No todo son babeles ¡Gracias a Dios!
“Mientras los hombres estaban trabajando juntos para construir la torre, de repente se dieron cuenta que estaban construyendo el uno contra el otro. Mientras trataban de ser como Dios, corrían el peligro de no ser ni tan siquiera hombres, porque habían perdido un elemento fundamental del ser personas humanas: la capacidad de ponerse de acuerdo, de entenderse y de actuar juntos”
Benedicto XVI, Homilia Pentecostés, 2012
Todos hemos tenido la experiencia de Babel ya sea en situaciones concretas en nuestras familias, grupos o asociaciones y si no, pues que siempre están a la orden del día noticias sobre la incapacidad del ser humano para “ponerse de acuerdo, de entenderse y actuar juntos”
Mi Babel particular la tuve en nuestro grupo en Costa Rica que promueve la misa tradicional pero como eso es parte de la historia y me parece que unos y otros hemos aprendido la dura lección, no profundizaré en ello aquí y creo que no lo haré nunca más.
Eso si, por contraste, es necesario mencionar que no toda agrupación humana está destinada a ser Babel y eso, nada más, porque existen en ellas personas que saben que no son Dios por lo que, la gracia, colabora con ellos en construir antes que en destruir.
Tengo varios ejemplos de ello, uno es el más cercano círculo de amigos nacionales y extranjeros que tengo en facebook, otro es el cuerpo editorial de InfoCatólica, otro mi familia y, además, un círculo -de cuyas dimensiones no estoy muy segura- constituido por mis vecinos. Ah, también el partido PASE que preside actualmente la Asamblea Legislativa en mi país.
Como ven, gracias a Dios, no todo son babeles y eso, no solo es necesario destacarlo sino agradecérselo al Señor.
Como agradecí haber conocido en Guadalajara a los tres sacerdotes de la Fraternidad Sacerdotal San Pedro, el padre Fryar, el padre Romo y su Superior General, el padre John Berg, cuya labor en ese país ha dado frutos que ni sospechaba como es el apostolado con los taxistas del padre Romo pero sobre todo, porque llamó mucho mi atención, la fraternidad que existe dentro y entre las familias que asisten a misa tradicional en las que hay muchos jóvenes tanto hombres como mujeres, niños y niñas, estudiantes y profesionales y todos involucrados en algún aspecto de las actividades de la Fraternidad Sacerdotal como serían los cursos de formación en la fe pero también el acolitado que realizan muchos de los varones o de las labores que realizan las mujeres en el cuidado de los ornamentos y en la decoración del templo.
Luego de la misa solemne en la Catedral del Guadalajara conocí a varios de ellos en un pequeño evento que improvisaron en la casa de los padres pero también a otros los conocí el domingo siguiente tras la misa de mediodía.
Con varios de ellos me mantengo en contacto y de otros estoy esperando que tengan un momentito para revisar su correo, pero de todos, absolutamente todos pero -sobre todo- viendo que no han perdido su capacidad para de ponerse de acuerdo, de entenderse y de actuar juntos es que he regresado de México con el corazón henchido y más fuerte.
Claro, y como aquella noche del viernes, lo natural era que nos tomáramos fotografías es que les he prometido subirlas al blog en una entrada; de tal manera que, vean aquí, a unos que lejos de Babel viven en Guadalajara y asisten a misa en el Templo del Pilar.
En las dos fotografías de arriba lucen radiantes la familia Bañales Becerra conformada por Vicente, Carmen, María de Jesús y Àngel así como la familia de Valeria, Alina, Leo y Susana.
En las dos fotografías de abajo aparece la familia encabezada por el señor Ismael con su par de gemelos Salvador y Roberto y su hijo mayor Ismael así como la familia Loreto-Castañeda conformada por el gentil Pedro, Arantza, Deah madre y Deah hija, María y Pedro chico.
Faltó de fotografiar ese día a Issac, al Dr. Francisco, a Javier y Fabiola, a Rossina así como Ailen, el seminarista, a los tres sacerdotes, pero también faltó la encantadora familia de la señora Mariana quien tan gentilmente nos invitó a su casa a comer para probar el famoso mole poblano del que todavía conservo su sabrocito gusto a chocolate; la familia de Edgar Fernández así como la de los Fenke, pero bien, otra vez será.
El caso es que fue para mi una gran alegría poder agradecer a Dios por su existencia.
3 comentarios
-------------
Hermosísima familia, Aranza Loreto. Ya quisieran todos una igual.
Abrazo fuerte,
Por cierto, si regresas, podrías preguntarle a tu padre que me recuerde cómo fue que describió Pedrito la diferencia entre la misa antigua y la nueva?. Es que olvidé las palabras exactas y quisiera anotarlas para nunca olvidarlo. Me harías ese favor?
Gracias,
Pero yo pienso que la manera de celebrar Misa en tu parroquia depende de como sean los feligreses, es un reflejo.
[editado]
------------------
Pienso que es recíproco.
Un novus ordo celebrado según los misales colabora para que haya familias así y, habiéndolas, tanto el NO como el VO alimentan su espiritualidad.
Tulkas, a veces parece que olvidas el mérito que tiene la gracia en todo esto.
Dejar un comentario