De su Cuerpo Místico, descartar la Gracia
Yo digo que para haber sido yo tan luminosa y que ahora sea tan sombría es porque algo tremendo debe haberme pasado o quizá solo sea lo que, en realidad, nos pasa a todos y que no todos se dan cuenta; razón por la que uno, a veces, se siente muy solo.
Lo que tampoco es cierto ya que, en primer lugar, tenemos la gracia del Espíritu Santo por Quien vivimos inmersos en Dios y unidos a nuestros hermanos.
Lo que significa que, si físicamente, estamos separados, no lo estamos en el Espíritu que es en Quien la verdadera vida se expresa.
De tal manera que, si no estamos solos, más bien al contrario, queda claro que hemos de colaborar con la gracia para ejercitarnos en el aspecto espiritual; cosa que, entre otros, incluye creer en la Comunión de los Santos pero también en que la Iglesia Triunfante y la Purgante producen mucho mayor bien que toda la Iglesia Peregrina junta.
Esta certeza sola, basta para renovar la Esperanza.
Pues bien, siendo que no estamos solos, les cuento que hace poco vi una película cuyo argumento fue tomado de la vida real en el que la protagonista, una mujer de principios del siglo pasado, se propuso buscar a su marido explorador del Polo Norte y quien, pese a las múltiples y graves advertencias, tomó la decisión de formar una expedición para alcanzarlo y compartir su gloria.
El resultado de su decisión fue cadáver tras cadáver que, debido al clima y por las circunstancias, fue dejando tras de sí.
Durante todo el tiempo que dura la película te quedas esperando que la dichosa mujer manifieste sensatez pero, no hay caso, ni siquiera el básico sentido común y solo debido a su infinito egoísmo, a su magna soberbia.
Viene siendo como lo que experimento durante este período de la historia de la Iglesia; la que, tras la Venida del Espíritu Santo, no es otra cosa que la historia del Cuerpo Místico de Cristo.
Porque, si bien es cierto que en aquél tiempo fue su cuerpo, hoy en día es su Cuerpo Místico el que, en la etapa de tortura, vemos atado a la columna tras haber sido acusado de farsante:
Hemos escuchado sus argumentos: - “Dice ser el Hijo de Dios. Dice ser uno con el Padre. Afirma conocer la Misericordia Divina cuando –en realidad- es sabido que somos sus administradores. No le basta con exigirnos entregarlo todo sino que, efectivamente, espera que lo hagamos so pena de condenación eterna. Pretende cargar nuestra conciencia cuando es fácil reconocer que nuestra conciencia limpia es garantía para éste y todos los casos. Poca cosa se pierde si desaparece mientras mantengamos el orden que con tanto esfuerzo hemos establecido. Seguid nuestro ejemplo”.
Así fue en aquél tiempo y, viene siendo, o no?
Efectivamente, en aquél tiempo el objetivo fue descartar un cuerpo, hoy, de su Cuerpo Místico, descartar la Gracia pero… qué seríamos sin la Gracia? Un cuerpo muerto.
¡Zas! ¡Lo dicho! ¡Un cadáver!
Sin embargo, sobre el cuerpo de Cristo la muerte no tuvo la última palabra como no la tendrá sobre su Cuerpo Místico al que la Gracia nos une y auxilia para padecer con El, por El y en El.
Así sea.
2 comentarios
"Si tus penas no pruebo, Jesús mío,
Vivo triste y penado"
Lope de Vega y Francisco Guerrero (siglo XVI)
Pero como buenos modernistas, son capas de cebolla dentro de las cuales habita la nada. Si les pelas un poco mas, admiten la religiosidad popular porque obedece a necesidades humanas, como lo es la búsqueda de la Verdad, un camino hacia esa Verdad a la que dedicar la vida. Pero ellos no creen que exista la Verdad. Eso para ellos es "ideología" y la devoción popular es la mas inocua de las "ideologías" mientras no piensen mucho. Ellos lo ven como un sano paganismo, como buenos protestantes ateizados. Lo que importa para ellos son los problemas del momento: el cambio climatico, el cambio de sexo para los niños, abortar libremente, adulterar sin culpa, la inmigración masiva programada. Todos ellos son problemas acuciantes del hombre de hoy, creados por los hombres que ellos admiran para conseguir un mundo, perdón, "Planeta" mejor sin Dios. Esa es la verdad del siglo. El próximo siglo, algún rabino megamillonario nos lo dirá. Eso ya no es ideología. El que paga manda.
Si hay modernistas que no llegan a la última capa de cebolla, otros si que lo hacen, y tiran de ellos hacia la nada. Y como solo se han dedicado a medrar, ocupan los mas altos cargos. Dios lo permite por nuestras culpas. Porque la mayoría nos hemos rebelado en algún momento contra Él y sus enseñanzas. Y yo el primero. Por eso, todo esto es para bien, para purificarnos, para llevar al modernismo hacia su conclusión, es decir, devorado por si mismo, porque sin Jesucristo no pueden hacer nada, excepto pelearse los unos con los otros (cada maestrillo con su librillo) en cientos de sectas y grupos de poder, cada uno apoyado y pagado por diferentes entidades mundanas, peleándose en Roma, con sangre. Así mas o menos veo yo la obra maestra del Diablo. Mientras la auténtica Iglesia prosigue y recupera los templos abandonados.
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