InfoCatólica / Deo Omnis Gloria / Categoría: Una, santa, católica y apostólica

11.10.15

Los sacerdotes son como las mesas

Las mesas son un gran invento ya que no solo sirven para congregarnos sino para alejar del suelo el alimento con el beneficio que implica para la salud.

La mesa de un joven será diferente a la de un adulto. El joven, lejos de casa, hará de mesa hasta una caja de cartón, más cuando llegue a la edad adulta, buscará una mesa sólida y estable.

De hecho, la mesa dice mucho del usuario. 

He visitado hogares en los que la mesa es de las fabricadas en China sobre la que duda uno en apoyarse ya que al menor peso parece caerán desbaratadas; por otro lado, he conocido mesas rústicas construidas por manos habilidosas que no han escatimado en ingenio, conocimiento y belleza en su elaboración. 

Estas son mesas hechas con buen material a las que se les han colocado patas del tamaño y peso adecuados las que podrían hacerse cargo del peso de toda la familia.  

Da gusto reunirse y comer sobre una mesa que invita a hacer uso de ella.

Una mesa así es como una puerta abierta o como el hogar. Uno, llega y se va, reconociéndose acogido, apreciado, valorado, listo para la batalla y para el encuentro.

Uno desea tener una mesa así para disfrutarla junto a los que amamos.

Los sacerdotes son formados por largos años para que, con el paso del tiempo, lleguen a ser una mesa de este tipo.

Es una realidad que la calidad de la mesa no dependerá del artesano sino del material que la constituye; es decir, cuán maleable sea al pasar por las manos del ebanista y de su disposición al uso al que ha sido llamada. 

Habrá sacerdotes que se permitirán ser formados como ingeniosas, sólidas y eficientes mesas para camping diseñadas por ingenieros italianos.

Otros serán  chiquitas mesas de madera elaboradas artesanalmente para espacios reducidos. 

Los habrá que son como mesas plegables que se adaptan fácilmente a todo tipo de espacios, usos y comensales.

Otros habrá que arriban al seminario como llega un bruto tronco de cedro al taller del artesano por lo que con el paso del tiempo se dejan formar como mesas seguras firmes y acogedoras.

Aunque, seamos realistas, también los habrá de material que, tarde o temprano, manifiesta alguna deficiencia o carencia por lo que nunca se sabe lo que será de su destino.

El caso es que, con el amplio conocimiento alcanzado, a lo largo de la vida habremos de encontrarnos con muy diferentes tipos de mesa y sacerdotes quienes, bien que mal, cumplen su función; muchas veces,  más mal que bien pero… este sería un tema aparte ya que de tal cosa se encarga la gracia del artesano.

De mi parte, bástame una mesa de madera sólida que no cojeé. 

10.10.15

¿Cuánto de Ideología de Género existe en los siguientes hechos?

Miren hasta dónde ha penetrado la Ideología de Género en la Iglesia

Si, fue el Relativismo el que la introdujo sin que apenas nos diéramos cuenta.

El mero pecado, para llamarlo de forma que nos entendamos. Ok?

Revisen.


¿Cuánto de Ideología de Género existe en los siguientes hechos?

-  En los sacerdotes homosexuales que viven en secreto con su pareja

-  En los formadores que les permitieron ordenarse

-  En aquellos sacerdotes que sacan su tiempo libre para salir en citas dobles a las que invitan a jóvenes varones de sus parroquias

-  En sacerdotes que por tener pareja viven en adulterio ya que su Esposa es la Iglesia 

-  Quienes, de paso, recurren a la anti-concepción. 

-  En parejas heterosexuales a las que los sacerdotes autorizan a comulgar aunque estén divorciados y vueltos a casar

-  En parejas de homosexuales que reciben la aprobación de sus párrocos para comulgar aunque no vivan en castidad

-  En el consejo que de los sacerdotes reciben en privado los fieles acerca de optar por la FIV o recurrir al aborto ya que existe perdón

-  En obispos que recurren a un falso concepto de misericordia (sin justicia) para reclamar, entre otros, el gaymonio y la comunión a los divorciados.  

-  En el multitud de nosotros que apoyamos estas cosas sin inmutarnos

-  En Obispos, presbíteros y fieles que conocen estos hechos pero se hacen de la vista gorda

 

Pero, sobre todo, cuán profundamente habrá penetrado que, ante la multitud de fieles, teólogos y obispos que lo denuncian, la mayoría de nosotros los califica de exagerados.

Esto solo por mencionar algunas de las graves situaciones de las que casi todos hemos tenido conocimiento y ante las que guardamos silencio haciéndonos sus cómplices

Luego, muy ufanos, nos llenamos la boca diciendo que solo los laicistas son reprobables por vivir en la mentira.

Si. Como no.

Luego, también somos tan valientes (piadosos y santos) para exclamar con el alma henchida por el sentimiento que jamás Cristo nos dejará a nuestra suerte.

Claro que nos deja!

No ven el resultado?

 

NOTA
Me perdonan crudeza y simpleza pero para decir cosas sutiles y elaboradas sobre el Sínodo existen otros.

Que el Señor derrame su gracia sobre todos.

 

29.09.15

Cuando las cosas se ponen color de hormiga... ¿a qué se reduce todo?

Un lucero que observo en las madrugadas hacia poniente me hizo recordar algunos pensamientos que tengo desde de niña cuando miro la vastedad del cielo estrellado.


Desde pequeña me digo: - “Todo esto tan grande, ¡es infinito! Cuánto esfuerzo pudo haber significado haber creado algo que se extiende sin límites? Había que crearlo bello? Cuán grande es el poder de quien piensa algo tan eficiente? Quién pudo haberle enseñado que, por ejemplo, había que colocar un sol a cierta distancia de un planeta para que existiera vida? Por qué se revela seductoramente, como llamándome, como esperando que atienda para saciar mi corazón? Un pensamiento creador que diera origen a toda esta maravilla sería inabarcable para una mente tan limitada como la mía. Desconozco la respuesta que espera de mi aunque debo confesar que siento que lo amo”

Tengo el recuerdo de hacer este tipo de reflexiones desde muy pequeña lo que me hace pensar que no solo mi memoria es un don sino que, también, vehículo para la gracia que recibí desde entonces y que me permitió reconocer al Señor como regente de la Historia (y de mi corazón).  

Es probable que el don de la memoria, unido al hecho de ser una niña que pasó muchas horas solita por su enfermedad, ha dado como resultado que continúe siendo una fervorosa observadora de la realidad quien salta como jugando de asombro en asombro ante cada pequeña maravilla que se le presenta.

En ese sentido, fácilmente descubro la gracia que el Señor le entrega a cada uno; de ahí que no se me dificulta reconocerla verbalmente de manera positiva; por ejemplo, la gracia que el Señor le regala a Luis Fernando Pérez para estar en contacto diario con clérigos y comentaristas de todo tipo así como delante de situaciones y noticias tremendas que a cualquiera podría haber vuelto loco desde hace mucho tiempo, resulta alucinante ya que nunca, jamás, yo podría ser Luis Fernando o Juanjo Romero, Carmen, el padre Iraburu o cuantos conozco un poquito en InfoCatólica. 

La realidad de la vida de cada uno es alucinante. ¡Un verdadero milagro! 

Me atrevo a afirmar, sin temor a faltar a la verdad, que el milagro de sus vidas es equiparable al que consiste en haber colocado a la Tierra a la distancia perfecta del Sol para que surgiera la vida.   

He puesto el ejemplo de personas que conocemos pero si me pidieran enumerar las gracias, cuya presencia en su vida no advierten muchos de mis conocidos, quedarían tan asombrados que la dicha no les cabría en el pecho ya que habrían obtenido la certeza que tuve desde niña acerca de que el Señor es la libertad que estructura al mundo y que su gracia, como amor creador, lo penetra todo.

Es cierto, hay muchísima herejía en todos los ámbitos de la Iglesia, el mundo no cesa en su embate tampoco, muchas almas están en peligro, nuestra vida tampoco es lo simple que quisiéramos; sobre todo cuando, nosotros mismos, caemos en diversidad de pecados y herejías; pero, aunque nuestra vida es dura e incierta la realidad eclesial…, a qué se reduce todo?

Se reduce a pedir la gracia.

 

5.09.15

¿Se puede ser católico sin tener principios morales?

Teóricamente es imposible pero en la práctica, verdaderamente, existen “católicos” que no tienen idea de cómo discernir el bien del mal. Católicos sin principios morales. 

De ahí que conozcamos a tantos que, por haber recibido los sacramentos, consideran que entran en la categoría de “católicos con principios morales".

De ahí que, por ejemplo, tantos voten por candidatos que apoyan el aborto y otros de los múltiples derivados de la Ideología de Género.

O es que, acaso, demuestra principios morales un presidente “católico”, como es el de Costa Rica, quien legisla por decreto a favor de la Ideología de Género y de la FIV haciendo caso omiso de los argumentos de la ciencia, de la razón y de la fe?

Es que, acaso, no nos damos cuenta que, por décadas, en lugar de formar católicos, hemos venido formando laicistas que solicitan sacramentos los que, además, provocan y provocarán aún mayor daño desde el ámbito de la política y otros puestos de autoridad? 

Cómo ayudar al Señor a poner remedido a esta situación? Señalando firme y claramente el pecado pero diciendo, además, que no es posible salir del mismo sino es con ayuda de la gracia. Que, de persistir en el pecado, conozcan las consecuencias para la vida presente y la vida eterna. 

Con algo tan simple y antiguo (tan “pasado de moda”, tan poco “actual”) pondríamos, de nuevo, a disposición de las almas el que, con ayuda de la gracia, aprendan a discernir el bien del mal para que así su voluntad se robustezca al verse liberada de aquello que la arrastra hacia el pecado.

Me doy cuenta que no digo novedad alguna, que la expreso de manera muy simple y que, en realidad, para lo escépticos que hemos llegado a ser, a más de uno le parecerá ingenuo y hasta utópico retomar el tema del pecado pero, es que, acaso–desde la zarza ardiente- ha habido alguno que considerara ofender a Dios como algo “pasado de moda”?  

Por milenios el método ha probado ser efectivo ya que, teniendo claro los conceptos, qué tan complicado podría ser explicar a un niño de seis años mediante el relato del pecado original acerca de que existen consecuencias para la desobediencia y la infidelidad? Acaso no les enseñamos que existen consecuencias cuando se infringe la Ley o cuando no se siguen las reglas en casa? Por qué, entonces, somos pusilánimes y blandengues cuando se trata de quebrantar la Ley de Dios?

Así es como, por décadas, hemos sido cobardes al límite de lo perverso (tal como si la salvación de las almas no estuviera en juego) al omitir hablar de la gravedad del pecado y de la eficacia de la gracia. Un pecado de omisión del que nos pedirán cuentas, sin lugar a dudas.

La reconstrucción de los principios morales en los católicos la tenemos delante de nuestros ojos:  

Señalar claramente el pecado y hablar de la gracia.

 

27.08.15

Antes del Sínodo de la Familia pidamos perdón

Lo que está pasando en relación al Sínodo de la Familia no sé si es una locura o si la locura (como el pecado) más bien es cosa natural en los seres humanos pero, de que es locura, no cabe la menor duda.

Miren, estoy algo distanciada de toda la variedad de cruzadas que varios han asumido respecto a dar la comunión a los divorciados vueltos a casar porque necesito obtener la verdad de todo ello pero, de que resulta sumamente difícil, es la mayor verdad que he hallado hasta el momento.

Esto le digo a unos y a otros:

Desde su origen ha habido espacio para todos en la Iglesia; sin embargo, lo que no ha sucedido es que todos hayan sobrevivido en el tiempo.

Basta con conocer lo básico de la historia para tener claro que muchos quedaron en el camino y que, quienes han sobrevivido son aquellos que se han apegado a la Palabra de Dios y a las enseñanzas que derivan de ella. Es algo para tomar en cuenta.

Tómenlo en cuenta los que toman posiciones extremas tanto a favor como en contra de dar la comunión a los divorciados vueltos a casar.

Porque no es el parecer humano (nuestro pecado) lo que prevalece sino el parecer del Señor (su santidad) en su Palabra. 

Además, tomen en cuenta que al final, la responsabilidad de que existan tantos que se casaron, divorciaron y volvieron a unir por las razones equivocadas, es nuestra; de nadie más y, únicamente, debido a que no los acompañamos en el proceso como debimos haberlo hecho.

Por tanto, es hora de empezar a poner remedio lo que, ni de lejos pasa por llamar al adulterio con otro nombre para abrir la puerta a la comunión, sino que siguiendo el ejemplo de Señor que siempre nos ha auxiliado con su gracia a la hora de invitarnos al reconocimiento de los pecados. 

Me  refiero a que, unos y otros, hemos de reconocer tanto al pecado del adulterio como el de la falta de responsabilidad con los hombres y mujeres que por decenios han venido pidiendo el sacramento del matrimonio.

Si, lo que pasa antes del Sínodo es una locura lo que es señal de que la razón está enferma y es, únicamente, debido al pecado.

Pidamos perdón.

Señor, yo, Maricruz Tasies, te pido perdón porque no he asumido mi responsabilidad hacia mis seres queridos a quienes he visto llegar al matrimonio, el divorcio y nueva unión por las razones equivocadas las que, incluso, he públicamente aprobado por indiferencia, verguenza o por temor.

Creo, estimados hermanos que, por algo tan básico como esto, deberíamos empezar.