Al igual que yo sin el salbutamol
En una de mis últimas citas con el médico (y conociendo ahí que es asmático como yo) le comenté sobre lo agradecida que estoy porque existan los inhaladores de salbutamol ya que sin ellos probablemente hubiera muerto joven.

No he venido siendo tan prolífica como en otros períodos porque sencillamente he debido dedicar tiempo al conocimiento de mi misma y claro, ha sido tanta la resequedad que hasta he llegado a pensar que había llegado el día en que dejaría de ser blogera lo cual tampoco tenía mucho sentido ya que no recuerdo un día de mi vida en que no haya tenido la necesidad de expresarme.
De 1936 data esta edición que les traigo como un tesoro que hallé en la página de
Como tantas veces he despertado hoy de madrugada y salí -como otras tantas- a la terraza para ver salir el sol.





