No, si es que, ¡hasta parece mentira!
Uno, que por estas latitudes leyendo las noticias se siente como mirando los toros desde la barrera; impotente hasta cierto punto, sostenido de la oración y de los sacramentos ante tanta locura que desordena y que desconcierta.
Uno así y, quizá, por ser mujer y con su espíritu maternal ve el mundo y lo que llega a concluir es que en muchos ámbitos de la sociedad lo que hace falta son padres.
Claro, faltan padres, ya que -quienes hemos crecido sin la autoridad de uno- notamos la diferencia cuando llegamos libremente a ponernos bajo la autoridad de Dios como Padre.
Miren nada más el descalabro de ciertas familias en las que una madre o padre soltero, por ejemplo, y -sin trazas de conocer la autoridad- hace con la educación de sus hijos.
Este mismo ejemplo lo podemos trasladar a diversos ámbitos, como –por ejemplo- cuando toda una diócesis ha carecido de un obispo/padre por lo que la pobre diócesis arroja hijos que no saben poner límites a su conducta ni ante la familia diocesana, ni ante su obispo, ni ante la sociedad, menos podrán ponerlos ante la autoridad del Magisterio de la Iglesia o del mismo Papa.
Pasa lo mismo en la liturgia, cuando un sacerdote/madre, para “complacer” a sus ovejas pero, además, bajo la justificación de “lo pastoral” les permite organizar celebraciones litúrgicas con niños, por ejemplo, plagadas de improvisaciones provocando gran descalabro no solo en su formación en la fe sino moldeando personajes que a la primera seña de autoridad de otro párroco o, hasta de un obispo, se rebelan como si la autoridad residiera en ellas y no en quien el Señor la ha encomendado.
Sucede igual con los gobiernos cuando un gobernante no es padre; con los maestros, con los jefes cuando no tienen clara su función de autoridad.
Parece mentira, pero, si es que –hasta en eso- la Trinidad es modelo para nosotros y lo es no solo porque Dios así se nos ha revelado sino porque la dinámica interna de Dios, Uno y Trino, corresponde a lo más profundo de nuestra naturaleza.
Venimos a la vida necesitados de Dios como Padre, para poder crecer en salud emocional y espiritual como sus hijos. Tal parece que todas nuestras rebeldías es eso por lo que claman: autoridad que nos indique con ternura lo que nos conviene, que -respetando nuestra libertad- sea guía y compañía, que sea Amor.
Uno, aquí, desde tan lejos de donde suceden estas cosas, o quizá no, se siente impotente pero, quizá no tanto, porque sabe que al final está prendido de la mano de Dios Padre; sin embargo, el dolor y la frustración de ver tantos huérfanos de padre como existen hoy en día, los purga uno a solas en el regazo maternal de Nuestra Señora, quien ha sido la primera mujer que ha reconocido la autoridad de Dios. La primera que ha sido verdadera hija, verdadera esposa y verdadera madre.
No, si es que, ¡hasta parece mentira!
11 comentarios
Ante la liturgia adecuadamente conducida uno puede conocer quien es, conocer su verdadera naturaleza humana y reconocer su condición de hijo; por eso es tan nocivo que la liturgia no sea conducida apropiadamente.
Por eso me preocupa tanto que en nuestro país muchos prefieran tener a Dios como cuate que como Padre, porque es un Padre lo que necesitamos, no un compañero de pachanga.
Y, de que esto sea así, hago responsables a las autoridades de mi amada Iglesia; empezando por los obispos que se hacen los desentendidos, siguiendo por los sacerdotes que no atienden a las autoridades y continuando por los fieles que prefieren apapacharse con un sacerdote pachangero que desatiende la autoridad antes que plantarse cara a cara ante el Misterio de Dios.
Y es que yo misma pienso que te equivoacas grandemente cuando afirmas que una madre soltera (o separada, divorciada o viuda) no sea capaz de educar hijos.
Hay familias que si tienen padre y son un desastre y madres solas que tiran para adelante los hijos, no es posible generalizar. Y si quieres me pongo de ejemplo, creci casi sin padre, no es que me gustase no tenerle, pero son cosas de la vida. No creo que haya salido yo 'torcida'.
En fin, se que lo que te comento es casi accesorio en tu posteo, pero es que ese apartadito ... pienso que no es correcto. Por mi parte te dire que es deseable crecer con papa y mama pero por lo visto a veces no puede ser.
Como misterio teologico tampoco acabo de entender la Trinidad, pero eso tambien seria otro tema.
Una vez te lei que tienes una edad (no la dire yo ahora ;-) por la foto que tienes nunca lo hubiera adivinado pues no la aparentas!
;-) un saludo, no es que postee mucho por tu blog pero lo leo muchas veces, algunas reflexiones tuyas me gustan. Yo soy no-creyente aunque respetuosa y ando buscando pero no encuentro, de momento.
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Apreciada Sonia,
Nota, por favor que he enfatizado en "madre soltera sin trazas de conocer la autoridad". Con esto me refiero a madres (o padres -en seguida lo corrijo-) quienes ellos mismos no conocen límites por lo que son incapaces de ponerlos a sus hijos.
El Misterio de la Trinidad se entiende viviéndolo quizá si buscas lo que encuentras, que eso espero, podrás comprenderlo pero sobre todo vivirlo. Eso te deseo de corazón.
Gracias por tu comentario.
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akba,
Disculpe la edición pero no permitimos comentarios de ese tipo.
En los últimos meses he sido testigo, de forma algo dolorosa y a ratos jubilosa de las consecuencias de la falta de padre, así como la forma en que una figura paterna medianamente adecuada es capaz de reparar años de error, desvío y sufrimiento en una persona. Y no hace falta ser Superman ni saberse la Biblia por capítulo y versículo. El ejemplo, la presencia y el amor suplen con creces lo que pueda faltar en fuerza física y conocimiento.
Quiera Dios que lleguen a las parroquias "huérfanas" verdaderos padres que quizás no destaquen por sabios, por guapos o por hábiles recaudadores, sino que tan solo sepan estar allí cuando deben estar y de verdad amen tanto a sus fieles que no les de miedo dar un tirón de orejas de vez en cuando.
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Gaby,
Ya ves? No hablo por hablar. Y, lo que dices, también es cierto.
Para mi fue y es determinante el ejemplo, la presencia y amor paternal de profesores, párrocos, sacerdotes y amigos.
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Ananda,
Tengo vivo y conmigo a mi padre y, aunque es un hombre excepcional, mi vida estuvo totalmente carente de su autoridad por lo que en algo puedo comprender las secuelas de crecer sin padre pero también coindicir, desde lo más profundo de mi ser, en que es la "paternidad de Dios lo que nos ayuda a salir de ésto". Bendiciones,
Y si vas, como si no estuvieras: bien agarrada a la seguridad del Misal Tradicional.
Lo mismo que la epístola a Diogneto dice del mundo, aplica al Novus Ordo: "están en el mundo, pero no son del mundo" -> "están en el NOvus Ordo, pero no son del Novus Ordo".
Es peligroso.
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Tulkas,
Eso quisieras :)
De hecho eso es lo de menos.
Compara, si quieres, las colectas de la misa de Bugnini con la Misa Tradicional; o las oraciones del Officio con las oraciones de la Liturgia de las Horas.
En Rorate Caeli había un artículo muy importante que las comparaba.
Hay un viraje antropológico bestial (que viene de Bestia, sí): el hombre ya no es comprendido como pecador y como NECESITADO de la constate ayuda de Dios, el hombre ya no pide constante perdón por sus "innumerables pecados, ofensas y negligencias" en el [novus ordo]
La gracia queda instrumentalizada como mero catalizador para el progreso de este mundo, y Dios es simplemente "papa Estado" y la Iglesia una ONG.
Así de crudo, Maricruz.
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Tulkas,
Bien, dices que muy crudo? Pues yo te digo que de dónde sacas tu que sabes cuándo y dónde la gracia queda instrumentalizada? Vaya, que eres atrevido.
¿Pero qué es Dios, para cada uno de nosotros?
: )
Para mí: el máximo de perfección, el máximo de bien, el máximo de verdad, el máximo de justicia y el máximo de bondad y amor.
: )
Desde España sigo tus comentarios , y este de hoy sobre la necesidad de " PADRES QUE NOS GUIEN Y NOS AMEN " me ha venido al pelo, te cuento : hace tiempo que venimos aguantando a unos nuevos parrocos, y digo nuevos por que llegaron por la juvilacion del parroco anterior y nos hancen colegas suyos , nos dicen la misa en 20 minutos y nunca tienen tiempo para escuchar pues tienen mucha prisa con el movil en la oreja .
Yo , me niego a creer que esto es lo moderno y me siento como los niños sin padres , y sin sentido.
Bueno , Dios es grande .
Saludos .
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El alma que te oye, diría mi abuela.
Pues si, en algunas parroquias eso es a lo que el Señor nos enfrenta, pero, sabes para qué? Para que hagamos algo. Qué es lo primero que deberíamos hacer? Rezar por ellos y ofrecer la Santa Misa en reparación. Para eso sirve tener párrocos como los que tu y yo tenemos.
Lo pedir favores en la Santa Misa por ellos, vale, sí, de acuerdo... ¡pero sin que lo contradiga a Él!
(eso sería confiar plenamente en Dios... -en ese Ser que es el máximo de perfección, el máximo de bien, el máximo de verdad, el máximo de justicia y el máximo de bondad y amor-)
: )
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