¿Los curas piden perdón?
A mis cincuenta y dos años he tenido una experiencia que nunca tuve: un sacerdote me pidió perdón.
Me lo pidió porque tuvimos una conversación sobre liturgia que derivó en que el apreciado sacerdote eligiera hacerlo.
Primero, no le di mayor importancia pero desde entonces me ha rondado su gesto en la cabeza, por lo que, por darle gusto a la curiosidad traté de recordar si ha habido a lo largo de mi vida algún sacerdote que, habiéndome maltratado verbalmente me haya pedido perdón, y no di ni con uno solo más que con éste que me pidió perdón hace unos días.
En todos y cada uno de los casos que vinieron a mi memoria, considerando que quizá también los ofendí recuerdo que busqué la forma de reconciliarme y, si bien siempre tomé la iniciativa, nunca escuché de ellos pedir perdón de vuelta.
No es eso algo singular? Será que los curas no piden perdón?
No me habría llegado a hacer esta pregunta si uno hubiese sido por el único cura que me ha pedido perdón en estos días.
Hay crisis dentro de la Iglesia, se sabe bien que hay mucho pecado; sabemos también que Cristo sufre por sus consagrados y que la Virgen nos implora por ellos oraciones.
Pues bien, creo que haber descubierto esta singularidad en los sacerdotes que conozco, me obliga a atender los sufrimientos de Cristo y las súplicas de Nuestra Señora.
Sepan, padrecitos, que por cada uno de ustedes que me ha maltratado ofreceré la misa a la que asista y también las oraciones en las que los recuerde.
Considérense suertudos ya que olvido rapidísimo las ofensas y se me dado la Gracia de perdonar relativamente pronto y fácilmente, pero también que -como yo- deben haber muchas más personas que los han perdonado, estarán rezando y ofreciendo misas por ustedes.
Por favor, den gracias al Señor por eso; por mi lado, cuenten con que daré gracias por su sacerdocio.
8 comentarios
Y cuando me he equivocado o he atropellado a alguien, de ninguna manera he podido, ni puedo, omitir el pedir perdón a Dios y a las personas que he herido. Con el propósito de que lo que he hecho mal no suceda de nuevo nunca jamás.
Reflejar al Buen Pastor en nuestras vidas es uno de los desafíos más grandes que tenemos. Y, sin embargo, seguimos siendo también ovejas... Bien lo sabe Jesús.
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Padre, bendito Dios que pide usted perdón.
De mi parte, conozco a una gran mayoría de curas humildes por quienes doy gracias.
Y despues: "Considérense suertudos ya que olvido rapidísimo las ofensas ".
?!?!?!?!?!?!?!?!?
Me huele un poquito a soberbia.
"Considerense suertudos.....yo les perdono".
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Diego,
Pues, claro que les perdono, pero no solo yo, todos aquellos a quienes ofenden los perdonan. No es eso ser afortunado? Además, acaso he dicho que sea mérito propio el que puedo perdonarlos fáclmente?
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Padre Cesar Alonso,
De los sacerdotes en cuestión, que son unos pocos, como son muchos también los que no me han ofendido (todo lo contrario) tengo muy presente su humanidad, por lo mismo les hablo de este modo.
Y, si siempre he sido la que toma la iniciativa del perdón es porque los quiero, no porque desee congraciarme con nadie, ni siquiera con mi conciencia.
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Maribel, el sacramento jamás podría imprimir pecado, es un sacramento, es decir, acción de Cristo en la vida de las personas. Quizá lo que quisiste decir es que consideran su sacerdocio como un estatus sobre el cual colocan la imagen que se hacen de si mismos. Como muchos profesionales, digo yo.
El caso es que, quizá no me di a entender, esto no es un reclamo es exponer algo que he descubierto sobre ellos y que puede serles de utilidad.
En serio, a ninguno guardo resentimiento, pero que "se pellizquen", eso si. Como hacemos los demás cristianos, digo yo ;)
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Gonzalo, no se cómo han sido con Maribel ni las razones, pero conmigo no ha habido razones para maltratarme más allá de las reacciones que provocan en ellos sus prejuicios; por lo mismo, es que ha sido fácil para mi perdonarlos. Los prejuicios pueden hacernos reaccionar cruel e injustamente.
Los diocesanos desprecian al laico, lo tratan mal, cuando notan que les puede cuestionar.
No todos son así, pero estos actos son frecuentes, y más con los que van con la bandera del progresismo y del nacionalismo. pero tenemos, pocos, pero jóvenes sacerdotes, que este tipo de clero no les convence, y por este motivo son despreciados por los mayores.
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Anscelo,
No creo que la proporción sea la misma pero el fenómeno si.
Recemos para que cada vez haya más sacerdotes que amen la humildad.
Saludos,
Con independencia de mi soberbia o mi humildad, lo único que he hecho ha sido constatar una realidad.
Maricruz: ya sé que un sacramento no puede imprimir nada malo, pero quizá el estatus que le confiere al sacerdote, lo dota de un cierto aire de superioridad que le impide dar su brazo a torcer.
Por otro lado, soy una ferviente admiradora del ministerio sacerdotal, con independencia de cómo sea en concreto la persona que lo desempeñe.
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Tarja,
Exacto! Gracias. Diste en el clavo!
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