión, luego en el versículo 10, son los discípulos los que motivan el segundo sínodo para contradecir a Jesús pero El, Jesús el mesías zanja la cuestión con autoridad para siempre…, con la autoridad de ser el HIJO UNICO DE DIOS que vive y reina por los siglos de los siglos amen..
Estos necios pensaban ganar con votos, justificar lo siempre detestable para Dios “el adulterio”.
Fijémonos que es una repetición de ese momento y que al final lo llevaría a la cruz. estos no se dejaban conducir por Jesus..
Dios nos de el don de fíarnos a esa voluntad (la de Cristo) y seguro causara estragos jejejejje.
saludos
Sin ir más lejos, en la catequesis de hoy miércoles ha dicho que "En la Jerusalen Celeste TODOS LOS HOMBRES seremos acogidos por Dios para habitar definitivamente con Él", lo cual equivale a afirmar que todos los hombres se salvarán.
Está claro que ello es una herejía y peligrosa, pues si todos los hombres se salvan, para qué esforzarse en hacer el bien en lugar del mal si al final todos nos vamos a salvar hagamos lo que hagamos.
Además el Evangelio nos enseña que Cristo dirá a algunos en el Juicio Final: "Id malditos al fuego eterno, preparado para el Diablo y sus ángeles, etc." con lo cual se nos enseña claramente que no todos se salvarán.
En resumen, creo que este Papa, no sé porqué motivo, tiene la tendencia de incurrir en herejías facilmente y tenemos un problema bastante serio en la Iglesia.
Es urgente, a mi juicio, que el Cardenal Burke y demás Cardenales correctores procedan a la corrección formal al Papa, también por aprobar en algunos casos la absolución y comunión sacrílega de adúlteros impenitentes, y si no se corrige o retracta habrá que declararle hereje formal y por tanto depuesto como Papa, y elegir por el bien de la Iglesia un nuevo Papa que no incurra en herejías.
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FJD: La frase que has citado sólo sería herética de interpretarse de la manera que tú la has interpretado. Que el Papa la interprete así es un juicio temerario por tu parte. Otra cosa es en el caso de la carta de la que hablamos.
"existan malas hierbas en medio. Al final, el mal será eliminado”,
uno debe tener clarito que no es el mal solito lonqie eliminaran, sino a quienes lo ejecutaban, consentian o sea no es el objeto sino la persona.
Lo que quizas escandaliza a mi amigo pepito es pensar que todos entramos alla y nos van a quitar lo malo como una especien de purgatorio para pecados mortales...
Eso es lo que veo que podria ser una regla de juego temeraria y que se vislumbra o se me viene a la mente para que no me sorpenda nada por ahi. Kejejejeeke
Si la fornicación es un acto " intrínsecamente malo " , ¿ lo es para todos los hombres , no solamente para los católicos .. ?
Si fuero malo , no existiría el matrimonio natural como cosa buena . ????
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FJD: La fornicación es un acto intrínsecamente malo para todos los hombres. El matrimonio meramente natural existe como algo bueno aunque imperfecto sólo para los no bautizados. Para los bautizados todo matrimonio consumado verdadero es sacramental.
Saludos cordiales.
La materia del pecado es objetiva pero no, así, su imputabilidad. Hay que tener en cuenta que si todo pecado causa un daño algunos de ellos son, además de causa, síntoma. Los hombres santos saben reconocer esos síntomas y, de este modo, arrancan el pecado de raíz. En palabras de Nuestro Señor Jesucristo, hay faltas que le producen un dolor más profundo que pecados objetivamente más graves. Depende, como nos muestra la parábola del hijo pródigo, del grado de cercanía con Él.
Los Mandamientos, por su propia naturaleza, no pueden abrir la puerta al engaño y por eso se habla de -engañarse-. No puede juzgarse la objetividad de un acto sin tener en cuenta al sujeto responsable del acto. Observe el último atentado en Las Ramblas. Todo son hechos objetivos (pasaporte, tarjetas, llamadas, cámaras, explosiones...) pero falta todavía escuchar a los autores del mismo para saber si mienten o se engañan. Ningún dato objetivo podrá acusarlos con más vehemencia.
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FJD: En realidad el ministro de la Comunión no juzga el escándalo solo, sino la condición de pecado objetivo manifiesto.
FJD: Mire, aquí no se trata de lo que dijo o no el Papa en una catequesis. Si usted quiere escribir sobre eso, es libre de hacerlo, pero no aquí.
Si usted se siente capaz de juzgar al Papa, creo que no tiene muy claro cómo funciona la Iglesia.
El Papa, ha aclarado contundentemente cuál es la interpretación suya del texto de la AL; primero diciendo que la interpretación de Schonborn es la correcta y después apuntalando la interpretación de los obispos argentinos.
A ustedes no les gusta, lo se; pero es lo que hay.
Pronto, cuando la comisión sobre la Humanae Vitae saque conclusiones, veremos como, además, no están en contradicción, pero eso ya llegará.
Francisco está cambiando el talante de la Iglesia. la quiere conciliadora y misericordiosa en vez de inquisitorial y represiva.
Comprendo que a los que viven a gusto en esa otra iglesia no les parezca bien; pero tampoco a muchos nos gustaba la iglesia oscura y punitiva de Juan Pablo Ii y Ratzinger como prefecto del Santo Oficio (como Papa cambió bastante) y fuimos capaces de vivir con ello.
A ver como lo llevan ustedes ahora. Veo que bastante mal.
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FJD: No sé si usted ha leído el artículo o comenta automáticamente. ¿Algo que decir sobre el hecho de que la interpretación heterodoxa de AL sea contradictoria con el mismo documento?
La corrección fraterna, insituída por el mismo Cristo, nos habilita a todos los fieles para corregirnos entre sí como hermanos. Y el Papa por el hecho de serlo, no por eso deja de ser un hermano más. Por tanto un Papa si incurre en pecado de herejía, autorizando la absolución y comunión sacrílegas de los adúlteros impenitentes, puede ser corregido como hermano incluso por un inferior o simple laico.
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FJD: Yo, sinceramente, no me veo quién para corregir al Papa. Lo más que puedo hacer es decir, con mi uso de razón, que una interpretación heterodoxa de AL contradice el mismo documento.
FJD: Espero que entiendas que no dé paso a tu comentario.
Lo bueno es que como el mismo Pontífice aclara en su exhortación él no tiene NINGUNA INTENCIÓN de hacer una definición magisterial al respecto. De manera que su exhortación está completamente alejada de mi consideración: Mejor y más claro han hablado otros Vicarios de Cristo....
Pero cómo siguen progresando las cosas hacia la oscuridad doctrinal y la multiplicación de la ocasión de pecado...
A rezar, a rezar, a rezar.
En el primer caso hablaríamos de un comportamiento objetivamente pecaminoso faltando considerar la parte subjetiva. En el segundo, de una razón subjetiva faltando la objetiva. El matrimonio es reflejo del amor de Jesucristo por la Iglesia y sigue siéndolo, aún, cuando la Iglesia peca.
No son causa de divorcio pero pueden serlo de separación. Si tomamos las palabras de Jesucristo en el Evangelio de manera literal cabría la posibilidad de que un cónyuge separado, por fornicación adúltera del otro, no cometiese adulterio si se uniese carnalmente a otro en similares circunstancias. Sin embargo, como en tantas otras cuestiones, sólo el Magisterio de la Iglesia puede dar una respuesta verdadera a este caso.
R/: SI,-NO-NO-NO-NO.
Nos encontramos Frente al Monte Carmelo 1 reyes 18, y cae el medio dia. Veo gente "danzando de un pie en el otro".
Ya veremos lo que pasara con la falsa iglesia, una vez Dios encienda “novillo con leña” de la verdadera iglesia. Comencemos a orar para que nos encontremos en la verdadera Iglesia, amando a DIOS en espiritu y verdad por encima de nuestro deseos carnales, apetencias y asi amando al projimo con lo que le salvara la vida.
Asi es el amor de Dios, nos da lo que nos puede salavar la vida.
Saludos
a considerar si el obrar de una persona responde o no a una ley o norma general».
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FJD: Le sugiero que, aunque sea por rigor académico y por no hacer el ridículo, se lea el artículo que pretende comentar antes de hacerlo. Como verá, cito un documento del Pontificio Consejo para la interpretación de los textos legislativos, publicado con aprobación del Papa y, por tanto, de validez vinculante. Dice que: "la prohibición establecida en ese canon, por su propia naturaleza, deriva de la ley divina y trasciende el ámbito de las leyes eclesiásticas positivas: éstas no pueden introducir cambios legislativos que se opongan a la doctrina de la Iglesia".
Por tanto, por mucho que se empeñe un Papa o sus asesores, la disciplina por la que un ministro de la Comunión no puede dar la Eucaristía a uno que persiste en pecado grave (objetivo) manifiesto, independientemente de su imputabilidad, que sólo Dios puede juzgar, no puede ser cambiada sin cambiar la doctrina irreformable de la Iglesia. Si a usted no le gusta, las reclamaciones al Espíritu Santo, que es el que ha inspirado a la Iglesia para definir esa doctrina.
El documento que he citado, por cierto, es la base del argumento central de la Amoris Laetitia, por lo que contradecir ese documento es contradecir la misma exhortación.
Definitivamente coincido con usted en esto:
1. no van a aclarar nada “que ellos quieran que diga”. Ya esta mas que clarito con esta Carta puesta en la Web del Vaticano. Mas que esa respuesta es desear peras del palo de manzanas.
2. dice: “Schonborn”, la de don Vito, y don Fernández, junto a algunas CE y la de Argentina, son la confirmación – “interpretación correcta” de lo que desea AL. Sin duda alguna, clarito como el agua.
3. de verdad le digo usted es muy sabio y dice: “a usted no les gusta (la interpretación heterodoxa)”: eso es correcto, para mi precisamente “porque esa interpretación no es católica” y pueden ponerse muy bravos, decirme rígido lo que sea… pero lo siento NO ES CATOLICA.
4. lo otro: la iglesia “misericordiosa y conciliadora” que es hoy y que antes era según usted Inquisitorial y represiva –Punitiva y oscura, pues le diré algo: Eso es un duro y temerario juicio contra los cimientos de la iglesia fundada por Cristo nuestro señor, ataque a su cuerpo mistico a su gente, santos y mártires, a miles de esposas/os que murieron confiado en aquello de “Dios sobre todas las cosas” incluso un “more uxorio”…Dira con todo el respeto se siente como si ha estado dentro de la asamblea pero jamás en comunión con el corazón, ha dicho del CREDO en los santos, pero jamás con el corazon...
PD.
Queridos hermanos Todos, Miremos un poco lo que debe suceder frente una perturbación ante los juicios.
San Pablo Corintios 4: “Por lo que a mí se refiere, me importa muy poco ser juzgado por vosotros o por cualquier tribunal humano. Ni siquiera yo mismo juzgo mi actuación. Cierto que mi conciencia nada me reprocha, más no por eso me creo justificado. Mi juez será el Señor. No juzguéis antes de tiempo; dejad que venga el Señor. Él sacará a la luz lo que está oculto en las tinieblas y pondrá al descubierto las intenciones del corazón”
Resistir y no ofrezcan a otros justificarse subjetivamente para evitar el juicio objetivo de la moral Cristiana Católica con sus cimientos en la sagrada escritura, tradición, magisterio dados a la Santa Madre iglesia.
No ofrezcan humo.
saludos
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FJD: Lo primero que citas de Ratzinger es una bobada de la que se arrepintió, gracias a Dios, como de muchas otras. En lo otro, en ningún caso se habla de alguien que comete adulterio a sabiendas, no quiere dejar de cometerlo, y se le deba dar la comunión eucarística. Como se te ha explicado ya (y parece mentira que un doctor no sepa leer), las mismas fuentes de AL dicen que la disciplina sobre la comunión de los que persisten en pecado grave manifiesto no puede cambiar sin alterar la doctrina. ¿Algo que decir sobre eso? Porque eso, solo eso, y nada más que eso, es el contenido del artículo que estás comentando. Es más, si la siguiente intervención no toca el tema que comentamos, no se publicará.
Está tambien para ayudar a resolver los problemas existentes , no sacarselos de encima .
Es una opinión .
No digo que no sea interesante discernir si una interpretación herética de la AL la contradeciría o no, pero en todo caso tal interpretación herética de la AL, que es desgraciadamente la que hacen muchos obispos, cardenales y hasta el mismo Papa, debiera a mi juicio ser objeto de vigorosa repulsa y castigar a los que defienden y propagan tal interpretación con arreglo al canón 1364 y concordantes del Codex Iuris Canonici.
Creo que está bien que hagamos el estudio teológico que vuesa paternidad nos propone, pero sin dejar a la vez de aplicar el Códex a la interpretación de la AL que autoriza la absolución y comunión sacrílegas de los adúlteros impenitentes, pues se trata de una interpretación que, contradiga o no el citado documento, es manifiestamente herética.
En resumen, hagamos todos los estudios teológicos que queramos sobre la AL, pero sin dejar de aplicar diligentemente el Códex a las interpretaciones heréticas de la misma.
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FJD: El Código de Derecho Canónico debe aplicarlo quien tiene potestad jurídica para ello. Y me temo que ni yo ni usted la tenemos.
Lo mismo para el caso, el sacerdote que hace el papel de juez evalua si existen circunstancias atenuantes o eximentes y si las hay permite la comunión, a veces se equivoca y a veces acierta, eso es lo quiere decir el Papa y es bien facil de entender, lo que parece dificil de entender es que hasta una regla de tan suma importancia pueda tener excepciones y la regla de no dar la comunión a divorciados no la tenga.
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FJD: Como otros comentaristas pueden ver, no estoy publicando comentarios que no respondan directamente a lo planteado en el artículo. Este comentario, a diferencia de otros muchos, sí plantea una duda legítima. Sin embargo, la manera de plantear el argumento es tramposa, como casi todos los argumentos a favor de la comunión de los adúlteros impenitentes. Se plantea el caso de uno que, habiendo matado, tiene circunstancias atenuantes o eximentes. Pues bien, la cuestión es que el caso de los adúlteros no es el de uno que ha adulterado, sino el de uno que va a seguir adulterando.
Si se quiere plantear el caso de uno que mata habría que decir que uno que ha matado va a confesarse y en la confesión propone que va a seguir matando, pero que el sacerdote debería discernir con él si hay causas atenuantes que le eximirían de la imputabilidad y le permitirían recibir la comunión. Un ejemplo puede ser el de un sicario, que propone al confesor que seguirá matando gente porque su seguridad personal o la de su familia depende de ello; o el de un médico abortista, que dice que seguirá asesinando niños porque así sus hijos podrán ir a la universidad. Creo que se ve bastante claro que el argumento que planteas es tan estéril como el de los partidarios de la lectura heterodoxa de la Amoris Laetitia. Más aún, porque es un ejemplo de cómo el mismo argumento podría servir para justificar toda clase de barbaridades, como he señalado en el artículo.
Ahora bien, esto entra en contradicción con la Humanae Vitae; pues sí ¿y yo qué culpa tengo? Ésta es la realidad, y hay que afrontarla, no se han caído las estrellas sobre nosotros.
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FJD: Entiendo que cuando dices Humanae Vitae te refieres a la Familiaris Consortio. Ahora bien, el Papa no ha respondido como maestro universal. El tono empleado no es ese, sino uno claramente informal. Compárese con el tono de cualquier enseñanza ex cathedra y se verá la diferencia.
Con todo, no bastaría con que el Papa diga que quiere que los adúlteros impenitentes comulguen (cosa que no ha dicho), porque sigue existiendo un canon que prohíbe al ministro de la Comunión administrarla en esa situación. Además, la interpretación auténtica de ese canon establece que esa disciplina no se puede reformar sin cambiar la doctrina.
Por tanto, el Papa no ha dicho que quiera que los adúlteros impenitentes comulguen. No ha hecho lo que podría hacer para permitirlo (cambiar el CIC). Y aunque lo hiciera, como ya expliqué en mi artículo sobre la obediencia al Papa, tal mandato sería inobedecible.
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