¿Quién tiene miedo a la libertad en Somosaguas?
He venido siguiendo noticias relacionadas y la que les traigo tengo la impresión de que les va a gustar.
Días atrás anduvo dando vueltas por la web el Manifiesto de la Asociación Cultural Atlántida y que está contenido en este breve artículo respecto al acto de aquellas jóvenes en la capilla de la universidad.
Para mi sorpresa lo hallé en PáginasDigital.es y así fue como buscando alguna referencia sobre dicha Asociación descubrí que es parte de la Compañía de las Obras de CyL y sus miembros son jóvenes del CLU [1] de Madrid.
Para algunos de ustedes esta relación no será sorpresa más para mi lo es y, además, una razón más para alegrarme con ustedes al compartirla.
Sin más preámbulo les dejo con esta nueva publicación que nos llena de esperanza.
¿Quién tiene miedo a la libertad en Somosaguas?
A.C. Atlántida
16/03/2011
Fue el pasado jueves. Cerca de cincuenta personas entraron en la capilla del campus de Somosaguas, rodearon el altar y se desnudaron. Estamos dispuestos a discutir con cualquiera acerca del sentido o sinsentido de las capillas en la universidad, del cristianismo y de todo lo que preocupe e interese a la comunidad universitaria. Sin embargo, irrumpir de un modo ofensivo en un templo sagrado es una cosa bien distinta, un hecho triste y doloroso que nada tiene que ver con la vida universitaria, con el diálogo y la capacidad crítica que desde siempre la han caracterizado.
Hace un año algunos estudiantes comenzamos a escribir un pequeño periódico llamado Samizdat que repartimos mensualmente en la universidad. Como puede leerse en numerosos blogs en internet, el mismo periódico y otros manifiestos que hemos difundido durante los últimos meses han sido ocasión para dialogar con profesores y estudiantes de cualquier signo y opinión: laicistas, no creyentes y cristianos. Muchas personas, a favor o en contra de lo que decíamos, han agradecido nuestras iniciativas y reconocido la necesidad de un verdadero diálogo que no tema la diferencia.
Lamentablemente, como hemos podido ver y experimentar en primera persona, no todo el mundo se alegra de que en nuestra universidad haya disparidad de opiniones, de que haya estudiantes que se expongan y no tengan miedo a ir en contra de la opinión dominante o de la opinión que algunos desearían dominante. Sin ir más lejos, días antes del asalto a la capilla, varios estudiantes de Políticas “decidieron por consenso” que debíamos abandonar la facultad y dejar de repartir el periódico. Esta posición, cargada de impotencia, indica qué tipo de universidad y sociedad quieren construir algunas personas: una sociedad en la que solo se escuche una voz, la suya; en la que desaparezca la presencia pública de los cristianos y de todos aquellos que se muestran libres frente al poder establecido. ¿Es ésta la universidad y sociedad que queremos?
No escribimos este panfleto porque nos guste “guerrear", aunque ¡ojalá encontráramos gente que quisiera “guerrear” con la razón, que quisiera pensar y discutir hasta el agotamiento! Cuando esto último sucede quiere decir que la universidad está viva: amas lo suficiente la vida como para entrar en diálogo con otros sin necesidad de eliminar, censurar o aplastar. Ojalá que la pasión por el estudio y el interés que la realidad nos despierta a diario encuentren en la universidad espacios reales de discusión y libertad, de verdadera aceptación de los otros. Así evitaremos que lo que más queremos se vea dominado por una perezosa ideología.
No hay universidad si no hay libertad de expresión, la libertad real de exponer las propias ideas y discutirlas en el espacio público. Toda opinión y objeción -sea del signo que sea- es siempre una oportunidad de crecer y dar razones de la propia experiencia, una fuente de nuevas preguntas y estímulos en el camino hacia la verdad. Es en el diálogo donde las personas se muestran realmente a pecho descubierto, donde se resquebraja la ideología, donde uno valora y somete a sana crítica sus propias propuestas.
Manifiesto que circuló por la web de la Asociación Cultural Atlántida
1. Primero, que irrumpir de un modo ofensivo en un templo sagrado es “un hecho triste y doloroso que nada tiene que ver con la vida universitaria, con el diálogo y la capacidad crítica que desde siempre la han caracterizado”.
2. Segundo, que “no todo el mundo se alegra de que en nuestra universidad haya disparidad de opiniones”, y que algunos quieren construir “una sociedad en la que solo se escuche una voz, la suya; en la que desaparezca la presencia pública de los cristianos y de todos aquellos que se muestran libres frente al poder establecido”.
3. Y tercero, que “toda opinión y objeción -sea del signo que sea- es siempre una oportunidad de crecer y dar razones de la propia experiencia, una fuente de nuevas preguntas y estímulos en el camino hacia la verdad. Es en el diálogo donde las personas se muestran realmente a pecho descubierto, donde se resquebraja la ideología, donde uno valora y somete a sana crítica sus propias propuestas”.
[1] CLU: Universitarios de Comunión y Liberación
21 comentarios
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Pepón,
Gracias por la pregunta.
Diferencia o división entre un templo y un templo sagrado o capilla, como es el caso en cuestión, la ven únicamente aquellos para quienes existe diferencia o división entre lo sagrado y lo profano.
Para quienes estos ámbitos están estrechamente vinculados lo que contienen esas edificaciones significa algo que tiene implicaciones para lo más profundo de su naturaleza humana.
Así que la cuestión no es tanto el respeto que la edificación merece -sea o no sagrada para unos u otros-, sino el respeto a la concepción que tienen de sí mismos y el mundo en relación a la divinidad los diversos grupos humanos.
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Bien, Pepón, me parece que el que no esté de acuerdo con esa frase indica que ha tenido usted poca oportunidad de constatar el beneficio de un diálogo mediante el cual quede expuesta públicamente nuestra concepción de la realidad.
Por lo demás, me parece también que es la intención en el actuar de las señoritas dentro del contexto universitario lo que se critica.
Ni más ni menos que lo que son las capillas universitarias: espacios solicitados por la Iglesia para poder utilizarlos para rezar ante el Santísimo, celebrar los sacramentos, mantener reuniones, etc. Los utilizamos los estudiantes universitarios, los profesores y el personal administrativo y de servicios de la Universidad.
En algunos lugares (en la escuela de Teleco de la UPM), donde yo estudie, la capilla es literalmente el mismo tipo de espacio que cualquier otra asociación universitaria: está en el pasillo de clubes, cerca de los locales de la tuna, el IEEE, el club Antena de radiofacionados, etc. Antes teníamos un espacio mayor, que se suprimió por un Director que hubiera preferido que ni estuviéramos.
Eso es lo que pedimos, ni más ni menos: lo que pedían los blasfemos de Somosaguas es que no se tuviera ningún espacio físico, y por la fuerza impusieron que el que hay no se pudiera "utilizarlo como quieran", como dices.
Como dicen los de Atlántida (sí, Maricruz, CyL está muy presente en la universidad madrileña, gracias a Dios), no es gente que quiera dialogar, solo expulsar. Y hay mil razones para defender la existencia de las capillas universitarias, mil historias de vida espiritual e intelectual que enriquece a las Universidades españolas.
Bueno, no existe tal incoherencia, ya que:
1. La religión no es un hecho estrictamente privado, pues tiene sus manifestaciones en el espacio público. Sin ir más lejos, la misma existencia de la Universidad es una manifestación pública de la fe cristiana (la Iglesia se inventó las Universidades).
2. Al ser una Universidad pública se mantiene con los impuestos de todos. En ese "todos" están los que no creen en Dios...pero también los que creen. ¿Por qué debe prevalecer la ideología de quienes no creen sobre la forma de pensar de los que creen, si ambos grupos de personas pagan la universidad pública?
3. Nos empeñamos en decir que la religión pertenece a la esfera de lo privado y que debe quedarse ahí. ¿Por qué hay que dejar la religión en casa? Los no creyentes podrán decirles a los católicos que dejen la religión en casa cuando ellos mismos dejen sus opiniones y formas de ver la vida en la esfera de lo privado y no quieran influir en la sociedad desde su punto de vista.
Pero, no puede haber una capilla para que quienes quieran, puedan orar.
Evidentemente los católicos no somos dignos de ser considerados como personas equivalentes a un aficionado a los juegos de rol, un aficionado al ajedrez o un homosexual. Para ellos la universidad pública tiene la obligación de atender en sus aficiones... para un católico queda la marginalidad.
Pero todo esto no es nuevo. Es tan viejo que lo encontrarán referido en la Carta a Diogneto del Siglo I.
Dios nos ayude y nos de Esperanza.
Pd. Ojo. Sé de lo que hablo porque trabajo en una universidad pública española.
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Gracias, Miserere, no hay como quien vive la cosa de primera mano.
Seguro que se sentirían encantados y tan a gusto con la vecindad que promoverían charlas entre todos para conocerse mejor e intercambiar experiencias y puntos de vista.
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Atulfo, cuánto lo siento, pero es que existen normas muy claras que rigen el orden en este portal. Sería oportuno que se les consultara a Luis Fernando.
Una de ellas es que no está permitido hablar mal de ninguno por lo que comprenderá por qué he editado su comentario.
Las normas no las hago yo por lo que también le ruego que si tiene alguna queja la haga a la persona que corresponde.
Una universidad es un espacio público y como tal es neutro, no excluye, de ahí que se pueda tener una capilla sin que eso vaya contra el orden del Estado.
Sobre la financiación de la Iglesia, habría que ir a los antecedentes históricos. Cómo es Estado libeal decidió financiar a la Iglesia creyendo qeu así ésta sería sumisa. Para ello era necesario quitarle todo lo que le hacía autónoma y autosuficiente (a todos nos suenan las desamortizaciones, creo). Sobre esto también debo decir que ´voltaire vuelve a equivocarse con su comparación entre ciertos países y España. El principio de subsidiariedad del Estado implica que éste está al servicio de la sociedad y no al rev´ñes. Los impyuestos no son del Estado, sino que éste los gestiona en función del bien de la sociedad. Por esto, la Iglesia no es financiada por el Estado, sino que el Estado es intermediario ente los feligreses y la institución. Seguramente no es lo ideal, pero el devenir histórico ha sido el que ha propiciado esto (yo preferiría que el Estado dejase en paz a la Iglesia yq ue pudiéramos financiarla lso fieles, epro eso significaría que el Estado ha decidido dar más espacia a la iniciativa privada y actuar según el verdadero principio de subsidiariedad en vez de como lo hace ahora). Esto no ocurre igual en Estados Unidos, donde los ciudadnos tiene mucha mayor autonomía a todos lso niveles (también fiscal) y el Estado reconoce la existencia de las confesiones y no pretende tener un control sobre la población. Los Estados europeos sí tienen esa tendencia a controlar todo y a todos y la autonomía ciudadana es menor. Así que no croe que sea comparable.
Acepto que mi dinero vaya a financiar grupos universitarios homosexuales como COLEGAS. También respeto que se dé espacio a colectivos de diversas tendencias, aunque me desagraden sus actividades. Ellos sabrán si les gustan o no lo que hacen.
Pero... ¿Por qué le desagrada que indique que esto se nos niega a los que queremos un rato de oración?
Fíjese como tuerce mis palabras e intenciones. Yo no considero que ser homosexual sea una afición ¿Estima que se católico sí lo es? Tampoco deseo que se deje de dar acogida a todos estos colectivos ¿Pero usted lee en mis palabras que lo hago?
Hay que tener cuidado cuando se da el salto a interpretar lo que los demás piensan o las intenciones que hay detrás de las palabras, ya que se termina por descubrir cómo piensa uno mismo.
Dicho todo esto con jovialidad y sin más voluntad que indicar que a los católicos se nos considera como apestados en muchas universidades públicas. ¿Pruebas? ¿De verdad que hacen falta más? :D
Saludos cordiales ;)
y derechos de quienes no piensan ni creen lo mismo que ustedes. Supongo que una parte importante de dicha actitud tiene que ver con creerse superior al resto de los mortales al considerar que tienen el aval de un ser superior y que, por tanto, están por encima de todas las cosas y de todos los seres. Ese sería un motivo para que les resulte tan fácil despreciar y pedir limites para los demás y al mismo tiempo exigir para ustedes el mayor de los respetos.
En lo de interpretar su comentario, creo que debería leer de nuevo lo que escribió, en que orden usó las palabras, como utilizó los signos de puntuación y verá que me he limitado a leer lo que ha escrito usted, tal y como lo ha escrito usted, no hay mala interpretación, si acaso mala redacción.
Un saludo.
Saludos cordiales :)
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Mise,
Por aquí y allá saltan quienes leen en nuestras palabras algo que no hemos dicho, para mi ese es el claro ejemplo de cuando la realidad está escondida tras nuestras ideas preconcebidas.
"Evidentemente los católicos no somos dignos de ser considerados como personas equivalentes a un aficionado a los juegos de rol, un aficionado al ajedrez o un homosexual."
Separo con un "o" el calificativo de aficionado de ajedrez del un homosexual. No dije, "aficionados al ajedrez o un aficionado a la homosexualidad", como usted interpreta.
Reincido en que tiene usted la vara de medir necesitada de ajuste
Saludos ;)
Un abrazo :)
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Mise, el que no nos den los mismos derechos que exigen para ellos u otros grupos es causa de esa costra de ideas preconcebidas que se manejan. No veo de qué otra manera sino mediante el diálogo (al que también se cierran) puedan abrirse a la razón.
El primer paso siempre es el nuestro más su libertad está en ellos ponerla en juego.
"Evidentemente los católicos no somos dignos de ser considerados como personas equivalentes a un aficionado a los juegos de rol, un aficionado al ajedrez o un homosexual. Para ellos la universidad pública tiene la obligación de atender en sus aficiones". ¿Quienes son "ellos" y qué considera usted "aficiones"?, ¿nos olvidamos ahora de su referencia a los homosexuales? . Me parece que sabe usted perfectamente con qué intención escribió lo que escribió y cómo lo escribió, no se a qué viene ahora el querer marear la perdiz.
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Es que es evidente sin conocer a Miserere le ha juzgado y eso ha redundado en que le malinterprete.
Quien tendría que revisar los argumentos que brotan de sus impulsos es usted, si me permite hacer la observación.
Tenga buen día.
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Bien, el asunto lo veo así:
Miserere dice que A es A
Usted dice que la A de Miserere es B
Yo digo que la A de Miserere es A
Usted insiste en que es B no obstante la evidencia que se le presenta.
Y cuando le expongo el elemento que no está considerando para que realice un juicio justo se ofende.
Por lo mismo, aquí solo una persona no está considerando la totalidad de los factores que le permitirían hacer un juicio razonable y es usted.
Esto no es una cuestión de creer una cosa u otra, ni de que lo que digan usted y Miserere tenga que tener mayor valor que lo que diga Buenintento. Lo único que tienen que hacer es sencillamente contestar a lo que se les ha preguntado ¿quienes son los ellos a los que se refiere
Miserere?, ¿cuando habla de aficiones a quienes se refiere?, ¿por qué les cuesta tanto admitir que el comentario tal y como lo ha escrito da pie a interpretarlo como lo han hecho Buenintento y Buenaspiernas?. Esa prepotencia, ese sentirse superiores y creerse en posesión de la verdad les aleja de gente que busca comprenderles.
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Disculpe, pero me rehuso a seguir esta conversación ya que su actividad reciente en este blog es de troll yo, sencillamente, con personas que no desean mantener una sola identidad no platico.
Se le ha hablado claramente y con respeto además, eso debería ser suficiente para cualquier mente razonable.
A/ Yo no he faltado al respeto a nadie.
B/ No tiene usted ni idea de qué es un troll ni de qué es una conexión Wifi.
B/ Troll, impulsivo, mente no razonable, usted sí que es respetuosa ¿Verdad?.
C/ Detrás de su sonrisa y aparente buen rollo es usted una intransigente que no acepta que se pueda equivocar.
D/ Ni ha dado ninguna evidencia de nada ni ha contestado a lo que se le ha preguntado.
Como pretende dar la imagen de persona dialogante, le dejo a modo de despedida una frase que seguro que le parecerá tan correcta y aceptable como la de Miserere.
" Los ateos no son dignos de ser considerados con los mismos derechos que un aficionado a la astrología, un aficionado a la magia negra o un cristiano. Para ellos se exige la obligación de respetar sus aficiones."
¿Le gusta la frasecita?.
"Los ateos no somos dignos de ser considerados con los mismos derechos que un aficionado a la astrología, un aficionado a la magia negra o un cristiano. Para ellos se exige la obligación de respetar sus aficiones."
Entonces sí que equivaldría a lo escrito por Miserere y agruparía como "ellos" a los aficionados a la astrología, a los aficionados a la magia negra y a los cristianos ( o a los juegos de rol, ajedrez y homosexuales en el caso de la frase de Misere )y para todos ellos valdría la consideración de que tienen "aficiones".
No me dé las gracias.
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