¿La misa tradicional es una moda?
Que el obispo checo Jan Graubner, titular de la diócesis de Olomouc, en la entrevista que le hiciere Radio Vaticana transmita del papa Francisco el que “la misa tradicional es una moda” no me escandaliza ya que es el pan de cada día para quienes alguna vez intentamos hablar con autoridades sobre el tema.
Existe una fuerte convicción en gran parte del clero la que transmite al laicado acerca de que la misa tradicional es una moda pero, lo es? De mi experiencia muy cercana con jóvenes costarricenses puedo decir que, sin lugar a dudas, es una moda.
Cómo llegó a serlo? Llegó a serlo, fundamentalmente, por el acceso que tienen a internet.
Sin embargo, he aquí una pregunta que pocos se hacen: ¿qué es lo que con tanta vehemencia reclama el espíritu y la inteligencia de dichos jóvenes para adherirse a la “moda de la misa tradicional"? Reclama básicamente la esencia de la forma extraordinaria: su ortodoxia y, a través suyo, lo que del Misterio sus corazones anhelan.
Pero, es que acaso no lo encuentran en el novus ordo? Pues, parece que no. Lo cual no debería escandalizarnos ya que su sensibilidad puede ser acogida como lo han sido tantas otras en nuestra amada Iglesia.
Ahora bien, cabe preguntarse por qué la forma extraordinaria no cautiva a la totalidad de los jóvenes? Bueno, principalmente, porque es desconocida; también porque existe muchísimo prejuicio hacia ella pero también debido a que no todos los jóvenes tienen la misma sensibilidad.
La realidad es esta: la mayoría de los jóvenes desconocen la misa tradicional y cuando la conocen, sea que descubran afinidad con ella o no, temen manifestarse.
Quienes se sobreponen a sus temores terminan siendo cruelmente rechazados en sus parroquias lo que provoca que se unan por las redes a otros jóvenes rechazados así como a adultos fanatizados que los corrompen.
De esta forma es como va creciendo alrededor del mundo esta horda de jóvenes tradicionalistas muchos de los cuales se han dejado llegar a los extremos del sedevacantismo.
Precisamente, debido a que he escuchado en infinidad de ocasiones que la misa tradicional es una moda fue por lo que hace más de seis años decidí apoyar a los jóvenes pero fallé rotundamente ya que las sucesivas negativas que reciben los han hecho derivar, como era de esperar, hacia fundamentalismos nada manejables.
Por último, voy a poner gravedad al asunto ya que hasta aquí solo me he referido a la atención que merecen jóvenes con cierta sensibilidad que no han sido corrompidos teológica ni doctrinalmente.
En atención a ellos, lo que tendría que urgir a párrocos y obispos es el hecho de que si no les abren espacio lo más pronto posible corren el riesgo de seguir viéndolos perderse yendo hacia grupos con clara conducta sectaria.
Solo soy mujer blogera que vive en uno de los países más pequeños del mundo por lo que, probablemente, lo que diga acerca de la moda en la que se ha convertido la forma extraordinaria no será conocido más allá de los linderos de este portal; no obstante, poco importa que mis palabras se las lleve el viento pero no así la real experiencia de obispos y sacerdotes que alrededor del mundo, llevando la contraria a la mayoría, han apoyado a dichos jóvenes con magníficos resultados.
Más de uno de mis estimados lectores podría aportar aquí mismo pruebas de magníficas experiencias.
No tengan reserva, compartánlas ya que espero sirvan para convencer a los escépticos acerca de que lo más conveniente es prestar atención al profundo anhelo de verdad, bondad y belleza de los jóvenes el cual, en esta ocasión, se nos presenta bajo la forma de apego a una moda.
NOTA: Ni una sola palabra permitiré en contra del Papa, Obispos, sacerdotes o del Magisterio. Ni una sola. Advierto que si me llegan a reventar la entrada con comentarios de ese tipo cerraré dicha opción de inmediato.
66 comentarios
El asunto no es de edades, no es que a los de antes sí y a estos no. Es que los jóvenes están siendo conscientes de los abusos litúrgicos a los que se enfrentan a diario con el Novus Ordo, que ven imposible vivir plenamente la liturgia de esta manera.
Payasos, mimos, perros laicos, personas tomando la hostia del copón y dándosela mutuamente, en fin... es lo que hay. Por ello, vuelven sus ojos a la forma extraordinaria.
Si volver los ojos al pasado es una moda, qué pensar entonces de las raíces del CNC?? acaso no quisieron volver al pasado? acaso no es ese su carisma?
No soy sedevacantista para nada gracias a Dios. Simplemente la misa del Novus Ordo, plagada de abusos hoy día, con la guitarrita y las canciones de telenovela adolescente, cualquier cantidad de ministros extraordinarios de la Eucaristia, entre otros millares de abusos, no calman mi sed. Y yo junto con otros miles de jóvenes, no le importamos al clero de la Iglesia, que con su indiferencia nos mata.
Esto no debería estar sucediendo en nuestra Iglesia
No conocía la Misa tradicinal, aunque siempre he ido a las parroquias más "conservadoras". Recuerdo perfectamente el día -entre semana- que fui a Misa a una parroquia cerca de casa y toqué fondo. Sentado en el banco miré la iglesia, y vi un "escenario" en el presbiterio, excesivamente iluminado por una batería de reflectores, con una mesa de madera al centro. Había dos velas, dispuestas en soportes de plástico. Detrás del altar, sobre unos escalones (es decir, más alto que el altar), la silla del cura.
Las mujeres de la parroquia iban y venían subiendo y bajando del presbiterio, conversando, mientras acomodaban los elementos para celebrar la Misa como si estuvieran en la cocina de su casa ordenando los cacharros. El cura salió en estola a celebrar, saludando a las cinco personas que estábamos como quien te saluda por la calle. Todo lo que hacía, decía y recitaba iba para la gente, nos miraba como si nosotros fuéramos el centro de la "función". Usaba un cuadernillo en lugar de Misal, e improvisaba la mayoría de las oraciones. De hecho repitió la fórmula de la Consagración porque la había dicho mal.
Yo no conocía estos detalles. No sabía qué era un presbiterio, ni recordaba desde la primera comunión qué era lo que llevaba al cuello.
Pero sí me quedó la impresión de que lo que estaba aconteciendo era como un show, un espectáculo. Ni hablar de los cantos, las zambas bailables. Sólo tuve fe en el Sacramento, me preparé a recibirlo, luego dí gracias y me fui. Ese día toqué fondo.
No sabía si yo estaba mal, o si los demás estaban mal. Al final me hicieron creer que yo estaba mal; me sentí desamparado por la Iglesia y casi la abandono, elucubrando la posibilidad de pasarme a la Ortodoxia. Por alguna gracia de Dios no lo hice.
Al contrario, me puse a investigar: empecé a ver videos en YouTube de las Misas del entonces Papa Benedicto, para intentar comprender por qué allá las cosas eran tan diferentes. No era una cuestión de dinero (la zona en la que vivo es de nivel adquisitivo relativamente alto), aunque usaban una patena de plastiloza y un cáliz de madera.
Y con las sugerencias de YouTube apareció la Misa tradicional. No podía creer lo que veía. Estuve días y días -semanas, tal era mi hambre espiritual- viendo videos, leyendo páginas y blogs de lefebvristas (que no sabía ni qué eran) y leyendo sobre el Vaticano II, las reformas litúrgicas, etc.
Leía y veía videos sobre la Misa tradicional, y luego iba a Misa "nueva" y las cosas me parecían totalmente subvertidas. No sabía qué hacer. En un primer momento casi tomo la decisión de irme a una capilla cercana de la FSSPX,pero finalmente, por cuestión de conciencia, no lo hice. No pude resistir aquel sermón en la primera Misa cantada que fui, en la que el cura denostaba y denigraba a mi tan querido Benedicto. Me levanté y me fui. No volví más. (Aunque luego he tenido varias veces la tentación de hacerlo).
¿Qué me quedaba? Indagando sobre liturgia, descubrí que existían las liturgias orientales católicas! Me fui para ese lado. Gracias a Dios en Buenos Aires, por la diversidad migratoria, se instalaron diversas colectividades orientales y con ellos trajeron sus curas (armenios, maronitas, bizantinos rusos, ucranianos y rumanos, etc.). Fue mi escapatoria. Y entonces conocí a otros que estaban en la misma.
Por amigos en común que fui haciendo por el camino, encontré lefes, lefes arrepentidos, sedevacantistas, neocones de toda especie y color... Y por sobre todo, sacerdotes y religiosos anti cualquier cosa relacionada con la Misa tradicional.
Luego del impacto que me causó la Misa tradicional -que me convirtió en un temproal apologeta del filo-lefebvrismo-, logré llegar a una madurez espiritual. Es difícil hablar con otros jóvenes y con sacerdotes sobre este tema. El prejuicio es brutal. Aún algunos sacerdotes más conservadores se niegan a hablar del tema; y sé de otros que han sido marginados y son parias por celebrar la Misa. Y hablo de sacerdotes, frailes (no precisamente de la Inmaculada, pero también) y monjes.
Y del lado de la Misa tradicional también andan mal las cosas. Los grupos Una Voce, Juventutem, etc., nuclean muchas veces -no siempre, pero sí usualmente- a filo-lefebvristas, a gente que no está convencida de la plena validez de ambas formas, etc. Tuve mi experiencia con ellos, pero abandoné ante la instrumentalización e ideologización que practican sobre la Misa o sobre la fe.
Así que ahora soy un católico "independiente". La Misa tradicional oficial del Arzobispado (que dispuso Bergoglio) es insalubre, con un cura que parece odiar a la gente que se acerca; los curas no quieren saber nada con celebrarla porque sus pares los marginan. Los obispos -con raras excepciones- no se juegan ni un pelo.
Sin embargo recuerdo en la Peregrinación de Nuestra Señora de la Cristiandad (que se hace todos los años, durante tres días, hasta el Santuario Nacional de Ntra. Señora de Luján), en la cual se celebra Misa tradicional todos los días, cómo, cuando se celebró la Misa en el altar mayor de la Basílica, los curas ajenos a la peregrinación (que estaban confesando)se acercaron a mirar y a escuchar lo que estaba sucediendo... Tres de ellos eran jóvenes y veía sus caras absortas, sonriendo a momentos, quizás comentando alguna cosa de lo que veían entre ellos. Les gustó, estoy seguro, pude verlo en sus caras. Han comprendido el Misterio desde el silencio y la contemplación (algo que lamentablemente la gran mayoría de las Misas "nuevas" se incluye poco y nada).
Maricruz, gracias por este espacio que nos das a los jóvenes también. Es difícil lidiar con los extremos, pero siempre has sido un gran ejemplo de sano equilibrio. Mi hambre espiritual no es moda; no es algo pasajero, es algo que llegó para quedarse para siempre.
Y la tarea que me asigné ha sido esa: difundir y hacer conocer la Misa tradicional, independientemente de ideologías o sectarismos. Siempre pienso en aquellos que no tuvieron la gracia que Dios me dio, y ahora andan vagando si rumbo...
Saludos.
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Jerónimo, gracias por tu testimonio, confirma mi experiencia.
Dios te bendiga.
Lo que sí añoro cada día más es que las Misas de hoy (sean en cualquier rito) tengan más solemnidad, más misticismo, que en ellas uno realmente se sienta cerca de Dios y salga con verdaderas ganas de ser Santo.
En fin, pienso que no basta con cambiar un rito por otro; mientras no tengamos sacerdotes más entregados a Dios no tendremos Misas con mayor unción.
Conozco religiosos que sufren mucho por esto. Y a partir de ese sufrimiento, sobre todo de los que no somos tan santos, muchas veces puede salir rencor y hasta odio.
Por eso, cuando leí esto que se le atribuye al Papa de que la MT es "una moda", me quedé muy triste. Aunque en el fondo uno ya sabe que piensan así. Uno igualmente respeta la función del Papa, etc., pero la sensación de abandono -o de no acompañamiento- es muy triste.
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Lo se,Greg, se que es triste esa sensación pero te admiro por ser justo y mantenerte en fidelidad.
Agradecería que explicara más qué quiere decir cuando afirma que la esencia de la Misa tradicional es la ortodoxia.
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Enrique, es muy probable que haya utilizado un término inapropiado por lo que agradezco me de la oportunidad de explicarme.
Cuando me refiero a la ortodoxia de la misa tradicional quiero decir que en ella está tan pero tan clara la doctrina y la teología del sacrificio redentor de Cristo que resulta imposible confundirse.
El novus ordo, celebrado dignamente, expresa también claridad doctrinal y teológica sin embargo la misa antigua es contundente.
Es difícil expresarlo. Lo que siempre recomiendo es conocer ambas formas del rito. Es lo ideal.
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David,
Era necesaria su aclaración. Lo importante es celebrar la misa con dignidad.
Qué confusión.
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Vaya aunque sea por curiosidad, Gregory. Ya nos contará sus impresiones.
Gracias otra vez MAricruz, que Dios te bendiga.
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A ti, Adriana, es importante que se conozca que existen personas como tu.
Bendiciones.
Yo desde que voy en mi ciudad a ella, vivo verdaderamente el sentido de sacrificio propiciatorio de la Santa Misa. No voy porque me parezca una moda, sino porque creo que la fe católica adquiere ahí una profundidad y belleza que, aunque antigua, parece siempre nueva.
Y no quiero decir, entiéndaseme bien, que la Santa Misa según el Novus Ordo, a la que sigo acudiendo también con devoción, no tenga ese significado. Digo sólo que lo percibo con muchísima más claridad en la Misa según el Rito Tradicional.
Por otro lado, también la forma extraordinaria tiene su uso (el previsto en la norma de la Iglesia y su abuso. Los lefebristas y sedevacantistas y demás celebran Misa según la Misa tradicional, y muy ortodoxos no es que sean, me parece.
Por cierto, no es el Novus Ordo Missae: el Magisterio no habla de Novus Ordo o Vetus Ordo, sino de forma ordinaria y forma extraordinaria. La denominación Novus Ordo la suelen usar los tradicionalistas con sentido despectivo. Puede verse aquí:
en.wikipedia.org/wiki/Mass_of_Paul_VI
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Enrique, pues lo que dices deja en evidencia lo poco familiarizada que estoy con tantos usos que se da a los términos. Gracias por la información.
Tras la muerte del Papa Francisco la Iglesia vivirá nuevos aires. Por edad es el último de los Papas que conocieron los dos ritos.
El Papa que lo sustituya habrá conocido de niño solo el rito ordinario, y entonces será cuando la Iglesia pueda empezar a hacer un balance desapasionado releyendo el concilio.
El espíritu del concilio, es decir, las aspiraciones de quienes lo vivieron morirán con ellos. Entonces ya solo quedarán los textos pero no la memoria ni los respetos humanos.
Entonces hablarán los textos. Y si éstos soportan la forma ordinaria ésta podrá seguir. Pero si no lo soportan le veo poco futuro. Aunque ordinario es nuevo y todo lo nuevo envejece pronto. Lo que no sé es si envejecerá mal. Es decir, si llega el día en el que la Iglesia decidiera volver al rito extraordinario ¿los católicos aceptarían tan mansamente el cambio como los católicos de los años 60 aceptaron la forma ordinaria?
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En lo personal prefiero actuar desde lo que existe.
Saludos, Gustavo y gracias por su comentario.
He leído sus comentarios y tengo algo que compartir.
mi experiencia con la misa actual ha sido muy buena, tuve la suerte de participar de joven de un grupo que se preocupaba bastante de hacer la misa bien - como se debe.
Uno de los momentos más importantes de mi conversión fue participar de una misa, en dónde el sacerdote hizo una misa con total solemnidad, recitando el rito 3 (me parece) del misal actual... totalmente concentrado en lo que decía, recorriendo desde la creación del mundo hasta el momento en que Jesús "amó a los suyos hasta el extremo, así, antes de entregar su vida por nosotros tomo el pan, dándote gracias se lo pasó a sus discípulos diciendo...." En ese momento entendí en lo profundo de mi ser el sacramento de la eucaristía y la amé.
He visto partes de una misa tradicional y la verdad no me gusta porque no entiendo lo que dice el padre.
Hay veces en que tengo que participar de Misas "sin todo el rigor" y solemnidad que se debe y me da pena, lo admito, pero lo considero falta del celebrante y DE LA COMUNIDAD, que no ponen el esfuerzo y/o no entienden el valor de una misa bien hecha.
A los que les pasa lo mismo les recomiendo buscar grupos que se esfuercen en hacer la misa como se deb, por ejemplo en Lima he encontrado dos grupos: los sadálites y pro eclessia; se que hay otros (debe haberlo)
Yo creo que la preocupación de los que obstaculizan de un modo u otro la forma extraordinaria es precisamente que "se convierta" en una moda, no tanto que lo "sea", ya que en este momento no sabemos si es algo que será popular "durante algún tiempo" o "durante todo el tiempo".
Los obstáculos deberían ser precisamente la prueba de si es o no una moda. Cuando uno quiere probar si un niño realmente quiere ser futbolista, se lo pone difícil, a ver si se rinde. Si yo estuviera en un puesto directivo de la Iglesia, haría eso.
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Es un buen punto el que expones, DavidQ.
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Bueno, Luis, eso es lo que hay. Siempre te ha resultado difícil aceptar la realidad.
Saludos,
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Padre Ricardo, es de agradecer su testimonio. El padre Sixto en mi país también ofrece las dos opciones para comulgar y el 99% de las personas optan por comulgar de rodillas y en la boca.
Por otro lado, considero que debido a que varios grupos que se han formado a propósito del Motu Proprio Summorum Pontificum se han contaminado de ideas filo-lefebvristas y es fuerte la tentación del sedevacantismo, que incluso seduce a muchos jóvenes que ingresan a estos grupos. Dejé de frecuentar grupos como Una Voce porque vi y escuché cosas semejantes. Además he podido constatar en mi experiencia que a muchos de ellos les preocupa más la forma que el fondo, aman más el incienso, los vasos sagrados y los ornamentos bordados en oro que cultivar una vida santa y generosa al servicio de Dios, de la Iglesia y de los hermanos. Mucho chisme, calumnia, difamación me tocó presenciar en algunas personas, incluso escuchar cosas peores que las que he escuchado en grupos más "progres". Eso es lo que le molesta al Papa, la fuerte tentación de fariseísmo que surge en algunas personas que rondan ambientes tradicionales. Cito la parte final de la declaración del Obispo checo sobre los dichos del Papa: "...considero de una gran importancia profundizar en las cosas, porque si no profundizamos, ni esta forma litúrgica ni la otra nos pueden salvar".
Finalmente, recordar que la finalidad segunda del Motu Proprio, en palabras de Benedicto XVI, es "enriquecer mutuamente ambas formas del rito romano", por lo que sería muy saludable que en la forma ordinaria se recupere la piedad, el fervor, el vivir la Eucaristía con un verdadero espíritu de unión con Jesucristo y con la Iglesia, y recuperar la recta formación del sacerdote a los fieles en las homilías. Así se podrá asistir regularmente a Misa en la forma Ordinaria sin sentir desagrado ni constatar heterodoxias o heteropraxis. Un modelo de celebración en la forma ordinaria puede ser la Misa que se celebra en EWTN, o bien la Misa que celebran los sacerdotes del Opus Dei. Sin ser yo de la Obra, frecuento una parroquia regida por sacerdotes de la Prelatura del Opus Dei que celebran muy bien la Santa Misa y predican de manera recta, y además uno los ve tratar a las personas amablemente, con cercanía y sencillez. Esa puede ser una buena alternativa para participar habitualmente en la forma ordinaria.
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Felipe, es cierto, creo que si la FSSPX hubiese aceptado el preámbulo la cosa hubiese tomado otro rumbo. Ahora creo que dichos grupos están todavía más radicalizados.
Respecto a su tercer párrafo, lo que dice es precisamente lo que exponemos tantos que abogamos por una liturgia celebrada dignamente.
“…no es el Novus Ordo Missae: el Magisterio no habla de Novus Ordo o Vetus Ordo, sino de forma ordinaria y forma extraordinaria. La denominación Novus Ordo la suelen usar los tradicionalistas con sentido despectivo”
Sin embargo, una simple búsqueda en el sitio vatican.va de la expresión “Novus Ordo” muestra 48 resultados y la fórmula “Novus Ordo Missae” 12. Unos ejemplos:
- Se la prima editio typica del Messale Romano post-tridentino nacque per attuare i decreti di quel concilio ecumenico, quattro secoli più tardi[6], in ossequio alla richiesta di riforma liturgica fatta dal concilio Vaticano II, venne alla luce il Novus Ordo Missae.
- El Novus Ordo ha cambiado la estructura de desarrollo de los Ritos de Conclusión, sea invirtiendo el orden entre despedida y bendición, sea eliminando la oración Placeat y el último Evangelio. El añadido que este hace consiste en cambio en la indicación del IGMR, n. 90/a, que prevé la posibilidad de dar breves avisos al inicio de los Ritos de Conclusión (8). Otro añadido (tomado de la praxis antigua) es la posibilidad de utilizar fórmulas de bendición más solemnes.
- Creazione di due nuove congregazioni e promulgazione del «novus Ordo Missae» e del Calendario Romano (28 aprile 1969)
¿Acaso el sitio vatican.va está infiltrado por tradicionalistas que usan la fórmula con “sentido despectivo”?
Saludos.
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Martin, Enrique lo que ha querido es hacerme ver otra perspectiva y lo entiendo y agradezco. No hace falta que traigas sarcasmo a la conversación.
- antiqua forma
- extraordinaria expressio
- Vetus Ordo
El siguiente artículo esclarece lo que Enrique oscurece o malentiende:
rorate-caeli.blogspot.com/2014/02/terminology-what-is-official-name-of.html
Saludos.
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Gracias, por la información Martin. Comprendes que esta entrada no se trata de venir a discutir?
Saludos.
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Podrías intentar hacerlo con caridad? Es decir, haciendo caso omiso de la ignorancia de la que tantos participamos. Martin, piensa nada más de qué te sirve tanto conocimiento si lo presentas con arrogancia?
El problema es el mismo del pecado original, el mal uso de la libertad para desagradar a Dios.
Ambas formas son legítimas, y ambas deben ser por igual defendidas de los abusos.
No le pido a Martin Ellingham qye responda con caridad, no aspiro a tanto. Mis pretensiones son más modestas: le pido que responda con un poquito de sentido común.
Es obvio que la Iglesia ha usado el término Novus Ordo, pero eso era hasta que se aprobó el uso de la forma extraordinaria. Antes de ese momento la Misa de S. Pío V simplemente no se podía usar (con ciertas excepciones). No era forma extraordinaria: era forma antigua.
¿Quieres una prueba, Martín? Haz otra vez esa búsqueda en el sitio del Vaticano y además ordénala por fechas. Verás que ¡¡¡desde 1969!!! no lo usa ningún Papa. En 2010 lo usó dos veces el Oficio para las Celebraciones Litúrgicas. Y nada más. Juan Pablo II la usó dos veces pero no para hablar de la liturgia, sino en otros contextos.
El blog de Rorate Coeli está muy bien, pero tiene un fallo. Y es que da demasiada importancia a los hechos que le interesan y niega los que no cuadran con su objetivo. Dicho de otro modo, parece que tiene un prejuicio y lo aplica.
Por supuesto que no es oficial la expresión "forma extraordinaria". Pero es indudablemente la que prefiere el Magisterio de la iglesia con diferencia. Y el Papa Benedicto XVI, que habló de forma extraordinaria decenas de veces, tiene algo ue decir en esta cuestión, ¿no crees? Porque haces esa búsqueda en el sitio web del Vaticano y aparecen DECENAS DE VECES, pero eso, Martín, te lo callas. De hecho, es LA ÚNICA que usa el Magisterio después del M.P. Summorum Pontificum. Pero eso, por lo que se ve, no te afecta demasiado.
La misma expresión "Misa tradicional", tan querida a los lefebristas y demás, contiene una trampa. Y es la pretensión de que son ellos los únicos que celebran Misa de acuerdo con la Tradición de la Iglesia. Con esa expresión insinúan que la forma ordinaria no es tradicional.
Por eso Benedicto XVI dejó muy claro que son dos formas del mismo rito: "Se trata, más bien, de un doble uso del mismo y único Rito" (Benedicto XVI, Carta a los Obispos). El Misal de Pablo VI también es tradicional, en este sentido. No hubo ruptura, son evoluciones legítimas en el uso de la única liturgia romana.
Esto, por supuesto, no lo admiten los así llamados "tradicionalistas". Para ellos hubo ruptura. Por eso insisten en el uso de la expresión "Misa tradicional" para contraponerlo al "Novus Ordo".
El caso es que con los miembros de la FSSPX las diferencias no son solo en la cuestión de la Misa, sino en cuestiones doctrinales de fondo.
Una es precisamente la que aquí estamos tratando, la de la Misa, pues consideran que la forma ordinaria es ilegítima.
Pero hay otras muchas. Por ejemplo, la cuestión de la libertad religiosa.
Hay quien dice que no existen los cismas puros, que en realidad son cuestiones doctrinales. En el caso de los lefebristas se ve muy claro. No es un cisma, las diferencias son doctrinales.
Creo sinceramente que hay que estar presente con todo el ser en la misa. Comparto lo que dice el Papa Francisco, “hay que ir al fondo de las cosas, porque si no vamos al fondo de las cosas, ninguna forma litúrgica nos salvará, ni una ni otra»".
Creo que ir a misa a ver que bien o que mal se celebró o a estar pendiente de que bien o que mal me sentí las considero tentaciones que trato de evitar, en el rito que sea. Y si no lo logro pido perdón a Dios por mi dispersión.
Bendiciones en el Amor de los Dos Corazones.
ALLA RICERCA DI UNA “MISSA ANTIQUA”
SEVERINO DIANICH
Da quando si è avviata la promozione di una legittima celebrazione dell’eucarestia con il rito tridentino, si è introdotto l’uso di denominare quel rito “La Messa Antica”. Ogni parola ha il significato che le vuol dare chi la pronuncia e, se dicendo “antica”, si intende indicare semplicemente la forma rituale precedente alla riforma liturgica voluta dal concilio Vaticano II, non c’è problema. Se però si volesse intendere che il rito del concilio di Trento corrisponde alla forma più antica, quella con cui si celebrava la Messa prima del Medioevo e dell’avvento della modernità, l’espressione verrebbe a falsare la realtà storica. Il messale di Pio V è un’opera moderna. Fu pubblicato, infatti, il 14 luglio 1570, nel pieno degli eventi che caratterizzarono l’insorgere della modernità, dopo la fioritura della cultura umanistica, nell’emergere di una sensibilità individualistica, in stretto rapporto con il dramma della Riforma. E’ vero che la commissione che ne ha curato la redazione intendeva ricondurre la liturgia nelle forme rituali della chiesa romana antica ed, effettivamente, ha realizzato un’opera di sfrondamento di infinite sovrastutture che nel frattempo vi si erano introdotte.
A giudizio, però, del grande storico della liturgia eucaristica, Joseph Andreas Jungmann, “questa mèta così elevata non venne raggiunta che in piccola parte”. Che avesse costituito un desiderio dei Padri del Tridentino, secondo Jungmann, “appare chiaro dal fatto che già nel 1563, quando ancora si progettava di occuparsi della correzione del messale nel concilio stesso, un manoscritto vaticano del Sacramentario Gregoriano venne fatto venire appositamente da Roma a Trento. E non si trattava di uno slancio isolato, ché anche la commissione si è preoccupata di studiare le fonti antiche”. Però, aggiunge il nostro storico, “non ci si poteva aspettare che una commissione di pochi uomini, chiamati ad un lavoro pratico potesse venire in possesso, in un paio di anni, di quelle cognizioni storico-liturgiche che erano destinate a maturare per la cooperazione di molti solo nel giro di parecchi secoli” (Missarum Sollemnia, I, Marietti, Casale M. 1953 (ed. orig. presso Herder 1948), 117. Questo risultato, infatti, allora desiderato, è stato felicemente raggiunto proprio dalla riforma promossa dal concilio Vaticano II.
E’ anche interessante osservare che il concilio di Trento nel decreto dottrinale sul sacrificio della Messa, pur dichiarando che “non è sembrato opportuno ai Padri che si celebrasse in lingua volgare”, si è seriamente preoccupato, usando le belle espressioni bibliche, che “le pecore di Cristo non abbiano a soffrire la sete ed i piccoli non debbano chiedere pane e non avere alcuno che glielo distribuisca”. Per questo si dava mandato ai pastori e a coloro che hanno cura d’anime di “spiegare di frequente, essi stessi o qualcun altro al loro posto, durante la celebrazione della Messa, qualche parte di ciò che nella Messa viene letto” (Sessione XXII del 17 settembre 1562, cap. VIII).
Le circostanze per le quali a quel tempo era sembrato ai Padri non opportuno che la celebrazione avvenisse nelle lingue parlate, dopo quattro secoli, sono profondamente mutate, per cui il Padri del Vaticano II hanno ritenuto opportuno ciò che al tempo del Tridentino non lo era, recuperando così davvero la grande tradizione antica, che ha visto i cristiani di Roma celebrare in greco e solo più tardi, nel terzo secolo, adottare il latino, mentre in Grecia si celebrava in greco, in Siria in siriaco, in Armenia in armeno, e cosi via. Questa era la tradizione della chiesa antica. Trovo per questo molto significativo che l’Istruzione della Commissione Ecclesia Dei del 30 aprile scorso, al numero 26, abbia disposto, per coloro che lo useranno, una deroga alle rubriche del Messale Tridentino, permettendo di abbandonare il latino per fare le letture bibliche nella lingua dei fedeli. Al di là dei loro gusti rituali, è evidente che nessun maggiore vantaggio spirituale essi potrebbero ricavare ascoltando la Parola di Dio in una lingua che non comprendono. E’ difficile, invece, non sentir dispiacere per la perdita che essi vengono a subire, non potendo godere di quella “lettura della sacra Scrittura più abbondante, più varia e meglio scelta” (SC 35) che viene offerta dal nuovo Lezionario. Dal punto di vista dei gesti rituali, nella proclamazione della Parola di Dio, i cristiani dell’epoca antica non solo mai hanno visto ma anche, se l’avessero visto, se ne sarebbero molto meravigliati, il sacerdote leggere i testi dal messale invece che dal lezionario, sull’altare invece che all’ambone, o il diacono cantare il vangelo rivolto contro la parete invece che verso il popolo. Basti pensare che sino alla fine del Medioevo per la lettura biblica si costruiscono gli amboni. All’inizio del Trecento Giovanni Pisano, per la proclamazione del vangelo nella cattedrale di Pisa, crea quell’opera magnifica e tutt’oggi ammiratissima del “pergamo” (così lo chiamarono, dalla corrispondente espressione greca, i pisani, perché ha la forma di una torre rotonda, simile a quella dell’ambone della Haghia Sophia di Costantinopoli). Quando, ora che si è ripristinato l’uso antico, l’assemblea dei fedeli, volgendo lo sguardo verso l’alto, vede apparire lassù, durante il canto dell’Alleluja, il primo filo d’incenso del turibolo fumante e poi i lumi dei ceri portati dagli accoliti, quindi l’evangeliario d’argento tenuto alto dal diacono e, in fine, la persona del diacono che si erge sul parapetto dell’ambone per il canto del vangelo, è difficile che ci si sottragga ad un brivido di emozione. La Parola della nostra salvezza scende dall’alto e ci investe: “Come infatti la pioggia e la neve scendono dal cielo e non vi ritornano senza avere irrigato la terra … così sarà della parola uscita dalla mia bocca: non ritornerà a me senza effetto” (Is 55, 10s).
Questa era l’antica liturgia della Parola, vissuta dal popolo con grande emozione: Paolo Silenziario, descrivendo la basilica della Haghia Sophia di Costantinopoli, nel suo poema recitato davanti alla corte il giorno dell’epifania del 563, ci racconta che si dovette transennare la solea che congiungeva l’ambone all’altare, perché quando “colui che annunciò la buona novella” tornava sui suoi passi “sollevando il libro d’oro”, la folla gli si gettava addosso “per appoggiare le labbra e le mani sul Sacro Libro” (M.L.Fobelli. Un tempio per Giustiniano. Santa Sofia di Costantinopoli e la Descrizione di Paolo Silenziario, Viella, Roma 2005, 113). Per indicare poi solo alcuni particolari dell’evoluzione delle forme rituali, è interessante osservare che in epoca antica mai il sacerdote trovava già posti sull’altare il pane e il vino dell’offerta, che invece i fedeli portavano all’altare accompagnati dal canto per l’offertorio (Jungmann II, 24s). La recitazione del Canone sottovoce è una tradizione che nasce e si sviluppa solo col trapianto della Messa romana in terra
franca (Jungmann II, 108). E’ diventata celebre nella spiritualità liturgica moderna la frase: “Surgit solus pontifex et tacito intrat in canonem” (Si alza solo il vescovo ed entra, in silenzio, nel canone), ma si tratta di una norma introdotta solo all’epoca di Carlo Magno, per modificare la diversa prassi antecedente. I fedeli hanno sempre, per tutto il primo millennio, ricevuto la comunione all’altare e in piedi. Solo nel secolo XIII appare l’uso di stendere fra l’altare e i fedeli una tovaglia, sorretta da due accoliti, mentre la costruzione delle balaustre non compare prima del XVI secolo (Jungmann II, 282). Assai prima, anche se in alcun modo in epoca antica, cioè nel IX secolo, in pieno Medioevo, iniziò l’uso di dare la comunione in bocca, invece che sulla mano del fedele (Jungmann II, 286).
Sull’altare in epoca antica non solo non c’era il tabernacolo eucaristico, che non vi
compare mai prima del XV secolo, ma neppure vi si collocavano, né i corpi dei martiri, né le immagini del Signore o dei santi. Fu proprio la collocazione dell’urna
con il corpo di San Dionigi sopra, invece che sotto, l’altare di Saint Dénis, fuori Parigi, nel XII secolo, a dare inizio ad una forma di altare in cui la mensa si riduceva ad una forma stretta e lunga e tale da non permettere più di celebrare rivolti verso il popolo. A Roma, invece, l’uso antico non è mai stato abbandonato e in San Pietro, ancora nel 1594 papa Clemente VIII consacrava l’altare, attualmente sovrastato dal baldacchino del Bernini, sul quale da allora fino ad oggi (così come accadeva sul precedente altare di Gregorio Magno e poi su quello che gli viene sovrapposto nel 1123 da Callisto II) il papa ha sempre celebrato rivolto al popolo. Per indicare un ultimo caso, l’uso di leggere il prologo del vangelo di Giovanni come rito di benedizione, nato dall’ammirazione per la bellezza e l’importanza di questo testo, inizialmente aveva suscitato preoccupazioni per la possibile deriva verso pratiche superstiziose e solo nel 1200 troviamo la prima documentazione della concessa licenza di recitarlo alla fine della Messa (Jungmann II, 334-337).
Queste osservazioni non intendono avanzare l’idea che nella tradizione liturgica della chiesa ci siano epoche buone ed epoche cattive, forme celebrative autentiche ed altre spurie. Ciò che è vero è che ci sono forme di vita cristiana più corrispondenti ai bisogni del proprio tempo ed altre, valide al loro tempo, ma meno capaci di rispondere alle esigenze del presente. La riforma liturgica del Vaticano II ha voluto disegnare una forma della liturgia che risponda al bisogno della chiesa di superare l’individualismo dei cristiani e di far loro godere la bellezza della comunione, nella partecipazione comunitaria di tutti all’azione liturgica, per poi viverla nella prassi della comunità e della sua solidarietà con i bisogni di tutti gli uomini. Con questa intenzione era naturale dirigere lo sguardo alle forme liturgiche della chiesa antica più che a quelle fissate dalla riforma tridentina in epoca moderna. Come abbiamo visto, infatti, osservando l’evoluzione storica dei riti, dovremmo definire il rito tridentino come la “Missa Moderna” e non “Missa Antiqua”. Così come abitualmente facciamo per la spiritualità diffusa dal Trecento fino all’epoca tridentina, che tutti chiamano la “devotio moderna”. Era una spiritualità fortemente contrassegnata da una sensibilità individualista, piuttosto che dalla dimensione comunitaria. Non è questa, forse, la differenza più evidente che corre fra la liturgia tridentina e quella nata dal concilio Vaticano II? Al punto di partenza dei Padri conciliari era la visione della chiesa, viva per l’unità di tutti, come corpo di Cristo, nel popolo di Dio: “Dio volle santificare e salvare gli uomini non individualmente e senza alcun legame tra loro, ma volle costituire di loro un popolo”. Questo popolo è “costituito da Cristo per una comunione di vita, di carità e di verità” e in tal modo è “per tutta l'umanità il germe più forte di unità, di speranza e di salvezza” (LG 9).
Agradezco a Enrique el ejercicio de la cardiognosia que practica con su preciso caritómetro. Confieso que me es imposible imitarlo.
Saludos.
Yo no he empleado en estos comentarios la expresión Misa Tradicional. He citado una entrada del blog Rorate Coeli porque allí se exponen la distintas denominaciones del también llamado Rito Gregoriano. Pero eso no me hace solidario de la totalidad de su contenido.
Hacer amalgama de ideas y personas es una forma de falacia ad hominem, creando "hombres de paja". Es un fenómeno muy humano -nadie puede tirar la primera piedra- pero lo veo cada día más en los territorios de un marquesado conocido...
Saludos.
Lo cierto es que al finalizar salimos todos con una felicidad desconocida y sobrenatural.
Sólo allí se entiende la "actuosa participatio", simplemente porque no existe la tensión de ver qué novedad creativa tendremos, o la incomodidad de escuchar cantitos medio zonzos. Allí no hay nada mundano que hacer, sólo rezar y ser testigos del Santo Sacrificio del Altar.
A veces vamos a nuestra vieja parroquia, sólo por nuestro amor al cura y una enorme deuda con él. Ojalá que algún día se decida y celebre al menos una vez por Domingo según el Vetus Ordo.
Eso sería maravilloso.
La cual, por cierto, no es Magisterio. Es una frase que un Obispo pone en boca del Papa en una entrevista. Aunque es de suponer que sea cierta, el Papa se la dijo a un Obispo en una conversación privada.
Pero yo te he citado una expresión (la expresión forma ordinaria) que no se sobreentiende en un texto, sino que se usa ampliamente (y exclusivamente) en el Magisterio del Papa.
Ánimo, Martín, yo no pido para ti dones extraordinarios del Espíritu Santo, sino uno ordinario: el de entendimiento, del cual pareces escaso.
Púdrase con su manejado y direccionado churro de blog.
Lo dije por dos razones:
a) Para hacer ver que el uso de un término u otro no es indiferente, hay todo un contexto detrás de cada término. El Magisterio es sensible a ese contexto, cosa que se ve que no te ocurre a ti.
b) Para hacerte ver que ese autor o no es sensible al contexto o tiene una capacidad cortita de analizar los problemas.
Me parece que de esto último hay bastante: por ejemplo cuando dice que si no se usa la expresión forma extraordinaria los sacerdotes serían bi-rituales (legalmente). Para sustentar su afirmación dice que los sacerdotes bi-rituales son verdaderas excepciones y claro, el Papa debía evitar hacer general lo que es excepción, y el modo de evitarlo es llamar forma extraordinaria a la Misa de S. Pío V. Todo un razonamiento, el de este señor.
Y lo más divertido es que tú, Martín, citaste a un autor con esta capacidad de análisis como autoridad intelectual.
Pues espero que no nos pongan muchas más pruebas...!!
Cómo si ya no hubiera suficientes dificultades a la hora de introducir una misa tradicional en cualquier lugar...
O a la hora de ampliar horarios o días.
Le estoy enviando un email a su correo en Yahoo. Si no lo encuentra, tal vez el yahoo lo haya enviado al Spam, ¿podría por favor buscarlo allí? Muchas gracias.
Saludos cordiales.
GGVB.
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Gabriel, acabo de desechar muchos correos spam y es probable que haya tirado el tuyo porque hasta ahora veo tu mensaje. Si no te he respondido para mañana mejor lo envías de nuevo.
Me atrevo a intervenir, con tu permiso, porque yo tambien he asistido recientemente a una misa tradicional.
Una no-creyente yendo a misa y a una en latin? si.
Resulta que estas navidades mis tias abuelas fueron un domingo a Edimburgo y como siempre quieren que me convierta (ellas son muy piadosas, digamos que no ven con muy malos ojos a Mn. Lefebvre) y me invitaron a ir a "una misa en latin", y yo como tenia curiosidad fui.
Bueno, la impresion es que es ... impresionante. No me entere de casi nada, tambien es cierto, aunque habia hojas con ... es que no se como decir, como si fueran instrucciones para seguir la misa. Pero es que yo diria que no hacia falta del todo, la soleminidad y la majestuosidad, con los celestiales cantos y el profundo y sublime organo ... creaba un halo que por fuerza llamaba a la trascendencia. Toda una experiencia. Me llamo la atencion dos cosas, la presencia asi es, de jovenes y la impecable vestimenta de los asistentes.
Y dice Luis:
La tradición es moda y la moda (guitarra, globos, espontaneidades) se ha vuelto tradición.
Qué confusión
Yo diria que no es confusion, es que el pendulo ha hecho un movimiento mas. Y no por algun determinismo inscrito en la historia, sino por simple cansancio de lo habitual. Por lo visto, los seres humanos somos asi.
No lo tomes porfa como una frivolidad, no lo es. luis, me encantan casi siempre tus comentarios y no me los pierdo siempre que te veo. Conversar contigo seguro que siempre tiene que ser muy muy provechoso.
Saludo, buen debate
Antes bien se debe luchar por asentar a esos que muestran interés, afirmar su sentido de lo sacro (que brilla por su ausencia en el orbe católico con abusos al por mayor), y así crezcan espiritualmente.
Y mediante eso, las futuras generaciones cuenten con padres que aman la liturgia y los eduquen en ello.
[editado] Ya mismo, puedo decir que es una lección Divina para todos aquellos que piensan que con novedad y creatividad antilitúrgica (y anti CVII, si se quiere) "atraerán a jóvenes" y olvidan que es Cristo quien atrae a todos desde la cruz.
Salu2. Paz y Bien.
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Por favor, cuide sus palabras, Eagleheart. Gracias
[editado]
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Catholicus, bien dije que no permitiría una sola palabra en contra de nadie.
algo más que no puedo definirlo.
¿Acaso no nos merecemos ser misericordeados?
¿Porqué entonces no permiten la forma extraordinaria al menos en las Catedrales para que podamos ir?
¿Ni siquiera reunimos las condiciones de "periferia existencial"?
Cuanta charlatanería vacía... cuanta palabrería sin contenido real... ¡Así estamos!
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Pero no me digas que todo esto te ha hecho una persona más fuerte? Te ha hecho fuerte y firme y probablemente también más humilde. Todo eso ya es ganancia, estimado Argento
No se cuántos de los que expresan su disgusto se tomaron de leer el enlace del principio.
Dando por bueno, que habló lo que habría hablado, lo dice, no en sí de la forma extraordinaria, a la que no califica de moda, sino de los jóvenes que van a ella: eso sería la moda, ya que no puede decirse que lo hagan por nostalgia.
Aún asi, agrega que a ellos hay que mirarlos con paciencia y benevolencia.
Ahora bien, si Francisco reconoce que se equivocó con los carismáticos católicos: ¿porqué no puede errar también en esto?. Es decir errar sobre estos jóvenes.
Con caridad y humildad bien se le puede dar a entender, con confianza, que lo que es de Dios, tendrá tropiezos, pero se sostendrá.
De San Francisco de Asís se cuenta que corrido por un obispo, que lo echó por la puerta, enseguida entró por la ventana, y requerido de su actitud, le contestó que siendo lo que proponía bueno, de cualquier forma quería su aprobación, ganándose su benevolencia.
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Pues esa es la idea, Enrique G.B.A
¿cómo afirmar que es una moda porque nos enteramos de esta misa por internet?
Existe muchísimo prejuicio hacia ella, raro que alguien sepa o hable de ella, es gracias a internet que personas como yo (que nacimos después de que llegara el papa Juan Pablo II) nos enteramos que enseña la Iglesia por los documentos que solo se encuentran en internet, si bien muchos leímos el catecismo, gracias a internet nos enteramos de cosas que ya nadie enseña (Novísimos, fiestas de guardar en el país, abstinencia de carne los viernes, que dice la Iglesia de anticonceptivos y FIV, etc.), no es que estos temas los agarremos de “moda", porque solo nos enteramos de ellos por el internet.
En mi caso nunca fui "cruelmente rechazada", yo pregunte a un amigo diacono a meses de ser sacerdote, si conocía la misa tridentina (por que vi un video de la misa) creí que seguramente en mi ciudad se tendría la misa. El diacono me dijo, que misas así solo con el camino neocatecumental... yo de lo poco que sabía me di cuenta que esa no era la misa tridentina, así que mejor busque por internet.
Un programa para jóvenes en María visión subió un video de ellos en misa tridentina, algunos preguntaban en los comentarios que donde era esa misa, que si existía en su ciudad, alguno más respondió que si se tenía en mi ciudad, yo le pedí me dijera donde y a qué hora era la misa. El chico me paso todos los datos nada más, y un mapa. Para ir invite a algunos amigos. En mi caso no me sentí rechazada, ni corrompida por "adultos fanatizados". Puede ser porque en mi caso, ya existía un lugar con la misa tridentina.
Una amiga de otra ciudad quiso pedir a su sacerdote la misa tridentina, el sacerdote casi le dijo que el latín ya no se usaba y allí si fue rechazada.
Claro, estamos poco formados, un joven regañado por un sacerdote al pedir la misa tridentina, que le dicen “está prohibida”, o algo por el estilo, entra a internet y buscando información puede caer en páginas sedevacantistas.
Pero en realidad en este tema de la misa tridentina, realmente son minoría los que se van a “sectas" o a grupos con “conducta sectaria".
El anhelo de un rito para adorar a Dios, está en toda persona, en ese que ya no va a misa, en el joven que se da cuenta que hay abusos. etc.
No creo que se presente bajo el "apego a una moda"
En el tema de abusos, varios se fueron a las liturgias orientales católicas. Pienso que no basta con cambiar un rito por otro, creo que Dios tiene el derecho de que en este rito dejen de cometerse abusos.
El hambre espiritual no es moda, es triste ver cómo se menosprecia la Misa tradicional.
Como dijeron: "El novus ordo, celebrado dignamente, expresa también claridad doctrinal y teológica sin embargo la misa antigua es contundente.
Es difícil expresarlo."
Opino que todos deben conocer ambas formas del rito, por eso me gusta difundir la Misa tridentina.
Creo que los que tienen que "vencer prejuicios", son los que tienen más de 40, a lo mejor los jóvenes no los tienen, escuchan de la misa y aceptan conocerla y reconocen allí la solemnidad que deberían tener todas las misas: "una felicidad desconocida y sobrenatural.
Sólo allí se entiende la "actuosa participatio". Allí no hay nada mundano que hacer, sólo rezar y ser testigos del Santo Sacrificio del Altar."
generalmente se cree que los hijos no van a entender la misa y no los llevan, que será extraño.
Si nosotros estamos afirmando que esta es una moda. ¿cómo esperamos que se celebre al menos una vez por Domingo en cada ciudad?
la misa tridentina, por su solemnidad y música sacra por fuerza llama a la trascendencia. El "adulto" va una vez y le sorprenderá ver jóvenes y querrá ir bien vestido.
"Decir que la Forma Extraordinaria del único Rito Romano es "una moda" me parece una verdadera falta de respeto"
Pero insisto, suponiendo que el Papa dijo lo que dice el obispo checo, o lo que dicen dijo este obispo de su conversación con Francisco, no se refirió nunca a la misa tradicional como moda.
(Tal vez Maricruz, debiste titular ¿Ir a misa tradicional es una moda?).
Por otro lado es imposible que lo bases en tu experiencia con jóvenes costarricenses por la sencilla razón de que allí, la Misa Tradicional está vetada por los obispos, sólo tenéis la de la FSSPX.
Finalmente, los chicos que se acercan a la Misa Tradicional no acaban en el sedevacantismo ni en grupos sectarios, lo hacen en los institutos Ecclesia Dei o en la FSSPX que no son sedevacantistas.
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Ignacio de Huete,
No le encuentras sentido porque probablemente estabas esperando que dijera que el papa se equivoca. El papa no se equivoca, es una moda, pero quise hacer ver que moda o no, es hecho de la vida el que muchos jóvenes y adultos se sienten atraídos hacia la misa.
En segundo lugar, mi experiencia es tan válida como la de cualquiera sobre todo por el hecho de que han sido los vinculados con la misa tradicional en Costa Rica quienes han favorecido la reciente llegada de la FSSPX algunos de los cuales, sin mucha ayuda, fácilmente caerían en el sedevacantismo.
También me pregunto: ¿que opina la señorita Maricruz del bloqueo que sostiene el arzobispo contra la Misa en su arquidiócesis? ¿es malo acudir entonces a la Hermandad SanPío X?
Saludos en Cristo Nuestro Señor.
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Pedro del Valle,
El Arzobispo tiene un bloqueo contra la misa? No será más bien que ha puesto algunas condiciones que podrían no estarse cumpliendo?
Pregunta usted que si es malo acudir a la FSSPX. Le respondo: me parece innecesario. Existen muchos sacerdotes que celebran el novus ordo con toda dignidad. La FSSPX es totalmente innecesaria a menos que algunos no puedan resistirse a la moda de asistir a sus celebraciones. Es más, la presencia de la FSSPX en Costa Rica es la prueba de que quienes prefieren dichas celebraciones han sido incapaces de un diálogo con las autoridades y confirma el que la forma extraordinaria es antes que LA MISA un medio para su expresar su fanatismo.
No nací sino hasta el 78, es decir nunca en mi niñez, ni adolescencia había visto una Misa Tradicional, ni en el seminario me hablaron de ella, ni asistido a una... no fue sino hasta la publicación del Motu Proprio cuando comencé a conocerla, a amarla y a Celebrarla, un militar que vivía en el Pueblo donde estaba destinado se acerco y me entrego el Motu Proprio y me dijo: "Padrecito, no nos celebra una Misa tradicional?", recuerdo el día como si fue ayer... no sabía que decir, ni mucho menos que hacer, como aprenderla?, de donde sacar el Misal?... lo primero que hice fue leer el motu proprio, una y otra vez... luego, me dije: Esta parroquia tiene 100 años, es decir debe tener un Misal, pero donde???? revolví cielo y tierra, y nada... hasta que un día se me ocurrió, no estará en la biblioteca municipal?... me asesore, pregunte y finalmente después de meses de búsqueda lo encontramos, era ahí, en la biblioteca!!!
Se lo pedí a la jefa de la biblioteca, y me responde: Padre, cuando nos trajeron varios libros de la parroquia después del Concilio, todos fueron inventariados, es decir, son de la Biblioteca, pero sabe una cosa, este Misal nunca me anime a inventariarlo, ya que siempre pensé que alguien algún día de la parroquia lo reclamaría, y claro que se lo puede llevar su lugar no es la biblioteca, sino la Parroquia... Ese día lloré porque parte de un Tesoro estaba siendo recuperada... ahora la tarea era aprender a celebrarla... me asesoré, vi vídeos, comencé a leer el Misal y con el Capitán al lado, me iba diciendo esto es así y esto de esta manera... después de meses, creí estar preparado, y celebre por primera vez mi MISA, invitamos a la jefa de la biblioteca, el intendente (alcalde), a la gente de la parroquia, fue un día de fiesta....
No pasaron muchas horas en las que llega un fax desde el obispado, con un decreto del Obispo que prohibía la celebración en la diócesis sin su consentimiento, y la tirada de orejas del Vicario General en nombre del Obispo ante tanta insolencia cometida por mi, pasar por alto un "decreto diocesano"... en fin la historia es más larga y tu bien la conoces.... Por eso escuchar decir que "es una moda", me duele profundamente en el alma, porque un Tesoro no puede ser una moda.
Perdón la extensión de mi comentario, quiero seguir ya que da para mucho más, pero te cansaras de leerme.
Señor, ven pronto!!!
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Padre Felipe, bien que conozco su historia. Ha estado muy unida a la mía.
Eso del misal en la biblioteca está genial. Podrá haberse visto semejante maravilla?
Un abrazo, padre Felipe. Gracias,
Si hay cambios totales o parciales en la liturgia solo significa que el Magisterio entiende fructuosa una nueva forma, y realmente no me parece importante el debate, sino me importa poder ofrecer lo que soy, recibir y ser recibido por el Señor y compartir con mis hermanos el banquete y el sacrificio.
Amén
Es TRISTÍSIMO.
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Estimado (a)Denuncia:
Le agradezco su preocupación pero quisiera que para la próxima me escriba por privado a mi direccción de correo electrónico cuando quiera compartir enlaces y su preocupación.
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Estimado jesús:
Pues, precisamente, porque amo a Cristo y a la Iglesia comprendo que mi deber es ser fiel al al Papa, al Magisterio y a los Obispos. Considero que cuando un católico empieza a dudar de la obra del Señor en su Iglesia y concluye que es legítimo manifestar inconformidad es cuando le estamos haciendo al demonio el juego de la división.
Lamento que haya usted caido en ese juego y que además lo haga público.
Rezaré por usted.
Hace menos de un año tenemos nuevo obispo en nuestra diócesis y -creo que por propia iniciativa- dispuso una capilla y autorizó a un sacerdote para que celebre diariamente según el rito extraordinario. No pasaron unas semanas y ya aparecieron en alguna publicación periodística local las críticas de supuestos laicos anónimos oponiéndose a los designios del obispo y amparándose en el famoso "espíritu del concilio" (sí, utilizan esa expresión y todo). La diócesis es un desastre, los curas visten de camionero y están mal formados, las vocaciones son escasas, la deserción de chicos de las misas dominicales luego de "pasar la Confirmación" (así dicen aquí, y usualmente este sacramento se recibe a los 12 años) es enorme, la cantidad de "católicos no practicantes" y de "católicos de cafetería" resulta abrumadora, y estos impresentables sienten que le hacen un favor a Cristo oponiéndose al obispo cuando éste toma una decisión perfectamente legal y legítima. Las cosas que hay que aguantar.
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¿Loqué?,
La realidad de la vida de una diócesis cuestiona en lo más profundo. A mi, la situación de su diócesis, lo que me pide es oración, ayuno y penitencia. No tarde en iniciarlos.
Hable con su obispo de ser posible y exprésele su preocupación así como que ha venido ofreciendo oración, ayuno y penitencia.
Gracias por tu reflexión. Soy sacerdote ordenado con la forma ordinaria, aunque en mi infancia viví la forma extraordinaria (llamada así hoy día)y muy particularmente en el Seminario Menor. Muchos jóvenes sedientos de Dios, lo buscan y tienen sed de una liturgia que sea más látrica. Comparto su búsqueda. Por razones de la Divina Providencia, actualmente celebro la forma extraordinaria (una vez al mes), para quienes tienen esa sensibilidad. Cuento con el conocimiento de mi Arzobispo, el apoyo de algunos sacerdotes y seminaristas. Ambas formas pueden ser celebradas con piedad y recogimiento. Lo que sucede es que la Forma Extraordinaria facilita más esto por el uso del latín, el silencio, el canto, las rúbricas litúrgicas. Para mi gusto no hay que oponer las formas, sino complementarlas, de tal modo que la sagrada liturgia nos ayude a adorar al Dios único y verdadero. Que Dios les bendiga.
Debido a una crisis espiritual y existencial bastante grande que experimenté recientemente, y como me gusta ser lo más equilibrado en mis posiciones, decidí asistir en meses recientes a la llamada Misa Tridentina - también conocida como Forma Extraordinaria del Rito Romano -, y debo decir con total sinceridad que las diferencias saltan a la vista. No sólo hay un respeto mayor por las formas y los contenidos de la Misa, sino que hay un esfuerzo latente por parte de todos sus participantes en hacerla significativa espiritualmente. Los feligreses se comportan en la mayoría de los casos de una mejor manera; el "dress code" ayuda a que haya más respeto por el sagrado recinto; los sacerdotes SÍ preparan sus homilias, lo que evidencia además una mejor formación teológica; el ambiente general está más dado a la espiritualidad y a acentuar el misterio de la transubstantación entre otros; buena parte de los feligreses están mejor formados doctrinalmente que sus pares de la misa Novus Ordo; nada de la insensatez de los "ministros extraordinarios". Podría seguir con más cuestiones al respecto, pero debo decir que la Misa en su Forma Extraordinaria me ha sorprendido gratamente. Claramente, y volviendo al equilibrio en las opiniones, sería una perogrullada aceptar y afirmar que del lado del "tradicionalismo" católico todo es de ensueño - problemas hay por donde se quiera -, pero en el aspecto fundamental de esta publicación, la Misa, creo que los tradicionalistas están haciendo mejor las cosas. Cierto es que que muchos tradicionalistas - sobre todo en su ala más dura - son excesivamente rubricistas y rigoristas en cuanto a forma se refiere. Cierto es que la Forma Extraordinaria no está exenta de abusos litúrgicos y de malos sacerdotes. Cierto es que para muchos católicos, tan acostumbrados a una forma de la Misa, la Misa Tridentina pueda resultar difícil o "incomprensible" (como si la lengua vernácula hiciera comprender lo que ocurre en la Misa). Cierto es que muchos católicos, temerosos del estado jurídico de fraternidades como la FSSPX con respecto al Vaticano, desistan de asistir a la Misa Tridentina (podrían asistir a Misa Tridentina ofrecida por otras fraternidades en plena comunión con Roma). Lo que resulta cierto y contundente para mí, es que todo católico debería darle la oportunidad a la Forma Extraordinaria del rito y asistir por lo menos una vez y sacar sus propias conclusiones. Yo hice el esfuerzo - leí y me formé al respecto por lo menos unos seis meses antes de atreverme a hacerlo - y he sacado estas conclusiones.
Para concluir. Creo que la misa tradicional no es una moda, aunque no niego que algunos se acerquen a ella para saber "qué se siente" y no pasen de este estadío. Creo que es una forma válida para aquél - como yo - que ve en la forma ordinaria muchos defectos y pocas esfuerzos de parte de los sacerdotes, los feligreses y los obispos, por hacer un cambio importante al rumbo de las cosas. Como lo expresé anteriormente, creo que la misa en su Forma Ordinaria, el Novus Ordo, puede ser digna, bella y significativa espiritualmente y estoy seguro que en algunas diócesis - problamente minoritarias - haya un esfuerzo importante porque así sea (para muchos, la Forma Ordinaria sigue y seguirá siendo signficativa, lo que me parece bien y a lo que no me opongo). Infortunadamente, en donde vivo, las cosas no funcionan así y estoy seguro que es un fenómeno extendido en buena parte de las iglesias actuales. Quiero una Misa que acreciente mi fe y mi vida espiritual, una Misa que me dé armas para combatir los diversos ataques a los que estamos expuestos los católicos actualmente. Siento actualmente que la misa tradicional está mucho más cerca de lograr este objetivo.
Eso es la misericordia, la caridad? O es realmente crueldad,
San Miguel Arcángel defiéndenos en la batalla
Sed nuestro amparo y defensa contra las perversiones del enemigo
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