Los usuarios de la red así es como pretendemos superar estos tiempos tan convulsos para la Iglesia?
Nos lo pasan diciendo: mucha oración, vida sacramental, actos de misericordia, sacrificios, ayuno de alimentos y de todo lo que sea necesario; pero no escuchamos. No lo hacemos.
Los usuarios de la red así es como pretendemos superar estos tiempos tan convulsos para la Iglesia?
Me deja estupefacta la eficiencia del internet en general y en particular de las redes sociales para “ensimismar” a las personas, es decir, para alejarlas del contacto con sus semejantes pero también para mantenerlas cautivas de sus propios defectos, temores y debilidades. En una frase: su capacidad para esclavizarnos y alejarnos de la realidad.
Tal como una enorme ciudad virtual, muchos circulamos por este lugar fabuloso pero altamente peligroso, dejándonos capturar por cuestiones que, aparentemente inofensivas, redundan en un mal para nuestra salud emocional y espiritual.
De no ser porque poseo la experiencia de haber estado cautiva no tendría argumentos para hacerles ver el peligro, pero como la tengo y mucha, les ruego que presten atención y que, si están o sospechan que están al límite del peligro, tomen medidas para cortar con vínculos de inmediato.
Recuerden, el internet ofrece los mismos desafíos que una ciudad por lo que no debemos permitirnos ser ingenuos si no es que queremos que nos lleve la trampa, por lo mismo, háganse el cargo de que lo siguiente son las señas para salir de lo he comprobado son algunos de los más peligrosos barrios de esta enorme ciudad virtual:
Primero:
Conózcase a sí mismo
- Haga introspección para detectar cuáles son sus mayores inquietudes, temores, debilidades y dudas sobre la situación de la Iglesia y el mundo actual. Enumérelos de ser posible, por ejemplo:
1. Temo lo que dice el papa y temo lo que dicen de él.
2. Temo lo que sucede con la liturgia.
3. Temo el ataque que se hace a la vida y a la familia.
4. Etc.
Lo primero que debe hacer es orar y ponerse en manos del Señor pero a la vez, indagar cuál es el origen de su desasosiego para ponerle remedio con la ayuda de Dios. En mi caso, por ejemplo, se origina en la falta de confianza en Dios; pues bien, si ese fuera el caso, póngase de rodillas y pida esa gracia.
Segundo:
Corte de un tajo
Habiendo detectado lo que provoca el desasosiego lo siguiente es cortar de tajo con todo lo que lo detona; por ejemplo:
Corte su relación con blogs, portales y personas desconfiadas y que no saben manejar sus emociones, por ejemplo, personas con delirio de persecución y diversas fobias, pesimistas y como consecuencia amargadas, sarcásticas e irónicas y que encuentran fácil la descalificación ya que por lo regular son soberbias, vanidosas, narcisistas y ególatras lo que las hace quejumbrosas, imprudentes y vengativas, etc.
Corte de un tajo con ellas y no se justifique diciendo que, a pesar de todo, aportan algo valioso a su vida o que usted aportará algo valioso a la de ellas.
No se engañe y, simplemente, aléjese de quienes no encuentran ni un solo punto blanco en la totalidad del mundo mundial o de la iglesia eclesial.
Desde mi experiencia, por estar vinculada al tema de la liturgia, lo que me ha convenido ha sido cortar, por ejemplo y de primero, con quienes no revelan su identidad por lo que utilizan nicks y/o denominan muy “católicamente” sus perfiles, páginas, blogs o portales pero que su contenido, sin ser explícitamente anti-papa o anti-magisterio, lleva oculta la intención de hacer proselitismo alimentando en sus seguidores sus dudas, temores y desconfianzas sobre el Magisterio y el papa.
Deben saber que, tras de un profundo análisis que cualquiera puede realizar, es posible detectar en algunos de los que administran dichas páginas el que suelen pertenecer a grupos de un fanatismo extremo vinculado a la política, al anti-semitismo, la homofobia y a grupos armados.
Corte de un tajo con ellos ya que, para empezar, nada de eso indica fidelidad al Evangelio.
Realice una exhaustiva revisión de los grupos, portales, páginas, blogs, contactos a los que ha dado su adhesión no vaya a ser que esté, sin saberlo, expuesto al peligro que entraña dicha relación.
Han de saber que para algunos conocidos muy cercanos su relación con dichas “personas virtuales” ha traido muy reales y graves consecuencias para su vida familiar y comunitaria.
Recuerde, no permita que nadie le arrebate la preciada paz que el Señor tan generosamente le regala. Ponga toda su confianza en Dios y tome el consejo de hacer oración continua, llevar una intensa vida sacramental, realizar actos de misericordia, sacrificios, ayuno de alimentos, de internet y de todo lo que sea necesario.
Solo el Señor tiene el poder para arrebatarnos del mal que continuamente nos acecha.
Solo el Señor tiene el poder pero también el vehemente deseo de hacerlo.
Fíese de Él.
Únicamente en El podremos superar este tiempo tan convulso para la Iglesia.
1 comentario
Por lo que algunos se han dado por aludidos elimino y cierro comentarios.
Disculpen la molestia.
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